Estimado.as amigo.as. Les pedimos sumarse como organizaciones o como personas en la MOVIDA GLOBAL firmando la «DECLARACIÓN POR LOS DERECHOS RÍOS Y LOS PUEBLOS”, que impulsamos desde muchos países del mundo, frente al Congreso de Hidroeléctricas que se realiza en Costa Rica del 7 al 24 de setiembre. Decidan en cuál versión/idioma firman. Esta DECLARACIÓN será enviada al Gobierno de Costa Rica, a la Asociación Internacional de Hidroelectricidad/International Hydropower Association, y a muchos más Gobiernos, empresas, instituciones y organizaciones de todo el planeta. ¡Ríos Libres para la VIDA!
Por Osvaldo Durán Castro , Sociólogo, profesor ITCR
Publicada originalmente el 11 febrero, 2020
En la improductiva Conferencia sobre cambio climático (COP25), realizada en diciembre 2019 en Madrid, España, escogieron a Costa Rica
En la improductiva Conferencia sobre cambio climático (COP25), realizada en diciembre 2019 en Madrid, España, escogieron a Costa Rica –o no sabemos si el Gobierno se ofreció– para realizar un Congreso Internacional de Hidroelectricidad, para el año 2021. Ese evento reafirmará la creencia infundada de que las represas son energía “limpia y verde”.
La existencia de más de 50.000 represas en el 60% o más de los ríos del planeta ha sido la causa de una destrucción incalculable de ecosistemas y vida social, que hasta ahora ni los Gobiernos ni las empresas privadas han asumido ni, mucho menos, pagado. Reparar los daños es simplemente imposible, aunque la multimillonaria burocracia técnica pagada por las constructoras invente todo tipo de argumentos y los exponga en los “estudios de impacto ambiental”, que casi sin excepción son aprobados por las oficinas o ministerios de ambiente de todos los países. De hecho, los costos de la destrucción no se calculan bien en la mayoría de los estudios. Se cuentan como impactos inevitables y se promete solventarlos con propuestas de “mitigación” que nunca, o casi nunca, se cumplen. ¿Cuál es el valor del agua, de los ríos, de los ecosistemas y de las comunidades asociadas con los ríos? Siempre son asuntos ocultos y no considerados.
Los impactos negativos de las represas y, particularmente, su condición de detonadoras del calentamiento global han sido investigados y difundidos, entre otras entidades, por International Rivers, entidad con todo tipo de créditos en esta materia. Desde Brasil hasta China –los países con más represas y con más proyectos en construcción y en espera–, los impactos son letales: producción de metano, calentamiento local y global, destrucción de ecosistemas en los cauces y en las cuencas enteras; además, se suman la persecución, judicialización y asesinato de muchas personas opositoras. En Brasil, las investigaciones estiman que al menos un cuarto de todas las emisiones de metano son generadas por las represas y otros estanques de agua, y que la acumulación de suciedad y contaminantes en las presas impide el ciclo de vida de los ríos. Estudios de universidades y organizaciones sociales en China, donde el enjambre de represas existentes y proyectadas es incontable, siguen denunciando la destrucción de los ecosistemas; igual que en América Latina, va en aumento el reclamo por la ausencia de consulta y participación de la gente, en muchos casos desplazada forzadamente y porque los estudios de impacto ambiental “casi siempre tienen lugar después de la construcción de presas individuales”. Todo confirma un comportamiento claramente irresponsable de los constructores de hidroeléctricas en cualquier parte del planeta. Las advertencias científicas y sociales en todos los países resumen que “destruir ríos empeorará la crisis climática”.
La época de las represas ya pasó en el mundo. No existe manera de justificarlas como energía “limpia”, “verde” o “renovable” a la luz de las evidencias de destrucción. El discurso oficial las defiende como “ambientalmente sostenibles”, precisamente porque ser “ambiental” consiste en regular y ajustarse a leyes y normativas, aunque la destrucción no se detenga. En Europa se habla de demolerlas para recuperar ecosistemas y economías locales. En Estados Unidos, la demolición es ya un proceso en marcha. En Costa Rica, los éxitos comunitarios del 2019, como la suspensión del PH Diquís del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), la liquidación del PH San Rafael en Pérez Zeledón y el freno a los PH Bonilla 510/6.1 MW y PH Bonilla 1320/5.4 MW en Turrialba –los 3 de la constructora HSolís– demostraron sensatez por parte del MINAE (para los PH Bonilla sostenemos la alerta, pues el ICE y el MINAE no los han liquidado oficialmente). El reciente anuncio del ICE de no construir más represas, pareciera que reconoce la urgencia de detener la destrucción de los ríos y respetar los derechos de las comunidades, aunque no ha propuesto modificar la legislación actual. En ese contexto de algunos avances, el Congreso de Hidroelectricidad resulta un retroceso y una contradicción con lo que el MINAE y el ICE han firmado. Costa Rica ya debe iniciar su propia era de demolición de represas y encaminarse hacia un modelo energético inclusivo, justo y respetuoso de los ecosistemas y de la gente, superar el que hemos tenido hasta ahora: excluyente y destructivo. Esa sería la mejor señal que el país podría darle al mundo y no la de estimular una industria que agrava en todos los aspectos la crisis ecológica y social del planeta.
Si algo se puede sostener desde el mundo comunitario es que nunca, ni las empresas estatales ni las privadas, locales o transnacionales, han respetado los derechos de las personas, de las comunidades y de los ecosistemas. La historia de oposición a las hidroeléctricas es muy voluminosa en el mundo y, por supuesto, en Costa Rica. Todas las oportunidades que se ha logrado frenar temporalmente, condicionarlas o impedirlas han sido, exclusivamente, porque la gente organizada ha defendido sus derechos y ha logrado torcer el brazo de las entidades estatales y las empresas, tras incansables y desgastantes alegatos y disputas legales, técnicas y políticas. Los casos mencionados de suspensión del Diquís, la liquidación de los PHs San Rafael y el freno a los PH Bonilla 510 y Bonilla 1320 son la mejor muestra reciente de que si las personas no enfrentan a la institucionalidad y a las empresas sus derechos y los de los ecosistemas son simplemente arrasados.
Osvaldo Durán 1 Movida Global Por Los Ríos y Los Pueblos. Escuchar audio en: https://www.radiosur.org.ar/noticia.php?id=13025 [Descargar]
Osvaldo Durán 2 Movida Global Por Los Ríos y Los Pueblos. Escuchar audio en: https://www.radiosur.org.ar/noticia.php?id=13025 [Descargar]
En respuesta al Congreso de la Asociación Internacional de Energía Hidroeléctrica, organizaciones de Costa Rica, en coordinación con movimientos socioambientales y ecologistas de todos los continentes, llevan a cabo la “Movida Global Por Los Ríos y Los Pueblos” con el objetivo de crear un espacio alternativo de discusión y movilización en defensa de los ríos y los pueblos del planeta.
En el comunicado denuncian que “La narrativa común de la industria hidroeléctrica es que las hidroeléctricas sólo aportan bienestar y progreso. Pero para las comunidades que dependen de los ríos para obtener alimentos, ingresos, agua potable, recreación y valores culturales, esta promesa es falsa. En cambio, soportan la destrucción de ecosistemas y pueden verse obligados a trasladarse. Muchas inversiones nacionales y transnacionales para construir represas hidroeléctricas implican corrupción y son un medio de apropiarse de la riqueza a expensas de las comunidades afectadas.”
El sociólogo Durán Castro, integrante de la Federación Ecologista de Costa Rica, analizó el vínculo de estos proyectos hidroeléctricos con el modelo de economía basado no solo en el extractivismo, sino también en las llamadas economías de enclave, como se describen en un mercado globalizado, a las actividades productivas que se localizan en países subdesarrollados destinadas a la exportación y sin integrarse en el mercado local. A nivel ambiental, generan impactos ecológicos de la energía hidroeléctrica y destrucción de ecosistemas, con el agravante que suman las emisiones de carbono de las represas hidroeléctricas y el agravamiento del cambio climático. En lo social, con desplazamiento de poblaciones y despojo de territorios mayormente indígenas, así como la victimización, persecución y asesinato al los referentes que resisten a estos proyectos.
Desde Costa Rica se impulsó una contraparte a las empresas y a los gobiernos que participan del Congreso, ya que pretenderán mostrar modelos de hidroeléctricas como “ejemplo de energía limpia y sostenible”. Durán Castro se refirió también a trama de corrupción corporativa y financiera que existe detrás de estos megaproyectos, vinculados al endeudamiento de nuestros pueblos e hizo un llamado a que, localmente se “identifiquen a estas empresas y bancos” que tienen, finalmente, responsabilidad en la pérdida del control nacional y social-comunitario de los recursos hídricos y energéticos. Concluyó con el llamado a preguntarnos ¿energía para quién? ¿para qué?, antes de permitir que se radiquen estos megaproyectos.
Desde el documento conjunto, con base en la “Declaración Ríos Saludables para una Recuperación Justa y Verde”, se pide: una moratoria global de nuevas hidroeléctricas, el aumento de la inversión en energías renovables y almacenamiento de energía, procurar una nueva matriz energética y generación distribuida democráticamente, y la salvaguarda de áreas vulnerables y reconocimiento jurídico de derechos de los ríos.
Hasta que vuelvan los abrazos. El programa de las mañanas de La Retaguardia y Radio Sur. De lunes a viernes te inmunizamos contra la desinformación y la mala onda. Ante la segunda ola, nuestra segunda dosis. Visitá nuestro blog y escuchá todas nuestras emisiones: https://hastaquevuelvanlosabrazos.blogspot.com/
En julio del año pasado el gobierno de Turquía empezó a llenar la Presa Ilisu, conocida por encontrarse pocos kilómetros al sur de la antigua población de Hasankeyf. La inundación del valle ha generado casi 80.000 desplazados.
Hasankeyf, situada en al sureste del estado turco, un territorio de mayoría kurda, era uno de los asentamientos humanos más longevos de Oriente medio, con ruinas que datan de hasta 12.000 años de antigüedad. Inversores extranjeros se retiraron del proyecto por las protestas que denunciaban que la construcción de la presa destruiría yacimientos arqueológicos de gran importancia. Tras conseguir el apoyo por bancos turcos relacionados con su partido islamista, el presidente Recep Tayyip Erdoğan relanzó el proyecto.
La región más afectada es el norte de Siria, donde se encuentra la comuna kurda de Rojava, que además sufre este año de unas lluvias excepcionalmente escasas. Recientemente el frágil ecosistema kurdo-sirio ha sufrido otro golpe más.
La guerra que libra Turquía contra los movimientos de liberación kurdos parece haber entrado en una nueva e imprevisible fase: desde la invasión de determinadas áreas del territorio por Ankara y sus aliados islamistas en 2019 la estrategia de Erdogan parece haber virado al planteamiento de una guerra en todos los niveles.
Turquía suma ahora la interrupción de la corriente del río Eúfrates -donde se encuentra, entre otras, la gran Presa Atatürk- y la obstrucción de otros flujos de agua esenciales para la supervivencia de la población y del ecosistema local. Cabe señalar que apenas hace una semana, cuando la atención mediática estaba enfocada en Afghanistan, el ejército de Turquía, estado miembro de la OTAN, bombardeo un hospital en la ciudad yazidi de Shengal, en Siria, con un saldo de ocho muertos.
Un nuevo estudio, publicado en la revista Global Sustainability, revela por primera vez que más de 160.000 millas de ríos corren el riesgo de perder su condición de libres de barreras debido a la propuesta de construcción de nuevas presas hidroeléctricas. La extensión total de los ríos que fluyen libremente en peligro es más larga que seis veces la distancia que rodea la Tierra. Ríos emblemáticos como el Amazonas, el Congo y el Salween son algunos de los que se verían interrumpidos por el desarrollo hidroeléctrico.
Las presas y los embalses son los principales responsables de la pérdida de conectividad en los ríos de todo el mundo. Mientras los líderes mundiales se reúnen para una ronda crítica de cumbres de la ONU sobre el clima y la biodiversidad este otoño, los responsables políticos deben considerar las compensaciones entre el desarrollo hidroeléctrico y el mantenimiento de ecosistemas de agua dulce saludables.
«Cuando se trata de la salud de los ríos, el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, ya no podemos permitirnos pensar que son cuestiones separadas», afirma Michele Thieme, científica principal de agua dulce del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) y autora principal del estudio, «los ríos son poderosos agentes para mantener la salud de la vida silvestre y de las comunidades, especialmente en un clima que se está calentando, y sin embargo su capacidad para mantener la vida está amenazada por las presas hidroeléctricas en muchas partes del mundo. Las mejores soluciones políticas serán las que equilibren las necesidades de energía renovable con los numerosos beneficios de los ecosistemas prósperos de agua dulce».
El estudio concluye que todas las presas propuestas en los ríos actualmente sin barreras generarían colectivamente menos del 2% de la energía renovable necesaria en 2050 para mantener el aumento de la temperatura global por debajo de 1,5° C: una pequeña contribución con consecuencias potencialmente devastadoras para los ríos que fluyen libremente que quedan, y para las personas y la fauna que dependen de ellos. Los ríos con buena conectividad y en buen estado ecológico aportan diversos beneficios que a menudo se pasan por alto: poblaciones de peces de agua dulce que mejoran la seguridad alimentaria de cientos de millones de personas, entrega de sedimentos que nutren la agricultura y mantienen los deltas por encima de la subida de los mares, y llanuras de inundación que ayudan a mitigar el impacto de las inundaciones y sostienen una gran biodiversidad.
«El futuro es renovable, por lo que es importante que planteemos soluciones realistas que tengan en cuenta los enormes beneficios de los ríos que fluyen libremente, pero también la necesidad de las personas de disponer de energía limpia en un clima que se está calentando», afirma Thieme.
Los investigadores recopilaron soluciones políticas con base científica para cumplir los objetivos climáticos y energéticos, salvaguardando al mismo tiempo los ríos sin barreras y sus beneficios para las personas y la naturaleza. El estudio expone ejemplos concretos en los que los gobiernos han aplicado con éxito estas estrategias, como por ejemplo:
Evitar la fragmentación de los ríos estableciendo protecciones formales de los mismos o explorando opciones de desarrollo alternativas, como las energías renovables no hidroeléctricas, como la solar y la eólica. La planificación temprana de todo el sistema es la mejor solución para satisfacer las necesidades de desarrollo y mantener los ríos y los beneficios que proporcionan conectados y fluyendo.
Minimizar el impacto de las presas en los ríos situando las presas en lugares con menos impacto en las personas y la naturaleza. Tecnologías como los caudales ambientales también pueden ayudar a minimizar el impacto de las presas al permitir que el agua se mueva a través de ellas de manera que imite los caudales naturales.
Restaurar los ríos mediante la eliminación de las presas, una opción cada vez más popular en EE.UU. debido a los altos costes de mantenimiento de las presas y a los impactos negativos en los ecosistemas circundantes.
Compensar los impactos negativos de las presas. Si un río es cortado por una presa, puede haber opciones para proteger otro río que garantice el mantenimiento de valores similares en la región.
🔴 Cada vez más ingenieros y científicos están discutiendo cómo las represas se vuelven más arriesgadas en un clima extremo impredecible empeorado por #CambioClimático.
Las represas hidroeléctricas son una #FalseSolution para nuestro futuro y una distracción de nosotros verdaderamente abordando el cambio climático. Existen alternativas más verdes y más confiables. Las fuertes precipitaciones incluso provocaron preocupaciones sobre Three Gorges #dam stability. ′′ Debido al cambio climático, podría haber precipitaciones más altas y más elevadas, eso es algo que puede no haber sido considerado durante el proceso de diseño de la presa,» dijo Wen Wang, profesor de hidrología en la Universidad Hohai en Nanjing, añadiendo que es Un gran problema que los ingenieros están prestando atención a ahora, sin embargo, uno que es difícil de construir para dada la dificultad de pronosticar con precisión los volúmenes de lluvia extrema.
READY OR NOT
Managing China’s thousands of dams is trickier in the era of climate change
The Yangtze river’s periodic flooding was one of the reasons China built the Three Gorges dam, the largest addition to the country’s network of tens of thousands of dams.
The idea was that by storing and then carefully releasing river waters, the country would be able to prevent catastrophes like the floods of 1931, in which millions of people died in cities along the mighty river, or the 1998 floods, that left millions homeless. “The Three Gorges Dam is instrumental in our flood control efforts,” a deputy water resources minister said soon after the completion of the controversial project.
China has about 98,000 dams, most of them small-scale and constructed before the 1970s. In addition to flood control, these dams play an important role in hydroelectric power generation, and ensuring water security. But flooding in recent years due to unusually heavy downpours has drawn more attention to the challenges of managing dams in an era of climate change, when extreme rainfall poses new risks for surrounding communities.
Last month, the Yihetan dam, a major dam in central China’s Henan Province, was breached and “seriously damaged” after the province was hit by torrential rain. Two other dams in north China’s Inner Mongolia region were breached and collapsed after overflowing, affecting more than 16,000 people. Heavy rainfall last year even prompted concerns about the stability of Three Gorges after waters rose above its flood-prevention level, talk that Chinese officials quickly rebuffed.
“Because of climate change there could be higher and higher precipitation, that’s something that may have not been considered during the process of designing the dam,” said Wen Wang, a professor of hydrology at Hohai University in Nanjing, adding that it’s a major issue engineers are paying attention to now, yet one that’s hard to construct for given the difficult of accurately forecasting volumes of extreme rain.
China sees warmer temperatures, heavier rain
While’s it’s difficult to link any one extreme event to global warming, the new report from the Intergovernmental Panel on Climate Change published Monday (Aug. 9) says that rainfall and floods seen as “once in a decade” events are going to become increasingly more frequent. In east Asia, the IPCC predicts with high confidence that heavy rainfall will increase in frequency and intensity.https://datawrapper.dwcdn.net/j3TBP/2/
Zhengzhou city, in central China’s Henan province, for example, recorded what is typically nearly a year’s worth of rain on a single day. Torrential rain on July 20 caused floods that left more than 300 dead, including many who were trapped in car parks or in the inundated subway system.
Johnny Chan, professor of atmospheric sciences at City University of Hong Kong, said that such levels of precipitation are “unheard of in that part of the country.” But, as the Earth gets warmer, speeding evaporation, this may not remain unusual. “You can expect to see higher and higher frequency of heavy rain,” said Chan.
According to a report commissioned by the National Climate Center, part of China Meteorological Administration, mean temperatures in the country were above normal in every season in 2020. Meanwhile, the annual rainfall for the whole country in 2020 ranked as the fourth-highest since 1951. The heavy rainfall caused extreme floods across southern, central, and eastern China. As a result, water levels at the Three Gorges Dam, the world’s largest hydroelectric plant, located in central China and completed in 2009, rose 6.5 feet above its flood-prevention level.
Managing for climate change
One of the dams that collapsed this year, the Xinfa dam in Inner Mongolia, was “well constructed and prepared very well (for floods)” said Mohammad Heiderzahad, an associate professor of civil engineering at Brunel University in London. Heiderzahad, who is a dam engineer himself, explained that even so the dam collapsed quickly despite having two spillways and an emergency bottom outlet, which allows for water to be released safely when a dam is in danger of overflowing.
This may have been due to the fact that the unprecedented level of rainfall exceeded the Probable Maximum Flood the dam was designed for, a term that refers to an estimation of the largest flood conceivable where the dam is being constructed.
“If unprecedented flooding is going to be the (new) norm, then large reservoirs would put communities at a big risk” said Heiderzahad. One mitigation step he suggested is adding another emergency spillway under already existing dams to prevent them from overflowing.
In one case last year, officials were forced to blow up a dam that was at risk over overflowing.
Wang, of Hohai University, disagreed that size itself is a risk. Instead, he said collaboration between different reservoirs, and the use of engineering and non-engineering methods of handling water overflow, is what matters. When it appears that engineering methods cannot handle the level of rainfall, dams must empty their reservoirs, he said, a move that is highly reliant on accurate forecasts of precipitation. Learning from last year’s floods, for example, engineers at Three Gorges expelled 90% of the dam’s capacity at the beginning of June this year to brace for the flooding season.
Others note that the age of a dam may be a crucial factor to consider. “The aging dam landscape faces new temperature, snow, discharge, and floods patterns that increase the risk of hydrological failure,” noted a 2021 paper in Nature Communications that described dams as playing a positive role in reducing flood vulnerability. ”To maintain historical levels of flood protection in the face of climate change, new dam release operations will be required.”
If more dams have to release water to accommodate more intense rainfall, however, that could result in flooding in downstream areas, particularly if those flows coincide with rainfall.
“But we have to make a balance,” said Wang. “If the reservoirs are not emptied to prepare for high precipitation events, maybe the dam will collapse, which will cause more and more loss of people and properties.”
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🔴 Communities are enduring unusual flooding & droughts from upstream #dams on the #Mekong. Concerns are being sidelined. Countries «need to advocate for changes in the way dams are operated to reduce impacts on the river & communities downstream»@paideetes
Asia
How Mekong River is turning into a new flashpoint in Indo-Pacific
Experts view the South China Sea as the most probable area of conflict in Asia. Their attention now has also turned to the Mekong River, where the economic and environmental stakes are arguably much higher.
China, one of Laos’ closest political allies and trade partners, is a key investor in Mekong River projects
For several years, US politicians have adopted the Japanese slogan of a «free and open Indo-Pacific,» calling for international law to apply over disputes in the South China Sea, where China is accused of acting aggressively.
Earlier this month, during the East Asia Summit foreign ministers’ meeting, US Secretary of State Antony Blinken called for «a free and open Mekong.»
The Mekong River begins in China’s Tibetan Plateau and runs through Myanmar, Laos, Thailand and Cambodia before exiting in Vietnam’s delta region. Hundreds of hydropower dams have been built up and down the river since 2010, and most of them are in China and Laos.
Laos, the poorest member of the Association of Southeast Asian Nations (ASEAN) bloc and a landlocked state without much of a manufacturing sector, has recorded a 7% GDP growth on average for much of the past decade, thanks in large part to exporting hydropower-generated electricity.
Environmental catastrophe overshadowed by political agenda
However, dam-building has resulted in environmental destruction and accusations of forced evictions and land-clearing across the region.
When part of a dam collapsed in southern Laos in 2018, at least 40 people were killed and hundreds of households in the region were affected by flooding.
The Mekong River begins in China’s Tibetan Plateau and runs through Myanmar, Laos, Thailand and Cambodia before exiting in Vietnam’s delta region
Thailand and Vietnam now also say they are experiencing unusual flooding and droughts because of damming on upstream parts of the Mekong.
Pianporn Deetes, the Thailand and Myanmar campaigns director for International Rivers, a global NGO, argues that an increased American and Chinese interest in Mekong has made the debate «more politicized and polarized.»
The concerns of riparian communities, she adds, are «being overshadowed or sidelined by political agenda.»
Critics say that China could threaten to intentionally hold back much of the river’s water upstream, producing extreme droughts in Thailand and Vietnam, as a way of pressuring Bangkok and Hanoi to accept Beijing’s geopolitical aims. In late July, Chinese hackers allegedly stole data on the Mekong River from Cambodia’s Foreign Ministry servers.
On the other hand, increased funding from US and China-led initiatives to governments and institutions in the region has «contributed to greater public attention and debate on issues critical to the future of the Mekong River and its people,» Deetes told DW.
Can the US and China cooperate?
On August 2, US Secretary of State Blinken co-hosted the second ministerial meeting of the Mekong-US Partnership, created in 2020 to expand the work of a previous forum, the Lower Mekong Initiative. The Beijing-led Lancang-Mekong Cooperation forum was formed in 2016.
«The US emphasis on transparency and inclusivity as part of its Mekong-US Partnership is enabling productive outcomes in the Mekong region and decreasing China’s accountability gap in its own backyard,» said Brian Eyler, director of the Stimson Center’s Southeast Asia program.
There are even claims that despite the conflict, the Mekong River could be one issue on which Beijing and Washington see eye-to-eye. «Environmental conservation of the Mekong is actually a major area of alignment for both the US and China,» Cecilia Han Springer, a senior researcher with the Global China Initiative at the Global Development Policy Center, told DW.
Tensions within Southeast Asia
Susanne Schmeier, an associate professor in Water Law and Diplomacy at IHE Delft, identifies two main tensions between China and the Southeast Asian states, and among the Southeast Asian states themselves.
«The data shows that Thailand is the biggest investor in hydropower dams in Laos, building four times as many dams as China,» said Eyler. Watch video 03:18
Mekong River threatened by dams and climate change
Thailand is also the biggest importer of electricity generated by Laos’ hydropower dams. But there is already an excess of power generated by the dams in Laos, so Vientiane has «a tall order ahead» to find markets for that power, Eyler added. «It would be wise to pause future dam building until this supply-demand problem is worked out.»
Deetes said, «As a key financier and buyer of electricity from Mekong mainstream and tributary dams in Laos, Thailand has a key role to play to reduce impacts on the Mekong and its people.»
In February 2020, the Thai government ended the China-led Lancang-Mekong Navigation Channel Improvement Project over its possible social and environmental impacts.
In January this year, Thai authorities rejected the new technical report issued by the Chinese developers of the $2 billion (€1.7 billion) Sanakham dam project in Laos, arguing it didn’t assess the environmental impact of downstream communities, mostly those in Thailand itself.
«Thailand should be more proactive in addressing the impacts of the Lancang cascade, including working with other Mekong countries, to advocate for the changes in the ways the dams are operated to reduce impacts on the river and communities downstream,» said Deetes.
Economic dependence on China
But how much influence other Southeast Asian states have over Laos remains in doubt. The bigger problem is whether Laos, as the so-called battery of Asia, could wean its economy off reliance on hydropower investments and exports.
Unlike its neighbors, Laos doesn’t have a large low-cost manufacturing sector. Its exports to the US and the European Union are negligible. The EU imported just €300 million worth of goods from Laos last year, according to European Commission data. Instead, the Lao economy remains heavily dependent on hydropower exports, mining and farming. Watch video 07:27
Cambodia: Dam threatens Mekong’s dolphins
«I do not think Laos is likely to divert from its current strategy as the export of hydropower to neighboring countries provides a reliable and promising source of income,» said Schmeier.
Neither, Schmeier adds, does Laos’ government have many incentives to diversify its economy. The development of dams provides various opportunities for «additional personal income» for government officials and other actors, she noted.
And China, one of Laos’ closest political allies and trade partners, is a key investor in these projects.
Concerns have been expressed that Laos’ considerable debt to China puts it at risk of Beijing’s alleged «debt-trap diplomacy,» which could force it to sell important state assets away to China in lieu of repayments.
In 2020, a Chinese firm effectively took control of Laos’ domestic electricity grid.
After cataloguing the 100 largest hydropower projects in the Mekong region, Springer found that most of the hydropower projects in Laos plan to export up to 90% of electricity generated abroad. However, she adds, other renewable sources of energy, such as wind and solar, «can meet much of Laos’ electricity demand with similar revenue streams and less capital investment than if the current hydropower pipeline was built.»