La Movida Global por los Ríos y los Pueblos frente al mito de la hidroelectricidad como energía “limpia y sostenible”

OPINIÓN

Por Alberto Gutiérrez Arguedas , Geógrafo, docente e investigador de la Universidad de Costa Rica (UCR)

2 noviembre, 2021

Publicado en:https://semanariouniversidad.com/opinion/la-movida-global-por-los-rios-y-los-pueblos-frente-al-mito-de-la-hidroelectricidad-como-energia-limpia-y-sostenible/

ntre los días 7 y 24 de setiembre de 2021 se llevó a cabo el Congreso Mundial de Hidroelectricidad. En principio, Costa Rica iba a funcionar como sede del Congreso, sin embargo, finalmente el mismo se desarrolló de manera virtual.  Dicho evento es organizado por la Asociación Internacional de Hidroelectricidad (IHA), una agencia que representa y reúne a diferentes actores de la industria hidroeléctrica global, cuyo principal objetivo es promover e impulsar el desarrollo de este tipo de energía alrededor del mundo. De acuerdo con la página web oficial, el Congreso “reúne a líderes intelectuales, responsables de la toma de decisiones e innovadores de todo el planeta”, los cuales “explicarán por qué es urgente realizar inversiones en este momento para desarrollar la infraestructura energética inteligente, resistente y limpia del futuro”. Además de ser un espacio de reunión y articulación de gobiernos, empresas, grandes ONG y organismos internacionales, el Congreso tiene como propósito hacer propaganda y dar legitimidad ideológica a la industria hidroeléctrica, la cual es promocionada como una fuente de energía “limpia y sostenible”, en el contexto de la crisis climática. Las propuestas y perspectivas de este sector quedaron plasmadas en un documento titulado la Declaración de San José sobre Hidroelectricidad Sostenible.

No es casualidad que Costa Rica haya sido propuesta como sede de este evento. En las últimas décadas este país ha ganado notable visibilidad y prestigio internacional como un supuesto ejemplo en materia de gestión ambiental y sustentabilidad, dentro del cual ocupa un lugar central el tema energético. Para ser más precisos, Costa Rica se ha convertido en una vitrina mundial del capitalismo verde, el cual podemos definir como una corriente o paradigma de pensamiento ambiental que busca hacer compatible la cuestión ecológica con la economía de mercado capitalista. Según esta perspectiva, es posible proteger el ambiente y revertir la crisis climática sin cambiar el modelo de desarrollo dominante, que tiene como fundamentos la acumulación de capital, el crecimiento económico ilimitado y la privatización de bienes públicos y comunes. Los agentes detrás de este discurso son los mismos que se reúnen en este Congreso: organismos internacionales, think tanks, gobiernos nacionales y asociaciones de negocios, los cuales han logrado exitosamente desviar la atención de las verdaderas causas y responsables de la crisis climática y ecológica, a través de conceptos de moda y sin rigor científico, como “desarrollo sostenible” o “crecimiento verde”.

Desde la perspectiva del capitalismo verde y el ambientalismo de mercado, se habla de energías “limpias y sostenibles” como sinónimo de energías renovables, es decir, aquellas que no provienen de combustibles fósiles. Esta es una definición bastante imprecisa, pues las energías renovables también pueden provocar impactos sociales y ambientales negativos, como lo es el caso de la hidroelectricidad. Tal como consta en una amplia documentación a nivel mundial, las represas hidroeléctricas han provocado graves daños socioambientales, entre los que se puede mencionar: modificación abrupta en los caudales, sedimentación, pérdida de biodiversidad, contaminación del agua, desplazamiento de comunidades, pérdida de tierras para uso agrícola y pesquero, acaparamiento y privatización de las aguas, entre otros. Inclusive, contrario a lo que se pensaba hasta hace poco, se ha observado que los embalses hidroeléctricos contribuyen al calentamiento global, debido a la emisión de gases de efecto invernadero, sobre todo metano, mucho más potente que el dióxido de carbono. Para completar el cuadro, en muchas ocasiones el impulso de proyectos hidroeléctricos ha venido acompañado de represión, persecución e inclusive asesinatos de activistas ecologistas y comunitarios/as que defienden sus ríos y sus territorios. Por lo tanto, está muy lejos de ser una energía verdaderamente limpia.

En el caso de Costa Rica, el país se ha posicionado en la última década como un “referente” en esta materia, debido a que posee una matriz de generación de energía eléctrica basada mayoritariamente en fuentes renovables, en donde ocupa un lugar central la hidroelectricidad. Si bien las represas han jugado un papel importante en la vida nacional, el cual es justo reconocer, también han provocado una serie de impactos socioambientales negativos, que han suscitado la conformación de una multiplicidad de resistencias comunitarias y de un movimiento social en defensa de los ríos a escala nacional. Además del daño que este tipo de obra provoca sobre los ríos, ecosistemas y sobre las estrategias de reproducción de la vida en las comunidades, en Costa Rica las represas hidroeléctricas han sido un botín a partir del cual un conjunto de empresas privadas se han asegurado negocios millonarios, provenientes de una masiva transferencia de recursos públicos. Desde las leyes de cogeneración de los años 1990 hasta la fecha, la presión privatizadora ha sido constante, como lo podemos ver actualmente a través del trámite de varios proyectos de ley impulsados por el gobierno, que buscan ampliar los privilegios al sector privado en este campo (expedientes No. 22.601 y 22.606), poniendo en riesgo un sistema eléctrico nacional público y de acceso casi universal, construido a lo largo de décadas. Por lo general, el discurso de las energías “limpias y renovables”, a nivel nacional e internacional, viene de la mano con una perspectiva privatizadora.

Frente a esta coyuntura, se ha conformado la Movida Global por los Ríos y los Pueblos, una iniciativa surgida desde un conjunto de organizaciones y movimientos socioambientales, tanto de Costa Rica, como de otros países de Centroamérica, Latinoamérica y el resto del mundo, como una respuesta crítica al Congreso Mundial de Hidroelectricidad. El principal objetivo de la Movida ha sido denunciar y visibilizar la injusticia socioambiental que caracteriza a la industria hidroeléctrica global, así como problematizar el discurso tendencioso e incoherente de la hidroelectricidad como energía “limpia y sostenible”, tal como ha sido planteado desde el capitalismo verde. Para ello, durante las últimas semanas se han facilitado espacios de encuentro e intercambio de experiencias y conocimientos en relación con este tema, desde la perspectiva de los pueblos que defienden sus ríos y/o que han sido agraviados por este tipo de proyectos. Al calor de la Movida, se han compartido y socializado una gran cantidad de materiales, tanto escritos como audiovisuales, los cuales nos relatan, desde diferentes partes del mundo, cómo las represas hidroeléctricas han provocado graves secuelas en sus territorios y sus comunidades, a partir de las propias voces de sus protagonistas.

Asimismo, más allá de las luchas en defensa de los ríos y los territorios frente al extractivismo hidroeléctrico, a través de la Movida se ha procurado abrir un diálogo y una reflexión alrededor de la posibilidad de construir alternativas de producción y gestión de la energía, desde la perspectiva de los bienes comunes. Frente un problema tan grave y complejo como la crisis ecológica y climática, las energías renovables podrían representar una valiosa alternativa, sin embargo, esta se torna insuficiente —e inclusive, contraproducente— si no se revisan al mismo tiempo el modelo de desarrollo, los patrones de consumo y las relaciones de poder dominantes, que han colocado al planeta y la humanidad en riesgo. Una transición energética verdaderamente justa no se trata solamente de sustituir fósiles por renovables, sino que implica otras formas de organizar, producir y consumir energía, menos oligopólicas y más comunitarias, menos consumistas y más modestas.

Si desea informarse o participar en la Movida Global por los Ríos y los Pueblos, puede buscar la página de Facebook (https://www.facebook.com/movidaglobal/).

El mito de la energía limpia.

Movida Global por los Ríos y los Pueblos


📌El mito de la energía limpia.

Dams and Reservoirs Emit Greenhouse Gas Emissions. Hydropower is not clean energy.

worldhydropowercongress #sustainablehydropower

En Oaxaca se juega sucio para imponer la energía “limpia”

Por Adazahira Chávez | 11/02/2013 | México

Fuentes: desInformémonos

Los intereses políticos y económicos detrás de la construcción de generadores eólicos de energía son grandes, y sus acciones, ilegales, pero los pueblos se hacen fuertes para defender a sus territorios ancestrales del despojo.

Entre los comuneros que se oponen a la construcción del parque eólico en San Dionisio del Mar, “hay voluntad de luchar”, pese a que los enfrentamientos por el operativo policiaco estatal lanzado para romper su bloqueo los tiene con “nerviosismo” y “sentimientos encontrados”, relata Carlos Beas, de la Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo (Ucizoni).

La primera semana de febrero, la solidaridad entre pescadores, campesinos y pobladores binnizá, ikoot y mestizos logró impedir el paso de más de 400 elementos de la policía estatal, que pretendían “ensangrentar al pueblo indígena de Álvaro Obregón, apoderarse de su campamento y custodiar a la empresa española Mareña Renovables que con golpes, sangre, violencia y amenazas pretenden despojar a los indígenas de sus territorios y lagunas de donde obtienen sus alimentos”, señala en un comunicado la Asamblea de Pueblos Indígenas del Istmo en Defensa del Territorio.

En estos momentos hay un amparo vigente que impide la construcción de la obra, además de que los pobladores tienen instalado un plantón para impedir el acceso de la empresa a sus tierras. El 31 de enero, Mareña Renovables amenazó públicamente con llevarse la inversión si no se le otorgaban garantías jurídicas para establecerse en San Dionisio del Mar, y dijo que se quedaría “si se aplicaba la ley”. Esa misma noche, el operativo policiaco sin orden judicial pretendió romper la resistencia de los pobladores, a quienes la empresa y el gobierno insisten en tachar de “grupo minoritario”.

Los enfrentamientos se sucedieron hasta el 2 de febrero. Los ikoot y binnizá denunciaron golpes, detenciones, maltratos e insultos por parte de la Policía Estatal, que arremetió lo mismo contra hombres que contra mujeres y niños. Los elementos policiacos se retiraron de Álvaro Obregón el 3 de febrero, y si intentan regresar ellos o los empleados de la empresa, “no se les permitirá el paso de ninguna manera”, puntualiza Beas, que informa que el plantón sigue en pie.
Mareña Renovables contra los pueblos

En diez años de operaciones, las empresas eólicas construyeron en el Istmo, zona de fuertes vientos, 11 centrales generadoras de energía. Los pobladores de las tierras en las que se asentaron las siete empresas que gestionan los parques eólicos resienten el ruido y las afectaciones ambientales que ha traído esta industria.

Los comuneros ikoots y binnizá se oponen a que Mareña Renovables construya un parque eólico en sus territorios, que consideran sagrados y de donde obtienen sustento.

El proyecto de parque eólico de San Dionisio del Mar, sin haber pasado por el proceso de consulta previa libre e informada, pretende basarse en un contrato firmado en el 2004, con menos del 20 por ciento de asistentes a la asamblea de comuneros. Los dos estudios de impacto ambiental aprobados por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), denuncian los opositores, falsean información sobre los impactos en el frágil ecosistema.

Los pobladores cuentan con un amparo vigente que ordena la suspensión de la construcción del parque por las violaciones al derecho de consulta a los pueblos afectados por parte de instancias como la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat, acusada de la misma omisión en la concesión de impacto ambiental para la construcción del Acueducto Independencia en territorio yaqui, en el norte del país), la Secretaría de Energía y el Consejo Regulador de Energía. “Cualquier entrada de la empresa y cualquier custodia que le haga el gobierno es una violación a esta disposición”, señala Beas.

El gobierno estatal y la empresa se han valido también del presidente municipal priísta, Miguel López Castellanos, desconocido por la población, y de golpeadores y sicarios para amedrentar a los pobladores. “Varios activistas tuvimos que salir de la región, y tenemos preocupación porque son sicarios conocidos los que están tras las amenazas”, apunta Carlos Beas.

Detrás de la represión y el hostigamiento contra los pobladores “hay un agrupamiento entre Francisco López García y Elías Cortés, diputados priístas, caciques del mismo partido, la empresa y funcionarios del estado de Oaxaca”, acusa Carlos Beas, aunque el principal instigador es Jonathan Davies, presidente del consejo de Mareña Renovables, precisa.

“El gobierno es parte del problema, ya perdió su papel de mediador”, señala Beas, y agrega que parte de los grupos de choque que se crearon con personas ligadas a la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y al Partido de los Trabajadores. Además, “el gobierno ha utilizado a la policía como grupo de choque, como guardias blancas, para reprimir a la gente que está inconforme”, acusa el opositor.
Por las amenazas anteriores y los sucesos del 31 de enero, 1 y 2 de febrero, los activistas solicitaron medidas cautelares para algunos de los amenazados, y Amnistía Internacional emitió una acción urgente llamando a resguardar la integridad física de los pobladores y activistas, a investigar las amenazas y a garantizar el proceso de consentimiento libre e informado de los pueblos.
La solidaridad

Después del violento operativo policiaco, Mareña Renovables dijo que estaba dispuesta a “negociar” con los pobladores si éstos deponían su “actitud violenta”. Beas precisa que “la violencia ha partido siempre de ellos, pero con estas declaraciones quieren rectificar el impacto que hubo en la opinión pública por los ataques tan violentos contra la población de Álvaro Obregón”. El integrante de la Ucizoni señala que no se ve una voluntad del gobierno o de la empresa para crear condiciones de distensión.
Sin embargo, los pueblos siguen adelante con su proceso de organización, indica Beas. “Aunque hay nerviosismo por las agresiones, hay un ambiente también de fiesta porque lograron expulsar a la policía y un gran espíritu de solidaridad entre las poblaciones afectadas por este proyecto”, agrega.

Las organizaciones locales llamaron a la realización de una caravana de solidaridad el 17 de febrero, cuya intención es “mantener el ánimo de las comunidades y llevar alimentos, porque las guardias que se hacen son prolongadas”, señala el luchador social.
“La movilización sigue, siguen reuniones, acciones legales y haremos denuncias dentro y fuera del país”, indica Carlos. Aunque están conscientes de que hay poderosos intereses detrás del proyecto y que no será fácil, sigue el proceso de defensa. En los pueblos, finaliza Beas, “hay voluntad de seguir la lucha”.
Comunicado de la Asamblea de Pueblos del Istmo ante la represión:  No nos robarán la rabia ni el viento Fuente: http://desinformemonos.org/2013/02/marena-renovables-juego-sucio/

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=163652&titular=en-oaxaca-se-juega-sucio-para-imponer-la-energ%C3%ADa-%E2%80%9Climpia%E2%80%9D-