El movimiento antirepresas de América Latina repudia el asesinato de un activista social en El Salvador

SÁBADO 17 DE FEBRERO DE 2007

La Red Latinoamericana contra Represas (Redlar) exige al Presidente de El Salvador, investigación y esclarecimiento urgente del asesinato de Gerson Albayero Granados, cárcel para los responsables y seguridad y justicia para sus familiares y compañeros de organizaciones sociales.

La Red Latinoamericana contra Represas por los Ríos, las Comunidades y el Agua, (REDLAR) [1] repudia enérgicamente el asesinato de Gerson Albayero Granados, de la Fundación Promotora de Cooperativas, FUNPROCOOP, quien era muy activo en la campaña contra la represa El Cimarrón, en El Salvador. A través de una carta dirigida al Presidente de El Salvador, Elías Antonio Saca, la REDLAR exige “la investigación y esclarecimiento urgente del asesinato, cárcel para los responsables y seguridad y justicia para sus familiares y compañeros de organizaciones sociales” y reitera un llamado de acción a los Gobiernos de la región “porque la persecución y criminalización de las luchas sociales aumenta y se repiten las injusticias y violaciones a derechos humanos fundamentales” Albayero Granados desapareció el pasado 21 de enero cuando regresaba de una reunión del Movimiento Nacional Antirepresas de El Salvador MONARES- que tuvo lugar en el municipio de Texistepeque, Departamento de Santa Ana, y el 26 de enero apareció su cadáver con 13 puñaladas alrededor del tórax y abdomen, un hecho repudiable con el que acallan la voz de un líder social al que solo le interesaba proteger su territorio para gozar de un ambiente sano. Dimas Vanegas de FUNPROCOOP, fue la última persona que lo vio con vida, y sostiene que “este asesinato viene a sumarse a tantos que a diario se dan y que muchos de estos se enmarcan en el proceso de criminalización de la lucha social en nuestro país y en Latinoamérica, quedando en la impunidad o como muertes por delincuencia común”. El año pasado, FUNPROCOOP, CESTA Amigos de la Tierra El Salvador y otras organizaciones junto a grupos locales, campesinos, comunidades indígenas e Iglesias, fundaron el MONARES para luchar contra amenazas de represas en el país; en protesta y consternados por los últimos acontecimientos, el 27 de enero concentraron a más de 3 mil personas en el Puente Cuscatlán donde una vez más se dijo “No A la represa El Chaparral” [2]. La REDLAR denuncia los atropellos cometidos a los derechos humanos en la historia de los afectados por represas en Latinoamérica. En Honduras, Guatemala, Ecuador, Colombia, Brasil, México son muchos los episodios de violencia e intimidaciones cometidos contra miembros de organizaciones socioambientales que velan porque no sean vulnerados los derechos de los indígenas, los negros y los ciudadanos en general con la construcción de grandes represas. En el 2005, fueron asesinados dos integrantes del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a la represa La Parota, en México, y en Colombia desde 1999 el Pueblo Embera Katio ha sufrido pérdidas violentas de sus medios de subsistencia, y padecieron la desaparición de Kimy Pernía Domicó defensor acérrimo del Río Sinú represado por URRA. Los testimonios del paramilitarismo en el último mes, reconocieron el asesinato de Kimy y aseguran que su cuerpo fue lanzado al mismo Río que él defendía. La REDLAR sostiene que la construcción de grandes represas hidroeléctricas, ha contribuido a la pérdida de especies de agua dulce, anegado bosques, ha deteriorado la calidad de vida de las poblaciones afectadas y aumentado la deuda externa de los países. “La construcción de represas en general significa aumento de la pobreza y pérdida de la soberanía y autonomía de los pueblos; por esta razón la REDLAR mantiene su compromiso por un planeta donde los ríos corran libres, y la justicia ambiental sea una premisa”, sostuvieron desde la coordinación de la Red.


Notas

[1] La Red está compuesta por más de 200 miembros de organizaciones sociales, indígenas, ambientalistas, de derechos humanos, de mujeres, redes, frentes, y movimientos de 18 países de América Latina, que involucran a más de un millón de personas. Fue constituida en 1999, en San Pablo, Brasil.

[2] En El Salvador existen 4 hidroeléctricas que han causado inundaciones, desplazamientos, despojo de recursos naturales, muerte y destrucción. El MONARES se opone a la construcción de las presas hidroeléctricas El Chaparral, El Cimarrón, La Maroma, El Sapo, y la Binacional El Tigre.

http://omal.info/spip.php?article3902

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