Bolivia: temor en seis pueblos indígenas por la reactivación del proyecto hidroeléctrico Chepete-El Bala

por Iván Paredes Tamayo en 7 septiembre 2021

  • Serían más de 5.000 pobladores indígenas afectados por las inundaciones producto de la construcción de las represas, indican organizaciones indígenas y ambientales. Esto provocaría, por lo tanto, el desplazamiento de cientos de comuneros de sus territorios.
  • La construcción del proyecto Chepete-El Bala ha generado también divisiones dentro de la dirigencia indígena. Un grupo de 10 organizaciones ha firmado con la empresa estatal de energía eléctrica un acuerdo que da visto bueno al inicio de los estudios de factibilidad.

La tregua se terminó para los más de 5 mil pobladores indígenas que habitan en la puerta del Parque Nacional y Área de Manejo Integrado Madidi y de la Reserva de la Biosfera y Tierra Comunitaria de Origen Pilón Lajas, al norte del departamento de La Paz, en Bolivia. La idea del Gobierno boliviano de consolidar el proyecto hidroeléctrico Chepete-El Bala ha regresado y con ella la preocupación de seis naciones indígenas, que ahora anuncian vigilias en la zona en caso de que se inicie la construcción de dos megarepresas cuyos embalses podrían provocar inundaciones y el posterior desplazamiento de sus territorios.

El Gobierno de Bolivia, liderado por Luis Arce, quien fue ministro de Economía de Evo Morales, está siguiendo la misma hoja de ruta del gobierno del MAS, el mismo que declaró el proyecto hidroeléctrico, en julio de 2007, como una prioridad nacional.

Ruth Alipaz denuncia que más de 5000 indígenas de cinco naciones perderán sus territorios. Foto: Chema Formentí.
En 2018 ya se decía que más de 5000 pobladores indígenas perderían sus territorios. Foto: Chema Formentí.

La generación de energía hidroeléctrica en la cuenca del río Beni, concretamente en el estrecho de El Bala, es un plan que nació hace más de 50 años y que fue descartado en varias oportunidades por su inviabilidad económica y alto costo ambiental. La última vez que fue rechazado por las comunidades indígenas fue durante el gobierno de Hugo Bánzer y la última vez que se trató de resucitar sin éxito fue durante el período de Morales.

Desde entonces, el tema del Chepete y El Bala había dejado de ser una preocupación para los seis pueblos indígenas que habitan en la zona: Mosetén, Tsiman, Esse Ejja, Leco, Tacana y Uchupiamona. Estas naciones denuncian que con la ejecución del proyecto hidroeléctrico se “cercenarán” tres ríos que son vitales para la existencia de estos pueblos. Se trata de los afluentes Beni, Tuichi y Quiquibey.   

“Esto implicaría un desplazamiento forzoso y eso es quitarnos nuestro territorio. Estaríamos obligados a salir de nuestros espacios, de nuestros dominios ancestrales. Estaríamos renunciando a lo más vital: sin territorio no hay pueblos indígenas. Esto sería aceptar una muerte silenciosa. Donde nos lleven, jamás será igual”, expresó a Mongabay Latam Alex Villca, quien es parte de la Coordinadora Nacional de Defensa de Territorios Indígenas Originarios Campesinos y Áreas Protegidas (Contiocap) de Bolivia.

El dirigente indígena va más allá. Villca detalló que en la serranía del Chepete existe un pueblo indígena en aislamiento voluntario –que se cree que son los mosetenes, pues faltan más estudios al respecto- y que serían afectados “totalmente” si es que las hidroeléctricas son construidas en su zona. “Conocemos por parte de nuestros hermanos que existe ahí, en las alturas del Chepete, de un pueblo en aislamiento voluntario y que debe desconocer de todos estos planes. Imagínese cómo será su afectación en caso de que se concrete el proyecto”, dijo.

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Convocatoria a empresas

La semana pasada, la estatal Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Ende) retomó la puesta en marcha del proyecto hidroeléctrico del Chepete y El Bala. Lanzó una convocatoria a empresas para la investigación geológica y geotécnica. Según la invitación COR-GPP-BAL-22-2021, Ende convocó a presentar propuestas para el “Servicio de investigación geológica-geotécnica complementaria”.

La empresa estatal detalló que en el caso de la hidroeléctrica Chepete, el área de embalse será de 46 kilómetros cuadrados de un total de superficie de 3.859 kilómetros cuadrados en la reserva de Pilón Lajas. Mientras que el proyecto de El Bala, según Ende, abarcaría 94 kilómetros cuadrados de las 18.895 que abarca el Madidi.

El Angosto de El Bala. Foto: Chema Formentí.

A esto se suma que el pasado 16 de agosto se vivió un día de división entre los pueblos indígenas de Bolivia. La Central de Pueblos Indígenas de La Paz (Cpilap) firmó un acuerdo con Ende para autorizar los proyectos en la etapa de Estudios a Diseño Final del proyecto Hidroeléctrico El Bala y Chepete.

Este acuerdo establece que una de las obligaciones de Cpilap es “permitir el ingreso de Ende Cooperación y sus empresas contratadas a las áreas de influencia directa e indirecta para realizar trabajos de investigación, información, socialización y levantamiento de datos que permita realizar estudios, formular proyectos, a diseño final para implementar proyectos de generación, transmisión, y distribución de energía eléctrica”.

Villca levantó la voz de alerta por la suscripción de este acuerdo. “Lo que nos preocupa en el tenor de este convenio es que se estaría dando no solo a la realización de estudios complementarios, sino se estaría permitiendo en un futuro que Ende inicie con la puesta en marcha y la construcción de las centrales hidroeléctricas Chepete y El Bala. Esto es mucho más grave”, afirmó.

La Cpilap es una organización regional que aglutina a diez organizaciones de pueblos indígenas del departamento de La Paz como el Consejo Indígena del Pueblo Tacana, la Central Indígena del Pueblo Leco de Apolo, Pueblo Indígena Leco y Comunidades Originarias de Larecaja, Organización del Pueblo Indígena Moseten, Pueblo Indígena de San José de Uchupiamonas, Comunidad Indígena Esse Ejja de Eiyoquibo, Consejo Regional T-simane Moseten de Pilón Lajas, Comunidad Agroecológica Originaria de Palos Blancos, Comunidades Indígenas Tacana II Rio Madre de Dios y Capitanía del Pueblo Indígena Araona. Todas estas organizaciones, según Villca, son afines al Movimiento Al Socialismo (MAS), partido de Evo Morales y que ahora está en función de gobierno.

Gonzalo Oliver Terrazas es el presidente de Cpilap. El dirigente explicó que cinco de los seis pueblos indígenas afectados estarían de acuerdo con la puesta en marcha del proyecto hidroeléctrico. Se refirió al pueblo indígena Moseten, quien no firmó el pacto. “Este convenio no implica la construcción de represas. El objetivo es determinar la factibilidad o no del proyecto. Otros de los aspectos importantes que tiene el convenio es el componente social, que nosotros hemos incorporado para que pueda haber proyectos de electrificación y de vivienda”, detalló.

La Mancomunidad de Comunidades Indígenas de los ríos Beni, Tuichi y Quiquibey, organización que se gestó en el año 2001 para asumir la defensa de los territorios ancestrales de las seis naciones indígenas afectadas por la amenaza del proyecto, exige que se realice una consulta previa a las comunidades para aprobar o no la realización del proyecto hidroeléctrico. Estos pueblos se reunieron el fin de semana en una asamblea y determinaron rechazar la iniciativa del Gobierno, lo que demuestra que existen dirigencias que están en contra y a favor de por lo menos realizar los estudios de factibilidad del proyecto.

Entorno de Rurrenabaque, con la Sierra de El Bala. Foto: Chema Formentí.

“Le recordamos [al Gobierno], que en 2016 se realizaron 12 días de vigilia y se logró la expulsión de las empresas Geodata y Servicons que habían iniciado trabajos y estudios en los territorios sin cumplir con la Consulta Libre, Previa e Informada (CLPI) y de buena fe, para el consentimiento de los pueblos”, dice un punto del documento aprobado el domingo por las organizaciones de la Mancomunidad que están en contra del proyecto.

Oliver Terrazas, por su parte, insistió en que la firma del convenio con Ende no implica que sea inherente a una consulta previa a los pueblos indígenas. El dirigente aseguró que de aprobarse la factibilidad del proyecto recién se realizará una consulta a las comunidades para aprobar o no la construcción de las plantas hidroeléctricas.

En enero de 2018, Ende devolvió a la empresa italiana Geodata Engineering el estudio de prefactibilidad para el megaproyecto hidroeléctrico Chepete-El Bala para que sea corregido. Ende había detectado varios puntos por solucionar en el estudio y Geodata respondió que recomendaba «aplazar el desarrollo de la central hidroeléctrica El Bala 220, hasta cuando las condiciones del mercado energético de Bolivia y del exterior indiquen la conveniencia de su puesta en marcha”.

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Los daños de las represas

El proyecto, cuyas obras comenzarían luego de que se lance una licitación pública, prevé la construcción, según las comunidad indígenas, de dos represas que inundarían al menos 662 kilómetros cuadrados. Es decir, los dos embalses serían cinco veces más grande que la mancha urbana de la ciudad de La Paz. Y si el Lago Poopó, en el departamento de Oruro, en Bolivia, no recupera su caudal, el Chepete y El Bala sería el segundo lago más grande de Bolivia, tras el Titicaca.

El proyecto está formado por dos hidroeléctricas sobre el río Beni: la priemra de ellas estaría en la angostura del Chepete, 70 kilómetros aguas arriba de la ciudad de Rurrenabaque, en el departamento del Beni, y la segunda se encuentra cerca a la angostura de El Bala, a 13,5 kilómetros aguas arriba de esa misma población.

Rurrenabaque. Foto: Chema Formentí.

La represa del Chepete elevaría el nivel del agua en 158 metros llegando a formar un lago a 400 metros sobre el nivel del mar. La represa de El Bala elevaría el nivel del agua en unos 20 metros y su embalse estará a 220 metros sobre el nivel del mar. A diferencia de la presa del Chepete, que sería un muro de concreto, la presa de El Bala estaría formada por compuertas y generadores que estarían en medio del río.

Según la Fundación Solón, en total deberían ser relocalizadas 5.164 personas, en su absoluta mayoría indígenas. Esta cifra equivale a toda la población que vive de manera permanente en la ciudad de San Buenaventura, en La Paz. Además, en el área existen 424 especies de flora, 201 especies de mamíferos terrestres, 652 especies de aves, 483 especies de anfibios y reptiles y 515 especies de peces. Las fichas ambientales no precisan que especies podrían desaparecer para siempre ni cuantos ejemplares de cada especie serían afectados.

El principal temor de los pueblos indígenas de la zona es que la construcción de ambas represas implicaría el desplazamiento forzoso de más de 5.000 comuneros. Por ejemplo, en la ejecución del segundo embalse, que sería El Bala, según la Fundación Solón y las organizaciones indígenas que se oponen al proyecto, se inundaría toda la comunidad de San Miguel del Bala y no existe ninguna información oficial para el desplazamiento de sus habitantes, que son un poco más de 1.000 personas.

Y con la construcción de la represa del Chepete habría que desplazar a un poco más de 4.000 pobladores indígenas. Todas las áreas pobladas a las que afectaría este embalse, según Geodata, son terrenos de titulación colectiva que pertenecen a los pueblos indígenas tacanas, lecos y mosetenes. Además, al tocar los ríos de esta zona se estaría perjudicando a los principales modos de subsistencia de los pueblos: la pesca, la agricultura y, en este último tiempo, el turismo comunitario, muy afectado por la pandemia del coronavirus.

En el angosto del Chepete se prevé construir una represa para alimentar a una planta hidroeléctrica. Foto: Alex Villca.

Valentín Luna es un líder indígena tacana y es dirigente durante varios años de la comunidad San Miguel del Bala. En la actualidad hay por lo menos una veintena de ecoalbergues que se instalaron en el eje de las reservas naturales Madidi y Pilón Lajas. La mayoría de estas iniciativas son gestionadas desde las propias comunidades indígenas. De ejecutarse el proyecto hidroeléctrico, según Luna, cuatro de los ecoalbergues serían impactados por inundaciones con la construcción de las represas: el albergue Chalalán de los uchupiamonas, el que conducen los comuneros de San Miguel de Bala, el de la comunidad de Villa Alcira y el que regentan los chimanes y mosetenes de Asunción del Quiquibey.

Los pobladores indígenas que no quieren las hidroeléctricas están convencidos de que la construcción del proyecto Chepete-El Bala sería el fin del turismo que se desarrolla ahora, pero también temen lo peor: que los seis pueblos indígenas de la zona desaparezcan.

Imagen principal: El angosto del Chepete, en el río Beni, está ubicado a 70 kilómetros aguas arriba de la localidad de Rurrenabaque. Foto: Alex Villca.

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Se seca el Lago Poopó de Bolivia y provoca un desastre ecológico

El segundo lago del país vecino, luego del Titicaca, ya sólo tiene un kilómetro cuadrado de superficie. Se perdieron 200 especies, murieron miles de peces, las aves migratorias cambiaron de ruta y los pobladores se fueron. Sucedió a la vista de todos.

 lago Poopó 20210809
lago Poopó | Captura de Pantalla

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Mónica Martin
Mónica Martin

09-08-2021 20:00

Esta vez parece que no hay vuelta atrás: el inmenso Lago Poopó, el segundo de Bolivia, se está secando, desaparece. De los 2.337 kilómetros cuadrados que tenía hace 10 años, ahora sólo quedan tres parches húmedos que suman 1 kilómetro cuadrado de 30 centímetros de profundidad, en cifras redondas.

Este lago de agua salada en el Altiplano boliviano, a 3.700 metros de altura, se encuentra en una zona minera -dato no menor- dentro del departamento de Oruro.https://rudo.video/vod/bMnmq1

El Lago Poopó es un lago alargado que recibe su caudal del río Desaguadero, que a su vez recibe sus aguas del Lago Titicaca, el mayor de Bolivia. No tiene salida al mar, tampoco un desagote importante y ni siquiera más de una profundidad media de 3 metros, pero aun en las épocas de sequía contaba con 1000 kilómetros cuadrados de espejo de agua garantizados. 

Cada tanto llegaban las señalas de alarma por su escaso caudal. Una de los momentos más preocupantes se vivió en el año 2015, cuando el Poopó se evaporó tanto que todos temían que desapareciera, como está sucediendo con el Mar de Aral, en el desierto de Karakalpakistán (Uzbekistán), al que ya sólo le queda el 10 % de los 68.000 km2 que medía hace apenas setenta años. 

¿Por qué se seca el Poopó?

 lago Poopó 20210809
Un ecosistema que desapareció.

A diferencia de los anteriores, este desastre ecológico parece terminal porque hiere el corazón de todo un ecosistema.

Una de las primeras causas que señalan los especialistas es la disminución del caudal de aguas que aporta el derretimiento de los glaciares andinos. Además de que en la zona llueve menos, el cambio climático evapora las aguas del Lago Poopó más de lo esperado

Sin embargo, también hay una sobrexplotación de los recursos hídricos del lago, cuyo caudal se desvía a la explotación minera y a la agricultura, lo primero más imperdonable que lo segundo.

Lago Poopó en Bolivia 20210809
Sequía creciente en toda la cuenca del Lago Poopó.

Estos dos motivos, sumados al exceso de urbanización son precisamente los tres motivos que los especialistas citan en el caso de la casi extinción del Mar de Aralmientras deciden cuándo poner su firma en el certificado de defunción.

Durante muchos años, las autoridades de Bolivia, señalaron al fenómeno de El Niño y el calentamiento global de los países industrializados como la principal causa de la sequía del Poopó.

Sin embargo, Oruro es un departamento minero y el uso excesivo o indebido de los recursos hídricos del lago por parte de la minera San José los llevó hasta donde están: el lago fue desapareciendo a la vista de todos y, además, se fue contaminandocon metales pesados.

En los años 90, hubo un plan para restablecer el caudal histórico del río Desaguadero, pero las ventajas no fueron visibles en la cuenca del Poopó.

Hace seis años, el gobierno boliviano y el departamento de Oruro anunciaron el Plan Director de la Cuenca Poopó para la restauración del Lago Poopó. Invirtió 8 millones de bolivianos en la compra de maquinaria para evitar el desborde de agua por la sedimentación y dragar el río Desaguadero.

Sin embargo, sabe que es un trabajo a largo plazo que requerirá 111 millones de euros que buscarán con ayuda de la Unión Europea

Qué se pierde al secarse el Poopó

 lago Poopó 20210809
El lago que ya no está.

Toda la cuenca del Lago Poopó había sido declarada en 2002 como un ecosistema de importancia internacional donde es agua es el principal factor que controla el ambiente, así como la vegetación y la fauna.

En 2002, el Lago Poopó fue designado como sitio de conservación en virtud de la Convención de Ramsar. Pero 20 años después, algunas especies de mamíferos ya abandonaron el área. También varias aves, como tres especies de flamencos que estaban en peligro de extinción.  

Toda la cuenca salina era una posta de descanso para las aves migratorias que volaban hacia el sur y ahora se vieron obligadas a cambiar su ruta.

Lago Poopó en Bolivia 20210809
Lo que antes se navegaba en barco ahora se recorre en bicicleta o a pie.

Numerosos reptiles y anfibios quedaron sin hábitat y alimento con la evidente transformación del lago en un desierto. Pero la peor parte se la llevaron los miles de peces que murieron por no poder migrar, igual que otros animales que murieron en el lugar.

En total, se cree que unas 200 especies de seres vivos, entre peces, mamíferos, reptiles, aves e incluso plantas desaparecieron de esta geografía andina a causa de la evaporación.

El desastre también tiene un costo humano en esta comarca 220 kilómetros al sur de La Paz. La pérdida del lago afecta drásticamente la vida de 350 familias que, sobre la árida meseta andina, sobreviven mayormente de la pesca lacustre. Ante la escasez de recursos deben irse para subsistir.

mm / ds

https://www.perfil.com/noticias/actualidad/se-seca-el-lago-poopo-de-bolivia-y-provoca-un-desastre-ecologico.phtml

Compartimos una nueva noticia sobre los problemas en la construcción de la hidroeléctrica Ivirizu (Bolivia) a cargo de la empresa Sinohydro

La hidroeléctrica Ivirizu comprende la presa en construcción más grande de Bolivia que contribuirá a generar alrededor del 10% de la actual potencia instalada en el país. Son las obras más onerosas adjudicadas por el Estado boliviano a una empresa china en este sector  y es el proyecto de generación de energía hidroeléctrica más  costoso emprendido en Bolivia hasta ahora con un presupuesto estimado  de USD 549.9 millones. El mayor problema de este proyecto es que está emplazada dentro del dentro del Parque Nacional Carrasco, que es parte  del Sistema Nacional de Áreas Protegidas del país y del corredor  biológico Villcabamba-Amboró, uno de los corredores de biodiversidad más importantes del mundo.

 En el mes de abril de 2021, la Defensoría del Pueblo de Bolivia publicó un «informe [1] defensorial resultados de la verificación  defensorial a la empresa Sinohydro Corporation Limited Sucursal  Bolivia»  [1]. en el que constató que en dicho proyecto 120  personas  (el 30% de los trabajadores de la obra) trabajan en calidad de  “subcontratados o terceristas”, como forma de evasión de obligaciones sociolaborales. Entre otras recomendaciones, el informe  solicita a Sinohydro: Implementar de manera inmediata un servicio permanente de asistencia médica, primeros auxilios y botica;  afiliar  a la totalidad de los trabajadores al Seguro Social Obligatorio; proveer de alimentación nutritiva y suficiente a los trabajadores  “subcontratados o terceristas”; mejorar las condiciones físicas  de las viviendas de los trabajadores “subcontratados o  terceristas” ; dotar de ropa, implementos y equipos de trabajo de forma oportuna, suficiente y adecuada a la naturaleza del trabajo con  medidas de bioseguridad contra el COVID-19; ofrecer tratoigualitario  en cuanto al salario y pago de horas extras a los trabajadores  “subcontratados o terceristas” y regularizar la suscripción de contratos laborales de los trabajadores “subcontratados o terceristas”.
 
 En el mes de mayo, el Ministerio de Trabajo anunció una multa a la empresa Sinohydro por las irregularidades detectadas [2].
 
El 13 de julio, se volvieron a presentar problemas laborales relacionados con la falta de insumos de trabajo que amenazan con paralizar la obra.
 
Esperamos que esta información sea útil para ustedes.
 
 Saludos cordiales
 
 Marco A. Gandarillas
 IISCAL

TRABAJADORES DE LA HIDROELÉCTRICA IVIRIZU I INGRESAN EN PARO Y  DENUNCIAN ABUSO LABORAL DE EMPRESA CHINA
 Foto agencias [3]  SOCIEDAD | 13 Jul 2021  _Más de 300 trabajadores decidieron ingresar en la medida deprotesta ya que no cuentan con los insumos mínimos de trabajo_ RADIO FIDES.- Suspenden labores en la Hidroeléctrica Ivirizu I de  Cochabamba debido a un conflicto protagonizado este martes por
 trabajadores quienes con un paro de actividades denunciaron que son víctimas de abuso laboral por parte de empresas chinas que se adjudicaron el proyecto.
 
 Julián Rocha, ejecutivo de los trabajadores de Obras Públicas  indicó que los dirigentes se vieron rebasados por los trabajadores, asimismo, sostuvo que los abusos cometidos por las empresas  asiáticas  son constantes.
 
 “Lamentablemente no hay solución, han decidido (suspender  actividades), estamos de acuerdo en que vengan empresas chinas pero que cumplan con las normas laborales, nosotros no queremos  perjudicar  a nadie”, precisó.
 
 Más de 300 trabajadores de la institución decidieron ingresar en la  medida de protesta ya que, a decir de su representante, no cuentan con  los insumos mínimos de trabajo.
 
 //FUENTE: RADIO FIDES//
 
 http://desroblaba.com/noticia/12203
 



 Links:

https://www.defensoria.gob.bo/uploads/files/informe-defensorial-resultados-de-la-verificacion-defensorial-a-la-empresa-sinohydro-corporation-limited-sucursal-bolivia.pdf
 
https://www.lostiempos.com/actualidad/economia/20210511/sinohydro-pagara-bs-80-mil-vulnerar-derechos-laborales

 http://visorbolivia.com/noticia/12203#