Las cifras sobre las represas en México varían según la fuente y los términos de referencia ya que en algunas ocasiones se toman en cuenta solo las hidroeléctricas. Pero las represas y los bordos es la obra física construida para almacenar o embalsar, desviar o contener el agua evitando el flujo natural de ésta. Además de generar electricidad tienen otras funciones como los usos agrícolas (irrigación), abastecimiento de agua a centros urbanos, para el control de avenidas e inundaciones, para relaves o jales de la minería, o para dotar de agua a alguna industria. Y existen de todos los tamaños: grandes, medianas, pequeñas, mini y micros. Se han asociado al “Desarrollo” y a la “Energía Limpia”, “Sustentable” y “Renovable”. Sin embargo, el Informe de la Comisión Mundial de Represas del año 2000 y los siguientes 20 años desde entonces, comprueban que las represas generan más pobreza, accidentes y rupturas de represas. Han generado más de 80 millones de desplazados en el planeta, pueblos desaparecidos, cuencas secas, más inundaciones y terremotos, desaparición de biodiversidad y de ríos. Generan altos índices de Gases Efecto Invernadero y no son sustentables. Es una energía sucia. Por ello el movimiento antirepresas en el mundo va creciendo.
El discurso de que las represas representan energía renovable es una trampa. Lo que es renovable es el agua más no el modo de obtener energía a gran escala represándola. El Cambio Climático, la deforestación, la alteración del ciclo del agua entre otros factores no garantizan una precipitación pluvial estable. Las sequías e inundaciones inesperadas se agudizan.
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