Editorial
YO RÍO LIBRE
JULIO CÉSAR RAMÍREZ sábado 17 de abril 2021
Andrés Manuel López Obrador dijo el lunes 12 de abril en su conferencia mañanera: «¿Cómo no va a ser energía limpia la que se produce en las hidroeléctricas? Es lo más limpio y lo más barato, nada más que las tenían paradas». Sin embargo, estudios exhaustivos e imparciales basados en evidencia científica aclaran que las presas no son energía limpia.
Muchas veces la energía hidroeléctrica es considerada una tecnología «amigable con el ambiente»; sin embargo, los estudios científicos indican que la descomposición de la materia orgánica de los embalses produce cantidades significativas de gases de efecto invernadero: dióxido de carbono, metano y óxido nitroso. El impacto de los embalses tropicales puede ser mucho más alto incluso comparado con las plantas más contaminantes de combustibles fósiles.
Basta conocer el aporte de las presas al calentamiento global.
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El dióxido de carbono (CO2) se forma por la descomposición del carbono orgánico presente en el embalse. Las principales fuentes de este carbono son la vegetación y los suelos inundados al llenarse el embalse por primera vez, la materia orgánica transportada por el río (proveniente de ecosistemas naturales, granjas o aguas residuales de las ciudades), el plancton y las plantas acuáticas que crecen y mueren en el embalse, y la vegetación que crece en el suelo temporalmente expuesto durante periodos en los que el embalse se encuentra con poca agua.
Los embalses absorben CO2 atmosférico mediante el proceso de fotosíntesis de las plantas acuáticas y el plancton, lo que en ocasiones puede superar las emisiones de CO2.
El metano (CH4), un gas de efecto invernadero 25 veces más potente que el CO2, está formado por bacterias que descomponen la materia orgánica de aguas con bajo contenido de oxígeno y de los sedimentos presentes en el fondo del embalse.
La capa de agua que se encuentra en la parte más profunda de los embalses tropicales tiene cantidades reducidas de oxígeno.
Una porción del metano se oxida convirtiéndose en CO2 al subir a la superficie del embalse.
Los embalses tropicales con poca cantidad de agua en los que las burbujas tienen menos tiempo para oxidarse tienden a aportar las más altas emisiones de metano.
Nuevas investigaciones sugieren que la producción de metano podría ser mayor en los pequeños embalses de zonas templadas.
El óxido nitroso (N2O) es un potente gas de efecto invernadero formado por la ruptura bacteriana del nitrógeno.
Se han realizado sólo algunas mediciones cuantificando los flujos de óxido nitroso en los embalses.
Se descubrió que las emisiones eran inferiores en las regiones boreales, pero significativas en los embalses tropicales.
Debido a que el N2O es casi 300 veces más potente que el CO2 se necesitan más estudios para una mejor cuantificación de estas emisiones.
El movimiento internacional de afectados por las presas y en defensa de los ríos lleva décadas analizando el impacto de las presas sobre el planeta, y la conclusión es, en resumen, que las presas no son energía limpia, contrario a lo que ahora afirma el presidente de México.
International Rivers, que es una de las organizaciones internacionales con más experiencia en defensa de los ríos, publicó un importante avance de estas investigaciones el 1 de enero del 2008 en su documento «Represas Sucias: Las represas y las emisiones de efecto invernadero».
En él llega a la siguiente conclusión: Aunque hace más de una década que se realiza investigación científica seria en relación a las emisiones de gases invernadero en los embalses, la creencia de que la energía hidroeléctrica es amigable con el clima continúa siendo compartida entre los encargados de la política climática.
Esto se debe en parte a que la ciencia es compleja y está sujeta a numerosas incertidumbres.
Los impulsores de la industria hidroeléctrica han explotado estas incertidumbres, tanto como los detractores del cambio climático han explotado las incertidumbres en la ciencia del clima en su conjunto, y las utilizan para presionar a los responsables de las decisiones para que no tomen con seriedad las emisiones de los embalses.
«La Asociación Internacional de Energía Hidroeléctrica acaba de lanzar un importante estudio sobre los gases de efecto invernadero y los embalses, y presiona al Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático y al Mecanismo de Desarrollo Limpio de la ONU para que acepten sus conclusiones».
Y eso en 2008.
@kardenche