Laurasalas, 15 marzo 2011
El Gobierno Mexicano trata de imponer, desde el 2003, una inmensa presa hidroeléctrica al sur de Acapulco, en el estado de Guerrero, México. Desde hace 8 años, los campesinos, organizados en el Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a la Parota (CECOP) resisten firmemente a través de la vía legal y pacifica. Este 13 de diciembre, un día antes del Día Mundial de Acción contra las Represas, las comunidades hicieron un acto para refrendar la voluntad de defender sus tierras. El gobierno mexicano quiere imponer el proyecto sin informar y menos consultar a los afectados. La presa afectaría a 21 comunidades, de las cuales 17 son ejidos y 3 son bienes comunales (sistemas de propiedad colectiva de la tierra heredados de la Revolución Mexicana, que garantizan que la tierra quede en manos de los campesinos). La Parota sería una de las más grandes del mundo. Inundaría 17 mil 300 hectáreas de tierras fértiles y productivas. Más de 100 mil personas quedarían afectadas por la presa. De manera directa, 25 mil personas tendrían que ser desplazadas porque sus tierras quedarían bajo el agua. De manera indirecta, unas 75 mil personas estarían afectadas por el desvió del río: sin agua para irrigar sus tierras y para vivir. Firma la carta para uno NO definitivo a la Parota: http://tlachinollan.org/Noalaparota