Bajando el Magdalena
Inventario de cómo quieren explotar y entregar a transnacionales los recursos energéticos del Huila
viernes 19 de septiembre de 2014
Un temor recorre de arriba a abajo a esta región del sur de Colombia: los 9 megaproyectos energéticos que propone una empresa de China para el río Magdalena, las 37 microcentrales de energía planteadas para zonas de alta pendiente de montaña y las 12 áreas petroleras ya entregadas en concesión.
Los planes de Hidrochina han levantado a las poblaciones locales. Juan Gonzalo Betancur
Por Juan Gonzalo Betancur
Preocupa mucho el gran interés en todo esto de empresas transnacionales extranjeras que no tienen sentido de pertenencia por el territorio y su gente. Mientras en el resto del país estos problemas no se conocen y los grandes medios de comunicación no hablan sobre ellos, en este departamento del Huila el asunto es tema de conversación en todos lados. Así se constata al ir de pueblo en pueblo bajando el río Magdalena donde de una forma u otra el asunto aparece hasta en la charla más desprevenida.
A simple vista parecería que la queja es cosa de ambientalistas, campesinos, indígenas o defensores de comunidades marginadas, pero la cosa va más allá.
Incluso, en varios municipios toda la clase política local (sin distingos de partido) ya se unió en contra de estos proyectos, para lo cual ha contado hasta con el apoyo de empresarios del campo, pues se afectan las tierras más fértiles y productivas de la región.
En Neiva, hace unos meses hubo una masiva marcha de protesta (se calcula en unos 40 mil los participantes) que salieron a las calles contra el intento de hacer exploraciones petroleras cerca del río Las Ceibas, que surte de agua a esa ciudad.
En otras localidades el asunto sigue siendo apenas tema de los posibles afectados, mientras hay un tercer grupo en el que están los que ven todo desde la distancia porque la situación no será con ellos o porque se pueden beneficiar de alguna forma.
Lo cierto es que en todo el Huila saben algo del asunto y lo comentan por los impactos físicos, ambientales, sociales y hasta culturales que eso traería sobre sus comarcas, debido al tamaño de los macroproyectos y a su dispersión por toda la geografía “opita”, de acuerdo con el gentilicio para los nacidos en este departamento.
Según Asoquimbo, un movimiento ciudadano que surgió en oposición al proyecto hidroeléctrico El Quimbo, actualmente en construcción, estos son los megaproyectos planteados para el Huila con el aval e impulso del Gobierno Nacional de Colombia:
Proyectos hidroeléctricos
De acuerdo con el Plan Maestro de Aprovechamiento del Río Magdalena, que realizó la empresa Hydrochina, compañía estatal de ese país, se proponen construir grandes represas para que el Huila quede con 9 en total y el vecino departamento del Tolima con 8. Todas aprovechando las aguas del principal río de Colombia.
Ese plan, que ya fue entregado pero solo en una versión en inglés, contó con el aval del Gobierno Nacional de Juan Manuel Santos. Esta estrategia hace parte de la llamada “locomotora” minero-energética que desarrolla el mandatario dentro de su plan de gobierno Prosperidad para Todos.
De acuerdo con denuncias recogidas en la región, fue financiado casi en su totalidad por la propia compañía china, pues aportó 11.7 millones de dólares para los estudios, mientras el Estado colombiano solo puso 750 mil dólares por intermedio de Cormagdalena, la corporación autónoma regional con jurisdicción en todo el río Magdalena.
Represas en Huila
En un tramo de apenas unos 300 kilómetros:
Municipio de Pitalito: represa Guarapas, para producir 140 megavatios de energía (MW) y Chillurco (180 MW).
Municipio de Oporapa: represa Oporapa (220 MW). La empresa colombiana Emgesa, controlada por la italiana Endesa, inició ya los trámites para el otorgamiento de la licencia ambiental, documento que permite el inicio del proyecto. En ese municipio, el Concejo municipal solicitó al alcalde, el 30 de agosto pasado, realizar una consulta popular “para impedir la construcción de la represa de Oporapa y actividades de explotación minera y petrolera en el municipio”.
Municipio de Timaná: represa Pericongo (80 MW).
Zona central del Huila: represa El Quimbo (400 MW), actualmente en construcción.
Municipio de Yaguará: represa Betania (520 MW), construida hace tres décadas.
Municipio de Neiva: represa El Manso (140 MW).
Municipio de Aipe: represa Veraguas (130 MW).
Municipio de Villavieja: represa Bateas (140 MW).
En Tolima:
Municipio de Natagaima: represa Basilias (140 MW).
Municipio de Purificación: represa Lame (560 MW).
Municipio de Girardot: represas Carrasposo (170 MW) y Nariño (220 MW).
Municipio de Ambalema: represa Ambalema (160 MW).
Municipio de Cambao: represa Cambao (100 MW).
Municipio de Honda: represa Piedras Negras (100 MW).
Así mismo, se habla de otras 3 represas más entre Tolima y Cundinamarca.
Microcentrales para la producción de energía
Son del tipo “a filo de agua”. No implican grandes represas, sino que se toma el líquido de un río, se aprovecha la caída del agua por una pendiente montañosa para llevarla a una casa de máquinas donde se produce la energía y luego se devuelve a su cauce natural.
De un total de 37 proyectadas y que se podrían construir en los próximos 10 años, ya hay 14 solicitadas para construir con capital privado en los ríos El Bache, Aipe, Neiva y Las Ceibas, entre otros.
Dichas solicitudes se hicieron ante la Corporación Autónoma del Alto Magdalena (CAM), la autoridad ambiental con jurisdicción en la región.
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