La presa de Banqiao: El mayor desastre de una infraestructura en la historia

29/03/2021

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El 4 de agosto de 1975 el tifón Nina toca tierra en China. 4 días después se rompe la presa de Banqiao generando una avenida de seis metros de alto por 12 kilómetros de ancho a 50 kilómetros por hora. Al día siguiente el balance (según los medios oficiales) es de 62 presas destruidas -algunas de ellas bombardeadas a propósito-, 26.000 muertos, que se convertirían en más de 100.000 mil por las hambrunas, y más de un millón de personas sin hogar.

Esta es la poco conocida tragedia de la presa de Banqiao. Una historia de cómo la falta de previsión, gestión y mantenimiento, junto a las mayores lluvias registradas en la zona, dieron lugar a una reacción en cadena que acabo con la vida de entre 125.000 y 230.000 personas. Es la mayor tragedia registrada asociada a una infraestructura humana en la historia. 

Las mayores lluvias registradas en la historia

Debido a una meteorología inusual, el tifón Nina, en lugar de perder fuerza al tocar tierra, se incrementó, atravesando las provincias de Jiangxi y Hunana, girando luego hacia el norte hasta el río Yangtze y las planicies centrales de China. El 5 de agosto el tifón volvió a girar hacia el oeste y se cruzó la provincia de Henen hacia las presas de Banqiao y Shimantan.

El tifón estuvo por lo tanto dos días estacionario sobre la misma zona descargando en 24 horas más lluvia que en todo un año, batiendo registro de lluvia en una hora, 189.5 mm, y en un día, 1060 mm, cuando la media en la zona es de 800 mm al año.

Trayectoria del tifón Nina. Fuente: Wikimedia.

La presa de Banqiao y Shimantan

La presa de Banqiao se terminó de construir en junio de 1952. Debido a los bajos estándares chinos en diseño y construcción por esa época, no tardaron en aparecer grietas en el cuerpo y en las compuertas. Por ello se acudió a la Unión Soviética en 1954 cuyos ingenieros reforzaron la presa, al igual que ocurriría con la presa de Shimantan. Al nuevo diseño se le denominó como “presa de hierro” porque consideraban, erróneamente como ya veremos, como irrompible.

La presa de Banqiao tenía una capacidad de almacenaje máxima de 492 millones de m3 y la de Shimantan de 94.4 millones de m3 y ambas eran presas de gravedad de materiales sueltos.

Ninguna de ellas estaba diseñada para gestionar una lluvia de tales características, con un periodo de retorno aproximado de 2000 años.

La zona venía de un periodo largo de sequía, por lo que unas buenas lluvias servirían para almacenar agua para un futuro. Ese afán o necesidad por almacenar agua, fue el primero de los problemas.

5 de agosto. Comienzan las lluvias

Ese día las lluvias registradas en la zona llegaron a los 448 mm, rompiendo un primer récord, y comenzaron las inundaciones en la zona. A las presas de la zona empezaron a llegar grandes caudales y sus niveles a subir.

6 de agosto. Sigue lloviendo y las compuertas siguen cerradas

El 6 de agosto estuvo lloviendo durante 16 horas, y aunque se solicitó abrir las compuertas para aliviar agua, el permiso se denegó porque aguas abajo ya había inundaciones. El nivel de la presa de Banqiao se situó 2 metros por encima del Nivel Máximo de Explotación (NME).

7 de agosto. Problemas de comunicación y aliviaderos aterrados

Finalmente el permiso fue concedido, pero los telegramas no llegaban a la presa de Banqiao porque las infraestructuras estaban dañadas. Mientras tanto, otra lluvia de 13 horas caía sobre la zona.

Cuando se intentaron abrir los aliviaderos de Banqiao y Shimantan se encontraron que estaban parcialmente bloqueados por sedimentos y las avenidas los habían dañado haciendo muy difícil su apertura, no solo por las lluvias sino por avenidas provenientes de otros diques aguas arriba que iban colapsando.

Incluso operarios declararon que se valoró volar parte de los aliviaderos para aumentar su capacidad, pero que tenían pocos materiales porque los últimos años se había reducido mucho la inversión en prevención de inundaciones debido a la sequía.

A las 09:30 PM una unidad de Ejército Popular de Liberación chino que había sido desplegado en la presa de Banqiao mandó el primer telegrama de alerta de fallo de la presa. A las 11:30 PM, pese al esfuerzo del ejercito por colocar sacos de arena en la coronación de la presa, esta se desbordó. Y lo mismo estaba pasando en la presa de Shimantan.

Recordemos que las presas eran de materiales sueltos, por lo que, si el agua empieza a pasar por encima de ella, se la llevaría por delante.

8 de agosto. Se rompen las presas

A las 12:30 AM se rompe la presa de Shimantan. 20 millones de metros cúbicos se vaciaron con un caudal punta de 25.300 m3 por segundo vaciándola en 5 horas.

A la 1:00 AM se rompe la presa de Banqiao cuando almacenaba 600 millones de m3 de agua. El embalse tardó seis horas en vaciarse y generó una avenida de 6 metros de alto por 12 kilómetros de ancho que destruyó todo a su paso a una velocidad de 50 km/h.

Presa de Banqiao tras la rotura.

Se generó aguas abajo un lago de 300 x 150 km porque el agua no encuentra salida. La zona, que históricamente había sido una llanura de inundación natural, debido a su intenso cultivo y el aporte de sedimentos al río, había reducido enormemente su capacidad de drenaje.

Para proteger otras presas del colapso, algunas áreas fueron evacuadas e inundadas a propósito, llegando a realizar ataques aéreos para destruir algunas presas y evacuar el agua en ciertas direcciones.

9 de agosto. La presa del Lago Suya en peligro

Con los diques del río colapsados, la presa de Baoshnan a punto de desbordarse y el Lago Suya almacenando 1.200 millones de m3 de agua (los que había almacenado él más los provenientes de Banqiao y Shimantan) a punto de desbordarse, se decidió continuar con los ataques aéreos para evitar una catástrofe aún mayor si cabe.

En total fueron 62 las presas que se rompieron por la acción del agua o que fueron bombardeadas deliberadamente.

Muertes y daños

El secretismo con el que se llevó todo lo relacionado con la tragedia por parte del gobierno chino hace que hasta hoy en día se dude del impacto real que tuvo.

Según el gobierno chino en el desastre murieron 26.000 personas directamente y 145.000 por las epidemias y hambrunas posteriores. Se inundaron 29 condados y 1.140.000 hectáreas afectando a 5.900.000 edificios.

Inundaciones tras el paso del tifón Nina.
Afectados por las inundaciones tras el paso del tifón Nina.
Ciudad inundada.

Causas de la tragedia

La principal causa de la tragedia sin duda fueron las excepcionales lluvias. Pero otras muchas cosas que se hicieron mal durante años desembocaron en todos estos acontecimientos.

Durante el periodo denominado como el gran salto adelante, China, desde 1958 a 1962, realizó una importante campaña para transformar su economía agraria tradicional a través de una rápida industrialización y colectivización. En la zona esto supuso, entre otras medidas, dar mayor importancia a la irrigación y acumulación de agua en las presas, que al control de avenidas.

De las nueve puertas de los aliviaderos de emergencia del diseño original de la presa de Banqiao se redujeron hasta siete y en 1961 se inutilizaron dos más para dar preferencia a la acumulación. Esto pasó también con otras presas.

El poco mantenimiento tenía aterradas parcialmente los aliviaderos de emergencia y sus sistemas de apertura no eran lo suficientemente robustos, por lo que no podía controlar eficazmente las avenidas.

La capacidad de desagüe de los ríos aguas abajo de las presas se había reducido mucho por la agricultura intensiva que había ocupado cauces y los había llenado de sedimentos. Se había cambiado tanto la morfología de los cauces que el agua no encontraba sitio para pasar.

Las inundaciones afectaron a las comunicaciones telefónicas y de carreteras, por lo que no se podían comunicar con las estaciones meteorológicas ni entre sí para coordinar las actuaciones. Las comunicaciones también fallaron para alertar a la población y poder evacuar a las zonas más afectadas.

En el momento de la tragedia, llevaban tres años sin celebrarse las reuniones anuales de control de inundaciones para los encargados de la gestión de las presas, en parte por la gran sequía que llevaba varios años azotando a la zona, y no había directrices claras de cómo actuar en esos casos, según cuentan sus trabajadores.

Y aun así, la presencia de las presas posiblemente salvaron muchas vidas, pues dieron tiempo a evacuar a parte de la población y a qué otra parte estuviera alertada. Desde las primeras lluvias torrenciales hasta que las presas se rompieron, pasaron 3 días.

Afortunadamente casos como estos se han dado pocos en el mundo y cada vez son más improbables, pues los estándares de construcción, mantenimiento y gestión de las infraestructuras son mucho mayores. Las comunicaciones son mucho más sofisticadas y los sistemas de decisión en caso de avenidas están muy evolucionados.

No vamos a descubrir ahora lo esenciales que son estas infraestructuras para el desarrollo del ser humano, para dar de comer y beber a las personas, para darles electricidad y para salvarles la vida en caso de lluvias intensas.

Sirva esta historia para recordar la necesidad de unas infraestructuras seguras, bien diseñadas y bien mantenidas. Y para reconocer la labor de todos aquellos que lo hacen posible día a día.

Bibliografía:

Imágenes

https://www.iagua.es/noticias/locken/presa-banqiao-mayor-desastre-infraestructura-historia#.YGHeETq0018.twitter

Inventario de cómo quieren explotar y entregar a transnacionales los recursos energéticos del Huila

Bajando el Magdalena

Inventario de cómo quieren explotar y entregar a transnacionales los recursos energéticos del Huila

viernes 19 de septiembre de 2014

Un temor recorre de arriba a abajo a esta región del sur de Colombia: los 9 megaproyectos energéticos que propone una empresa de China para el río Magdalena, las 37 microcentrales de energía planteadas para zonas de alta pendiente de montaña y las 12 áreas petroleras ya entregadas en concesión.Los planes de Hidrochina han levantado a las poblaciones locales.

Los planes de Hidrochina han levantado a las poblaciones locales. Juan Gonzalo Betancur

Por Juan Gonzalo Betancur

Preocupa mucho el gran interés en todo esto de empresas transnacionales extranjeras que no tienen sentido de pertenencia por el territorio y su gente. Mientras en el resto del país estos problemas no se conocen y los grandes medios de comunicación no hablan sobre ellos, en este departamento del Huila el asunto es tema de conversación en todos lados. Así se constata al ir de pueblo en pueblo bajando el río Magdalena donde de una forma u otra el asunto aparece hasta en la charla más desprevenida.

A simple vista parecería que la queja es cosa de ambientalistas, campesinos, indígenas o defensores de comunidades marginadas, pero la cosa va más allá.

Incluso, en varios municipios toda la clase política local (sin distingos de partido) ya se unió en contra de estos proyectos, para lo cual ha contado hasta con el apoyo de empresarios del campo, pues se afectan las tierras más fértiles y productivas de la región.

En Neiva, hace unos meses hubo una masiva marcha de protesta (se calcula en unos 40 mil los participantes) que salieron a las calles contra el intento de hacer exploraciones petroleras cerca del río Las Ceibas, que surte de agua a esa ciudad.

En otras localidades el asunto sigue siendo apenas tema de los posibles afectados, mientras hay un tercer grupo en el que están los que ven todo desde la distancia porque la situación no será con ellos o porque se pueden beneficiar de alguna forma.

Lo cierto es que en todo el Huila saben algo del asunto y lo comentan por los impactos físicos, ambientales, sociales y hasta culturales que eso traería sobre sus comarcas, debido al tamaño de los macroproyectos y a su dispersión por toda la geografía “opita”, de acuerdo con el gentilicio para los nacidos en este departamento.

Según Asoquimbo, un movimiento ciudadano que surgió en oposición al proyecto hidroeléctrico El Quimbo, actualmente en construcción, estos son los megaproyectos planteados para el Huila con el aval e impulso del Gobierno Nacional de Colombia:

Proyectos hidroeléctricos

De acuerdo con el Plan Maestro de Aprovechamiento del Río Magdalena, que realizó la empresa Hydrochina, compañía estatal de ese país, se proponen construir grandes represas para que el Huila quede con 9 en total y el vecino departamento del Tolima con 8. Todas aprovechando las aguas del principal río de Colombia.

Ese plan, que ya fue entregado pero solo en una versión en inglés, contó con el aval del Gobierno Nacional de Juan Manuel Santos. Esta estrategia hace parte de la llamada “locomotora” minero-energética que desarrolla el mandatario dentro de su plan de gobierno Prosperidad para Todos.

De acuerdo con denuncias recogidas en la región, fue financiado casi en su totalidad por la propia compañía china, pues aportó 11.7 millones de dólares para los estudios, mientras el Estado colombiano solo puso 750 mil dólares por intermedio de Cormagdalena, la corporación autónoma regional con jurisdicción en todo el río Magdalena.

Represas en Huila

En un tramo de apenas unos 300 kilómetros:

Municipio de Pitalito: represa Guarapas, para producir 140 megavatios de energía (MW) y Chillurco (180 MW).

Municipio de Oporapa: represa Oporapa (220 MW). La empresa colombiana Emgesa, controlada por la italiana Endesa, inició ya los trámites para el otorgamiento de la licencia ambiental, documento que permite el inicio del proyecto. En ese municipio, el Concejo municipal solicitó al alcalde, el 30 de agosto pasado, realizar una consulta popular “para impedir la construcción de la represa de Oporapa y actividades de explotación minera y petrolera en el municipio”.

Municipio de Timaná: represa Pericongo (80 MW).

Zona central del Huila: represa El Quimbo (400 MW), actualmente en construcción.

Municipio de Yaguará: represa Betania (520 MW), construida hace tres décadas.

Municipio de Neiva: represa El Manso (140 MW).

Municipio de Aipe: represa Veraguas (130 MW).

Municipio de Villavieja: represa Bateas (140 MW).

En Tolima:

Municipio de Natagaima: represa Basilias (140 MW).

Municipio de Purificación: represa Lame (560 MW).

Municipio de Girardot: represas Carrasposo (170 MW) y Nariño (220 MW).

Municipio de Ambalema: represa Ambalema (160 MW).

Municipio de Cambao: represa Cambao (100 MW).

Municipio de Honda: represa Piedras Negras (100 MW).

Así mismo, se habla de otras 3 represas más entre Tolima y Cundinamarca.

Microcentrales para la producción de energía

Son del tipo “a filo de agua”. No implican grandes represas, sino que se toma el líquido de un río, se aprovecha la caída del agua por una pendiente montañosa para llevarla a una casa de máquinas donde se produce la energía y luego se devuelve a su cauce natural.

De un total de 37 proyectadas y que se podrían construir en los próximos 10 años, ya hay 14 solicitadas para construir con capital privado en los ríos El Bache, Aipe, Neiva y Las Ceibas, entre otros.

Dichas solicitudes se hicieron ante la Corporación Autónoma del Alto Magdalena (CAM), la autoridad ambiental con jurisdicción en la región.

http://otramerica.com/especiales/el-blog-la-ruta/inventario-como-quieren-explotar-entregar-transnacionales-recursos-energeticos-huila/3246