Emergencia Hídrica: Nación hará una auditoría de las hidroeléctricas y analizará la ampliación de potencias en represas

Miércoles 28 de Julio de 2021

Emergencia Hídrica: Nación hará una auditoría de las hidroeléctricas y analizará la ampliación de potencias en represas

El plan se realizará en el segundo semestre para conocer el estado técnico. Desde Neuquén y Río Negro todavía no hay pedidos formales ante la Emergencia.

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Días atrás, la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC), dio a conocer la declaración del estado de Emergencia Hídrica en los ríos Neuquén, Limay y Negropor parte de la el secretario de Energía de la Nación, Darío Martínez, se refirió a la situación que atraviesan las represas hidroeléctricas en la región.

Darío Martínez estuvo presente en el acto de presentación oficial de los precandidatos del Frente de Todos de Neuquén de cara a las próximas elecciones legislativas, Martínez y destacó los logros alcanzados hasta el momento dentro del sector energético: “Hoy estamos batiendo récords de producción de gas y de petróleo. Creo que esto tiene que ver con las decisiones que tomamos y el mandato que nos ha dado el presidente de la Nación, Alberto Fernández”.

“Por eso pusimos en marcha el Plan Gas.Ar, que está resultando un éxito, donde los trabajadores están en los equipos; las pymes van sumando valor agregado nacional. Las productoras transforman la inversión en energía, y las provincias, quienes son las dueñas del recurso, aportan a esto”, señaló Martínez.

Consultado sobre la renovación de las concesiones de las hidroeléctricas, con fecha de vencimiento al 2023, el titular del organismo de Energía indicó: “En este segundo semestre, tenemos una auditoría muy grande que vamos a llevar adelante desde la Secretaría, para saber cuál es la situación técnica, cuál es la posibilidad de ampliación de potencia de cada una de las represas. Una vez que terminemos con esa gran auditoría, nos sentaremos a ver cuál es el mejor camino con el presidente y la vicepresidenta”, detalló el funcionario nacional.

Cabe recordar que Elías Sapag, representante de Neuquén ante la AIC, advirtió sobre el grave panorama de sequía en los embalses y explicó: “El problema lo tenemos aguas arriba ya que no tenemos forma de almacenarla. Y aguas abajo habrá que tomar medidas para racionalizar el uso, donde el EPAS tendrá que hacer obras en las tomas de agua por si el caudal viene muy bajo”.

En esta línea, el referente de la entidad señaló: “La Secretaría de Energía, la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) y las empresas hidroeléctricas tienen que saber que toda el agua que se erogue en adelante tiene que tener la autorización de la Autoridad de Cuencas”, y se refirió a la posibilidad de presentar un amparo en la Justicia en caso de que el pedido de emergencia de la AIC no sea tenido en cuenta por las autoridades provinciales y las firmas.

Al respecto, Darío Martínez dijo: “El gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, aun no me ha planteado nada formalmente a mi, ni tampoco la gobernadora de Río Negro, Arabela Carreras. Creo que es un debate interno que deben dar ellos, yo soy muy respetuoso de las opiniones y creo que Elías seguramente lo hablará con las dirigentes de la provincia”.

“Todas las decisiones que se toman desde la Secretaría las hacemos con permanente diálogo con los gobernadores, con los ministros de Energía y con todos los actores del sector”, dijo el Secretario de Energía.

“El primer trabajo que hay que hacer es la gran auditoría para saber cuál es la situación de las hidroeléctricas y en cuáles podemos aumentar el caudal, ya que en función de eso se van saber cuáles son las inversiones que hay que hacer y a partir de allí, resolveremos en adelante qué hacer con esas concesiones”, cerró Martínez.

https://nqn3.com/actualidad/emergencia-hidrica-nacion-hara-una-auditoria-de-las-hidroelectricas-y-analizara-la-ampliacion-de-potencias-en-represas.htm

Cartografía popular de la resistencia a las represas hidroelétricas

26.09.2019 –

Panamá – 

Sergio Alvez

Cartografía popular de la resistencia  a las represas hidroelétricas                        (Imagen de Radio Temblor)

Por Sergio Alvez desde Panamá

El Colectivo Geocomunes avanza en el armado de un mapa que visibilizará la totalidad de conflictos vinculados a hidroeléctricas en Latinoamérica. El proyecto fue presentado en el 1° Encuentro Continental por el Agua, la Energía y la Soberanía, que se realiza en Panamá.

A través de organizaciones sociales y ambientales, más de 21 países están representados en el 1° Encuentro Continental por el Agua, la Energía y la Soberanía de los Pueblos, organizado por el Movimiento de Afectados por Represas en Latinoamérica (MAR). Este evento histórico comenzó el pasado 24 de septiembre y se extenderá hasta el 27 inclusive, siempre en la ciudad de Panamá.

En el marco de la segunda jornada –desarrollada en la Universidad de Panamá–, las y los 110 delegados presentes, protagonizaron reuniones plenarias por regiones, en las cuales se intercambiaron diagnósticos y experiencias vinculadas a los procesos de resistencia a grandes proyectos hidroeléctricos en distintos puntos del continente. Así mismo, se delinearon estrategias de acción colectivas entre organizaciones.

Este fue el contexto en el que el Colectivo de Cartografía Colaborativa para la Defensa de los Bienes Comunes, Geocomunes, presentó su proyecto para la elaboración de un mapa de conflictos ligados a grandes proyectos hidroeléctricos en Latinoamérica. A tal fin, se encuentran recabando información y contactos en esta primera edición del Encuentro que se realiza en Panamá.

“Trabajamos  acompañando a los pueblos, comunidades, barrios, colonias u organizaciones de base que en la lucha por la defensa de los bienes comunes requieran de la producción de mapas para su análisis y difusión, con la finalidad de fortalecer desde abajo la organización colectiva. Realizamos cartografía (mapas) de conflictos causados por la degradación, privatización y despojo de los bienes comunes así como de los proyectos de infraestructura que se construyen con la finalidad de que el capital siga acumulando. La cartografía de GeoComunes visibiliza las estrategias de apropiación capitalista del territorio y sirve como herramienta técnica para la defensa organizada de los bienes comunes que son afectados” indicaron desde el colectivo.

El objetivo del mapa de conflictos sobre represas hidroeléctricas, es contener no solamente la ubicación de cada situación sino además datos acerca las características de cada emprendimiento (privados, públicos, etc) y una sumatoria de contenidos multimediales relacionados, de tal manera que las y los usuarios que accedan, puedan seguir investigando por su cuenta con la mayor cantidad de información de primera mano.

Algunos conflictos abiertos

Cientos de proyectos hidroeléctricos afectan o amenazan a comunidades y territorios en buena parte del continente. El proyecto mega hidroeléctrico Chepete, en Bolivia, por ejemplo, pone en riesgo de inundación a 48 comunidades indígenas y campesinas en la Amazonia Boliviana.

“Este proyecto está avanzando sin ningún tipo de consulta previa; podría inundar 771 kilómetros cuadrados y obligar al éxodo forzado a más de 5 mil personas. Estamos en lucha porque están violando nuestros derechos. Además provocaría cambios irreversibles en nuestros recursos naturales” manifestaron desde el colectivo Mancomunidad de Comunidades de los Ríos Beni, Quiquibey, espacio que viene denunciando y resistiendo a este proyecto.

En Brasil –alerta el Movimiento de Afectados por Represas de ese país (MAB)–, existen casi 30 proyectos hidroeléctricos en carpeta. “Pese a estas proyecciones oficiales, no existe ninguna política de protección de derechos de los potenciales afectados. Las represas son construidas por empresas a las que solo les importa el lucro, dando continuidad al proceso de privatización del sector energético que se viene dando en el país” sostienen. En Brasil justamente, ya son 4481 las represas hidroeléctricas.

En Misiones, Argentina, el proyecto Garabí/Panambí y el proyecto Corpus Christi, siguen siendo las principales amenazas. “Venimos resistiendo desde la Mesa Provincial No a las Represas, pero los proyectos siguen estando en carpeta, de manera que estamos alertas y atentos, exigiendo que se destierren definitivamente. Necesitamos un modelo energético popular y con fuerte control social”.

Represas hidroeléctricas: ¿El fin justifica los medios?

11/11/1998

represas.jpgFoto: arqhys.com

En los últimos cincuenta años se han construido 40.000 grandes represas en el mundo. En sus inicios, estas obras tenían poca o ninguna oposición puesto que los objetivos planteados (dotar de energía eléctrica, prevenir inundaciones y aprovisionamiento de agua) aparecían como plausibles y legítimos. Sin embargo, desde la década de los setenta se comienza a evidenciar las graves consecuencias ecológicas, sociales y económicas que ocasionan estas construcciones.

Millones de viviendas quedaron bajo el agua de los reservorios y millones de personas perdieron sus tierras, bosques y otros recursos esenciales para su subsistencia. Muchos fueron reubicados, pero otros se vieron obligados a emigrar a las grandes ciudades, donde se agudizaron los problemas de pobreza, desempleo, violencia y carencia de servicios básicos.

Ecosistemas arruinados, comunidades desarraigadas y economías locales destruidas, constituyen razones suficientes como para que los afectados/as se organicen, luchen y cuestionan este tipo de obras. Es que éstos, comenzaron a constatar que los propósitos originales, en muchos casos, se cumplieron solo a medias.

En América Latina, poblaciones campesinas, pueblos indígenas y comunidades negras han sido impactados por las represas (o están a punto de serlo), como a continuación reseñamos.

Honduras y El Salvador

 En la zona limítrofe entre El Salvador y Honduras se construye, a un costo de 1400 millones de dólares, la represa hidroeléctrica El Tigre para dotar de energía a los dos países. 14.000 familias deberán abandonar las tierras en las que han nacido y vivido por decenas de años, puesto que se tiene previsto inundar extensas áreas agrícolas y ganaderas.

 Otro de los proyectos que se ejecuta en Honduras, el Patuca II, a cargo de la empresa Panda Patuca Power Company, afectará a la reserva indígena Tawahka y a la biósfera del Río Platano y a las comunidades del Corredor Biológico Mesoamericano, el que, por su riqueza natural, arqueológica, cultural y científica, ha sido declarado patrimonio de la humanidad.

Colombia

 La represa hidroeléctrica de Urrá en el Departamento de Córdova, ubicada cerca a la costa del Caribe, afectará a tres mil indígenas Embera Katio que habitan en la cuenca alta del río Sinu.

 Las comunidades indígenas no solo se quedarán sin su principal sustento alimenticio, la pesca, sino que perderán la comunicación fluvial con los centros de mercadeo. Con el llenado de las 7.400 hectáreas del embalse de Urrá, otras 10.000 personas de las orillas del medio y bajo Sinu que también viven de la pesca, perderán su principal fuente de ingresos.

En el financiamiento y construcción de esta represa tiene una fuerte incidencia el capital extranjero. En efecto, la empresa URRA S.A., de propiedad estatal -y próxima a ser privatizada- contrató a la firma sueca Skansa para la construcción y a la rusa Energomachiexport para dotación de la hidroeléctrica, en tanto que la financiación corrió a cargo del Nordik Investment Bank NIB de Suecia y del Export Develpment Corp. EDC de Canadá.

Los indígenas, tras la toma de la embajada sueca en 1996, lograron que la empresa URRA S.A., les reconociera, entre otras compensaciones, una participación en los ingresos por generación de energía eléctrica. Sin embargo, la empresa, por petición del Ministerio de Minas y Energía, se ha negado a cumplir el acuerdo, por lo que los indígenas interpusieron ante la Corte Constitucional una acción judicial de tutela para preservar sus derechos. Luego de conocer el caso, este organismo dispuso la suspensión provisional de la inundación del embalse.

La lucha indígena, que impulsa la Organización Nacional Indígena de Colombia, ONIC, se ha visto ensombrecida por la guerra sucia que protagonizan los grupos paramilitares: el 25 de agosto de 1998, luego de conocerse el fallo de la Corte, fue asesinado el anciano Alonso Domico Jarupia, líder de los Embera Katio. Igualmente, la sede la ONIC ha sido hostigada en forma permanente y sus asesores amenazados de muerte.

Chile

En Chile, las 6 represas en construcción en la cuenca superior del río Bío Bío, al sur del país, inundarán 22.000 hectáreas, provocando graves impactos en el ecosistema y en la vida económica, cultural y social de los 10.000 Mapuche-Pewenches que habitan la región.

Uno de estos proyectos, la central hidroeléctrica Pangue, ya ha sido ejecutada por intermedio de la empresa española ENDESA. Con el objeto de impedir la construcción de las otras cinco represas, los mapuches y grupos ecologistas llevan a cabo constantes movilizaciones y una campaña nacional e internacional con la que defienden «la madre tierra, la vida, la cultura, la flora, la fauna y el bien de la humanidad».

 Argentina

 «La destrucción del medio ambiente significa nuestra propia destrucción», es el lema de las comunidades que se oponen a la construcción de la represa hidroeléctrica Segunda Angostura en el Río Limay y Parque Nacional Nahuel Huapi, al sur de Argentina.

Este proyecto implicaría la desaparición del río Limay, desde su nacimiento hasta Segunda Angostura, y la transformación de los lagos naturales Nahuel Huapi, el Moreno y El Correntoso en embalses artificiales. De ponerse en marcha este proyecto, provocaría cambios en la flora y fauna, y en los patrones de comportamiento de las aguas subterráneas, de la erosión y acumulación de sedimentos.

Además de ello, la represa afectaría a las localidades de Bariloche, Villa La Angostura y Dina Huapi, que viven casi exclusivamente del turismo, ya que no solo se degradarían sino que desaparecerían las «materias primas» de la industria turística, es decir el valor paisajístico, el ambiente inalterado por el hombre y las áreas de pesca deportiva, que son precisamente los principales atractivos de la región.

 Quienes se oponen a esta represa aducen que ésta no se justifica desde el punto de vista económico, pues aportaría niveles mínimos de energía al país, calculados en menos del 1% del consumo nacional.

Brasil

Actualmente se construyen 50 grandes hidroeléctricas, que afectan a 50.000 familias. El Estado brasileño tiene previsto ejecutar, hasta el año 2015, 494 nuevas hidroeléctricas, lo que provocará la expulsión de 250.000 familias.

La construcción de los grandes complejos hidroeléctricos se inició en Brasil en la década de los 70 con la finalidad de generar energía para el rápido proceso de industrialización. En ese entonces, se consideró necesario la expropiación de grandes áreas, y en un tiempo relativamente corto, poblaciones enteras fueron obligadas a abandonar sus viviendas, sus tierras y sus trabajos. Desde entonces, se han agudizado los conflictos sociales como la migración y el desempleo, fenómenos que ha ido acompañados con un proceso de pérdida de identidad y de las raíces culturales.

A medida que avanzaban las grandes construcciones, los afectados comenzaron a organizarse y a luchar. Las acciones regionales que se inician a comienzos los setenta, dieron un salto adelante en 1989, al conformarse una instancia de articulación nacional denominada Movimiento de Afectados por las Represas, MAB.

El MAB, desde entonces, ha conseguido algunos logros como la suspensión de la construcción de algunas represas, indemnizaciones justas y reasentamientos en nuevas áreas, en condiciones aceptables para vivir y producir.

Represas y capital

 Los problemas relacionados con las represas se agravan con la propagación en todo el planeta de las políticas neoliberales y privatizadores que solo tienen en cuenta la «eficiencia» y los altos niveles de rentabilidad del capital internacional involucrado en las hidroeléctricas, ignorando las consideraciones de orden ecológico, social y étnico.

 Mientras en los países desarrollados se toma conciencia sobre la naturaleza destructiva de las represas y disminuye su ejecución, en el sur del planeta estas obras continúan viento en popa. Cada año de los noventa, se construyeron en promedio 260 represas. «Un importante motivo -señala el MAB- para la construcción de las grandes represas en una escala tan grande es que los principales financistas mundiales (las agencias multi y bilaterales) continúan promoviéndolas como un espectáculo económico para los países en desarrollo y apenas se acuerdan de las evidencias de su pobre rendimiento. A despecho de los millones de dólares que invierten en las represas, estas agencias jamás hicieron un estudio completo y eficiente de los efectos ecológicos, económicos y sociales de las represas que financian».

 Sociedad civil y Banco Mundial

 ONGs ambientalistas, en reuniones llevadas a cabo en 1988, 1990 y 1992, plantearon la necesidad de hacer evaluaciones independientes y demandaron del Banco Mundial la moratoria de los financiamientos para este tipo de obras.

De igual forma, representantes de los pueblos afectados por las represas de 20 países, convocados por el MAB, se reunieron en marzo de 1997 en Curitiva, Brasil. Al término de este evento exigieron una moratoria en la construcción de las represas y el establecimiento de una comisión internacional que permita una evaluación y revisión de los grandes proyectos.

Las críticas de la sociedad civil condujeron a que el Banco Mundial iniciara, en 1995, una evaluación de las grandes represas financiadas por el Banco.  En 1997, conformó una comisión mundial compuesta por 11 miembros, de los cuales 4 representaban a los pueblos afectados. El MAB, que en principio estuvo participando en estas reuniones, se retiró aduciendo que el interés del Banco Mundial era legitimar, con los criterios de la sociedad civil, las grandes construcciones, y que la comisión internacional, sin la participación de los pueblos afectados, estaba destinada al fracaso.

En el plano propositivo, el MAB señala que «hay muchas evidencias que sugieren que las necesidades supuestamente resueltas por las grandes represas, pueden ser satisfechas por otros medios. El agua para las áreas secas e inclinadas puede ser provista en forma más rápida, barata y equilibrada por pequeñas empresas que usen técnicas tradicionales o modernas, y aún que combinen ambas. Todos los países tienen un alto potencial de energía que puede ser optimizado a través del ahorro y la eficiencia. Los costos de la energía reaprovechada, especialmente del viento y el sol, que actualmente se está usando mucho para varios usos y áreas son menores que la hidroelectricidad». Buenos argumentos para reafirmar que, en el caso de las represas, el fin no justifica los medios.

Publicado en el Servicio Informativo Nº 283, ALAI, 11-11-1998, Quito.

https://www.alainet.org/es/active/199