26 agosto, 2021
En julio del año pasado el gobierno de Turquía empezó a llenar la Presa Ilisu, conocida por encontrarse pocos kilómetros al sur de la antigua población de Hasankeyf. La inundación del valle ha generado casi 80.000 desplazados.
Hasankeyf, situada en al sureste del estado turco, un territorio de mayoría kurda, era uno de los asentamientos humanos más longevos de Oriente medio, con ruinas que datan de hasta 12.000 años de antigüedad. Inversores extranjeros se retiraron del proyecto por las protestas que denunciaban que la construcción de la presa destruiría yacimientos arqueológicos de gran importancia. Tras conseguir el apoyo por bancos turcos relacionados con su partido islamista, el presidente Recep Tayyip Erdoğan relanzó el proyecto.
La región más afectada es el norte de Siria, donde se encuentra la comuna kurda de Rojava, que además sufre este año de unas lluvias excepcionalmente escasas. Recientemente el frágil ecosistema kurdo-sirio ha sufrido otro golpe más.
La guerra que libra Turquía contra los movimientos de liberación kurdos parece haber entrado en una nueva e imprevisible fase: desde la invasión de determinadas áreas del territorio por Ankara y sus aliados islamistas en 2019 la estrategia de Erdogan parece haber virado al planteamiento de una guerra en todos los niveles.
Turquía suma ahora la interrupción de la corriente del río Eúfrates -donde se encuentra, entre otras, la gran Presa Atatürk- y la obstrucción de otros flujos de agua esenciales para la supervivencia de la población y del ecosistema local. Cabe señalar que apenas hace una semana, cuando la atención mediática estaba enfocada en Afghanistan, el ejército de Turquía, estado miembro de la OTAN, bombardeo un hospital en la ciudad yazidi de Shengal, en Siria, con un saldo de ocho muertos.
Leer todo el análisis de Guillermo di Marco: Las presas de Turquía: la destrucción de Hasankeyf y la sed de Mesopotamia. Más información: Ocho muertos en atentado turco contra un hospital de Shengal. Contexto: Tribunal Europeo de DDHH se niega a proteger una región kurda, desaparecerá bajo el agua de una megapresa