Este 7 de abril se cumplen ocho años del asesinato de Daniel Pedro Mateo, líder comunitario maya Q’anjob’al. Fue secuestrado el 7 de abril de 2013. Nueve días después fue encontrado sin vida y con señales de violencia en el área cercana de las instalaciones de la hidroeléctrica Hidro San Luis, propiedad de la empresa 5M, entre el límite del municipio de Barillas y Santa Eulalia.
La población Q’anjob’al, al enterarse de la desaparición de Daniel Pedro Mateo, se organizó para efectuar la búsqueda en los municipios de Santa Eulalia, San Mateo Ixtatán, Santa Cruz Barrillas y San Pedro Soloma. La búsqueda duró varios días, hasta que encontraron su cuerpo en la aldea de Ya’ tzi’kin en Santa Eulalia.
Por su muerte fue condenado a 25 años de prisión Pedro Hermenegildo Jerónimo Juan por participar en el secuestro del líder comunitario, según la investigación de la Fiscalía contra el Crimen Organizado del Ministerio Público (MP) de Huehuetenango.
Daniel Pedro Mateo fue un líder Q’anjob’al conocido como “Daniel Maya”. Destacó por su trabajo a favor de los derechos colectivos, el territorio y la madre naturaleza y por su oposición contra la explotación minera e hidroeléctrica en la región norte de Huehuetenango. Participó como candidato a alcalde municipal en su municipio con los partidos políticos Encuentro por Guatemala y por el movimiento político Winaq, en 2008 y 2011.
Pedro Mateo fue integrante del Movimiento Social y promotor de la consulta comunitaria de buena fe que se realizó el 29 de agosto de 2006 en el municipio de Santa Eulalia.
Durante la celebración de la Semana Santa de 2013, Pedro Mateo convivió por última vez con su familia. Disfrutaron de comer pan con miel, atol, tamalitos y se tomaron fotografías que solo quedaran como un recuerdo de padre a hijos, según relata María Victoria Pedro Mateo, hija mayor de Pedro Mateo.
Después de su muerte algunos marimbistas y cantantes locales le dedicaron sones en memoria a la lucha de Daniel Pedro Mateo. También se han hecho pinturas para honrar su memoria. Después de ocho años, grupos sociales, colectivos y la población en general todavía piden justicia; que se dé con los responsables materiales e intelectuales de Daniel Pedro Mateo y sean sancionados conforme a la ley.
El grupo de marimba “los hijos de Jolom Konob’, le dedicó el son denominado homenaje a Daniel Maya. https://www.youtube.com/embed/qqQ74aPSk1M?enablejsapi=1&autoplay=0&cc_load_policy=0&cc_lang_pref=&iv_load_policy=1&loop=0&modestbranding=1&rel=1&fs=1&playsinline=0&autohide=2&theme=dark&color=red&controls=1&
Mientras que “Maderas de mi pueblo”, le escribió “Homenaje a Daniel Pedro Mateo”: https://www.youtube.com/embed/2hxaDEGT1I0?enablejsapi=1&autoplay=0&cc_load_policy=0&cc_lang_pref=&iv_load_policy=1&loop=0&modestbranding=1&rel=1&fs=1&playsinline=0&autohide=2&theme=dark&color=red&controls=1&
📌#ConferenciaDePrensa Familia de #BertaCáceres y equipo legal de la causa dan declaraciones sobre nueva prueba presentada sobre pago de Daniel Atala a David Castillo dos días antes del asesinato de Berta Cáceres
👉Vea aquí la conferencia:https://facebook.com/copinh.intibuca/videos/2924490457786967/
📣Concerned about endangered freshwater ecosystems? We are too! Here’s some good news: removing dams is one of the best ways to restore these critical populations!
Check out this exciting story here: 👉http://ow.ly/2JSr50EoSzY
📌So great to see #damremovals happening around the world! These are critical steps to restoring freshwater ecosystems, preventing further climate destruction and more!
📌Learn more about recent efforts in Catalonia, Spain here: 👉 http://ow.ly/dEKq50EfKSB
The Molló (also known as Ritort) dam was located at the top of the Ritort River in the Catalonian region of Spain. The dam was built in 1991, and was 7 meters high by 24 meters wide. For many years, the Molló dam served to retain and divert water to the Ritort hydroelectric plant, thus breaking the connectivity of the river.
The decision to demolish the dam and restore connectivity in this stretch of the river has made a new reality possible.
Demolition works began in late August 2020 and were completed in early November of the same year. The video below, created by the Catalan Water Agency, shows the initial state of the river, the start and development of the works, and the final visual result of the environment once the action was carried out. Practitioners used a zipline system for the dam removal. 8 km of river were opened in a river that is a Natura 2000 network space and a trout genetic reserve.
This demolition, which is part of the Green Agenda of Catalonia, was carried out by Infraestructures.Cat with the direction and coordination of the Department of Territory and Sustainability, and the Catalan Water Agency. The local community has responded favorably.
Note: The video below is in Catalán, but has the option to automatically translate the subtitles into your preferred language. https://www.youtube.com/embed/wZBUmF39zaw?feature=oembed
Ahora que el gobernador Enrique Alfaro Ramírez pretende resucitar el proyecto de la presa El Zapotillo como respuesta para el abasto de agua en la zona metropolitana de Guadalajara, conviene precisar que se trata de una apuesta cuesta arriba. Por principio de cuentas habrá que exponer que la disponibilidad de caudales del río Verde para dotar de agua a la ciudad siempre ha estado presente en estudios pero no en la realidad.
Y por si fuera poco, con la actual altura de la cortina de 80 metros –ordenada por resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación–, solamente habría agua para León, Guanajuato, y poblaciones alteñas, y tendría que elevarse a 105 metros para que llegara agua al área conurbada tapatía, según detalla el Libro Blanco de El Zapotillo, elaborado por la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Desde hace más de 50 años, los estudios sobre utilizar las aguas del río Verde para Guadalajara se convirtieron en un sueño y después se volvieron una quimera. Un documento denominado Análisis de Alternativas para el Aprovechamiento del río Verde en el estado de Jalisco, elaborado por la Conagua, señala que la reserva de este afluente decretado por la Presidencia de la República en 1995, puede aportar hasta 16 metros cúbicos por segundo al año.PUBLICIDAD
De este volumen, 3.80 metros cúbicos serían para Guanajuato; 0.40 para Tepatitlán y Valle de Guadalupe; 1.80 para otras localidades de Los Altos; 0.40 para uso pecuario en Jalisco y 9.60 para la zona metropolitana de Guadalajara. Sin embargo, para que las aguas del Verde puedan aprovecharse tendrían que construirse varias presas para que llegue el agua a la zona metropolitana. Según el análisis, se necesita El Zapotillo a 105 metros y con 911 millones de metros cúbicos de embalse; la presa El Salto (ya construida); presa Intermedia de Acatic, en anteproyecto y Arcediano, suspendida por su elevado costo financiero.
En las condiciones actuales de El Zapotillo, con una cortina construida a 79 metros, el Libro Blanco del proyecto de Conagua señala que almacenaría 411 millones de metros cúbicos que garantizaría agua para León y Los Altos de Jalisco, pero no para Guadalajara.
En concreto, precisa que este volumen beneficiaría a un millón 400 mil habitantes de León y 350 mil de Los Altos de Jalisco. Elevar la cortina a 105 metros, aportaría agua para 950 mil habitantes de la zona metropolitana de Guadalajara.
Pese a las proyecciones que realiza la Conagua, las verdaderas condiciones del río Verde las arroja el histórico comportamiento irregular que ha registrado la cuenca en los últimos 50 años. El mismo análisis de la dependencia reconoce que en 1973 con todo y escurrimientos, el río llegó a registrar hasta 2 mil millones de metros cúbicos; pero en 1982 estuvo prácticamente sin escurrimientos y en el estiaje la afluente ha registrado cero en algunos tramos. De ahí la insistencia de especialistas que han advertido que los estudios del gobierno federal no se han actualizado y que las condiciones de la cuenca del río Verde, no dan para una presa, mucho menos para operar cuatro en el sistema para traer agua a Guadalajara y enviar a León, Guanajuato. Y encima de esto, todavía queda resolver los 20 amparos que pesan sobre el proyecto y que lo mantienen en el limbo. (Lo invito a que me lea, escuche y vea en www.paraleloveinte.com).
The usual avenues for addressing and adapting to climate change–like protecting forests and ramping up clean energy sources–typically overlook one powerful solution: rivers.
Rivers and their floodplains have the potential to act as shock absorbers to climate change, and are powerful agents for keeping wildlife and communities healthy and resilient.
The most effective climate action plans will account for this and incorporate rivers into their plans for a climate-resilient future, argues Michele Thieme, a freshwater scientist at World Wildlife Fund.
This post is a commentary. The views expressed are those of the author, not necessarily Mongabay.
This past December marked the 5th anniversary of the landmark Paris Agreement. Soon after, the Biden Administration rejoined the Paris Agreement as one of their first actions in office. And in January, the Climate Adaptation Summit once again convened global leaders and local stakeholders to accelerate adaptation action.
As these milestones reinvigorate a call to action for our politicians and business leaders to act on climate and “ramp up climate ambition,” all eyes inevitably turn to the usual avenues for addressing and adapting to climate change: forests, clean energy and waving goodbye to our toxic relationship with fossil fuels. And while mitigation efforts continue to dominate the conversation, adaptation is ever-increasing in importance in global discussions as extreme weather and its impacts worsen around the world and countries work to build stronger national commitments.
Funding, policies and actions supporting adaptation, especially nature-based solutions, however, remain weak. They overlook a powerful resource in the fight to adapt to a changing climate: rivers.
We are seeing the climate crisis manifest through water. Droughts and floods are increasing in frequency and severity from the Mekong River to the arid Rio Grande, from the plains of Africa to the world’s largest tropical wetland, South America’s Pantanal.
Rivers and their floodplains have the potential to act as shock absorbers to climate change. But maximizing their ability to do so requires strategic interventions that keep their natural features intact or incorporate green and grey infrastructure that allow natural processes to occur. Governments and business leaders must prioritize climate adaptation actions that include rivers as part of the toolbox of nature-based solutions for solving the climate crisis.
Rivers: Unsung heroes of climate adaptation
Rivers are powerful agents for keeping wildlife and communities healthy and resilient. Their natural functions provide life-giving resources and, critically for sinking deltas around the world, protect coastal areas against rising sea levels. Let’s dive deeper on a few of these functions:
Sediment flow: Rivers carry sediment all the way to the ocean where, over time, the deposited sediment accumulates to build a delta. Deltas that are starved of natural sediment flows are at risk of being inundated by rising seas. The natural flows also provide sediments to reinforce riverbanks and deliver nutrients to fertile agricultural lands and mangrove forests along the floodplains and a river’s edge. Infrastructure, such as dams, blocks the flow of sediment, one of the causes of sinking and shrinking deltas.For example, over 100 billion tons of sediment is now stored behind upstream dams, greatly reducing sediment flows to coasts around the world. According to a recent study, at least 25 million people live in sediment-starved deltas and thus are vulnerable to increased coastal flooding and inundation.
Flood risk reduction: Floodplains and wetlands along rivers are like sponges, providing a buffer for the rising and swelling of rivers, especially during flooding events. As climate change exacerbates floods, it is more important than ever that we protect and restore floodplains and wetlands. Without action, the costs to society are potentially enormous. For example, coastal flooding alone could cost up to $1 trillion per year in damages by 2050 in coastal cities if no adaptation action is taken. Restoring floodplains and coastal wetlands, along with other interventions, is a critical preventative measure against such losses.
Food and water security: River systems are among the most biologically diverse and productive ecosystems on the planet. Early civilizations flocked to rivers for their ability to support fertile agricultural lands, clean drinking water, and protein such as fish. This holds true today. River fisheries and those from other inland wetlands provide a source of protein for hundreds of millions of people As communities become increasingly stressed by climate change, it is more important than ever to protect the basic needs that rivers provide.
See related: Review all of Mongabay’s features on solutions to challenges like climate change here.
Current state of affairs
When rivers are able to flow naturally and are not impeded by infrastructure, like dams, we call these “free-flowing” rivers. They are vital to supplying climate adaptation services, but increasingly, human activities are severing rivers. This decline in river health is sounding alarms to freshwater scientists everywhere:
Species decline: Populations of freshwater species have experienced a staggering 84% decline since 1970
Dams and infrastructure: There are roughly 60,000 large dams around the world, with over 3,700 more hydropower dams currently planned or under construction.
Rivers and their floodplains lose the ability to buffer against floods and to deliver needed sediments to downstream deltas as they are fragmented. The Mekong River illustrates a harsh reality communities face when infrastructure is poorly planned.
The Mekong Delta is currently shrinking and sinking, having lost about 500 hectares of land in the decade leading up to 2012. While sea-level rise and groundwater extraction play a role, the immediate major causes of higher tides and salt intrusion in the delta are sand mining and trapping of sediments behind upstream dams.
Additional planned dams within the Mekong Basin will further exacerbate this problem, putting the tens of millions of people living in the delta at even greater risk for increased land loss, flooding and inundation.
In one hopeful measure, the Cambodian government has put a 10-year moratorium on any new dams on the main stem of the Mekong in Cambodia.
Countries from around the world and other members of the International Union for Conservation of Nature (IUCN) recently signed up to support the motion, ‘Protecting rivers and their associated ecosystems as corridors in a changing climate.’ This sets an important precedent for incorporating river protection into climate action policy.
There are a few other bright spots where governments and civil society are taking action to ensure that rivers and their floodplain and riparian zones can continue to act as corridors and buffers in a changing climate. One example is the recent action of the Colombian government to designate the entire free-flowing Bita River Basin as a Ramsar site, i.e. an internationally protected wetland. Another example is Mexico’s decrees for water reserves across nearly 300 basins that have effectively protected against over-extraction of water or blocking of river flows in some of the most intact basins of the country.
In Mongolia, the government has recently revised and approved 8.2 million hectares of water protection zones including riparian areas from mining and industrial development across seven provinces and is replicating this process in six additional provinces. In the U.S., the Wild & Scenic River designation has so far protected 13,413 miles of 226 rivers in 41 states. And this past autumn, U.S. environmental groups and the hydropower industry signed a joint statement to collaborate on river restoration and decarbonizing US electricity.
The burgeoning efforts to restore rivers began in the United States and have now spread to Europe, where the recent commitment of the European Union to dismantle dams and open up 25,000 km of rivers provides another compelling example. The “Room for the River” initiative of the Dutch government has taken measures at more than 30 locations along the Rhine, the Meuse, the Waal, and the Ijssel to give these rivers space to flood safely.
This progress is evidence that actions that allow rivers to act as corridors and buffers to build resilience in a changing climate are possible and that there is opportunity to replicate these wins.
A path forward
Humanity has always depended on the life-giving resources that rivers provide. As our global temperatures rise, people will be more dependent on rivers than ever before – both in terms of the benefits that they provide and the havoc they can bring if not well managed.
We cannot afford to continue to destroy one of our tools in the fight to adapt to climate change. Rivers need a seat at the table. The best-laid climate action plans will be those that account for the nature-based solutions rivers and floodplains provide in adapting to a changing climate. Business and policy leaders can incorporate rivers into their plans to support the flow towards a climate-resilient future.
When we think of climate solutions, let’s also think of rivers.
Michele Thieme is lead freshwater scientist at World Wildlife Fund (WWF).
Related listening from Mongabay’s podcast: Goldman Prize winner Ana Colovic Lesoska discusses the campaign to stop a dam-building spree in southern Europe, listen here: https://html5-player.libsyn.com/embed/episode/id/17901296/height/90/theme/custom/thumbnail/yes/direction/backward/render-playlist/no/custom-color/3e5014/time-start/00:28:52 Article published by Erik Hoffner
El 4 de agosto de 1975 el tifón Nina toca tierra en China. 4 días después se rompe la presa de Banqiao generando una avenida de seis metros de alto por 12 kilómetros de ancho a 50 kilómetros por hora. Al día siguiente el balance (según los medios oficiales) es de 62 presas destruidas -algunas de ellas bombardeadas a propósito-, 26.000 muertos, que se convertirían en más de 100.000 mil por las hambrunas, y más de un millón de personas sin hogar.
Esta es la poco conocida tragedia de la presa de Banqiao. Una historia de cómo la falta de previsión, gestión y mantenimiento, junto a las mayores lluvias registradas en la zona, dieron lugar a una reacción en cadena que acabo con la vida de entre 125.000 y 230.000 personas. Es la mayor tragedia registrada asociada a una infraestructura humana en la historia.
Las mayores lluvias registradas en la historia
Debido a una meteorología inusual, el tifón Nina, en lugar de perder fuerza al tocar tierra, se incrementó, atravesando las provincias de Jiangxi y Hunana, girando luego hacia el norte hasta el río Yangtze y las planicies centrales de China. El 5 de agosto el tifón volvió a girar hacia el oeste y se cruzó la provincia de Henen hacia las presas de Banqiao y Shimantan.
El tifón estuvo por lo tanto dos días estacionario sobre la misma zona descargando en 24 horas más lluvia que en todo un año, batiendo registro de lluvia en una hora, 189.5 mm, y en un día, 1060 mm, cuando la media en la zona es de 800 mm al año.
La presa de Banqiao y Shimantan
La presa de Banqiao se terminó de construir en junio de 1952. Debido a los bajos estándares chinos en diseño y construcción por esa época, no tardaron en aparecer grietas en el cuerpo y en las compuertas. Por ello se acudió a la Unión Soviética en 1954 cuyos ingenieros reforzaron la presa, al igual que ocurriría con la presa de Shimantan. Al nuevo diseño se le denominó como “presa de hierro” porque consideraban, erróneamente como ya veremos, como irrompible.
La presa de Banqiao tenía una capacidad de almacenaje máxima de 492 millones de m3 y la de Shimantan de 94.4 millones de m3 y ambas eran presas de gravedad de materiales sueltos.
Ninguna de ellas estaba diseñada para gestionar una lluvia de tales características, con un periodo de retorno aproximado de 2000 años.
La zona venía de un periodo largo de sequía, por lo que unas buenas lluvias servirían para almacenar agua para un futuro. Ese afán o necesidad por almacenar agua, fue el primero de los problemas.
5 de agosto. Comienzan las lluvias
Ese día las lluvias registradas en la zona llegaron a los 448 mm, rompiendo un primer récord, y comenzaron las inundaciones en la zona. A las presas de la zona empezaron a llegar grandes caudales y sus niveles a subir.
6 de agosto. Sigue lloviendo y las compuertas siguen cerradas
El 6 de agosto estuvo lloviendo durante 16 horas, y aunque se solicitó abrir las compuertas para aliviar agua, el permiso se denegó porque aguas abajo ya había inundaciones. El nivel de la presa de Banqiao se situó 2 metros por encima del Nivel Máximo de Explotación (NME).
7 de agosto. Problemas de comunicación y aliviaderos aterrados
Finalmente el permiso fue concedido, pero los telegramas no llegaban a la presa de Banqiao porque las infraestructuras estaban dañadas. Mientras tanto, otra lluvia de 13 horas caía sobre la zona.
Cuando se intentaron abrir los aliviaderos de Banqiao y Shimantan se encontraron que estaban parcialmente bloqueados por sedimentos y las avenidas los habían dañado haciendo muy difícil su apertura, no solo por las lluvias sino por avenidas provenientes de otros diques aguas arriba que iban colapsando.
Incluso operarios declararon que se valoró volar parte de los aliviaderos para aumentar su capacidad, pero que tenían pocos materiales porque los últimos años se había reducido mucho la inversión en prevención de inundaciones debido a la sequía.
A las 09:30 PM una unidad de Ejército Popular de Liberación chino que había sido desplegado en la presa de Banqiao mandó el primer telegrama de alerta de fallo de la presa. A las 11:30 PM, pese al esfuerzo del ejercito por colocar sacos de arena en la coronación de la presa, esta se desbordó. Y lo mismo estaba pasando en la presa de Shimantan.
Recordemos que las presas eran de materiales sueltos, por lo que, si el agua empieza a pasar por encima de ella, se la llevaría por delante.
8 de agosto. Se rompen las presas
A las 12:30 AM se rompe la presa de Shimantan. 20 millones de metros cúbicos se vaciaron con un caudal punta de 25.300 m3 por segundo vaciándola en 5 horas.
A la 1:00 AM se rompe la presa de Banqiao cuando almacenaba 600 millones de m3 de agua. El embalse tardó seis horas en vaciarse y generó una avenida de 6 metros de alto por 12 kilómetros de ancho que destruyó todo a su paso a una velocidad de 50 km/h.
Se generó aguas abajo un lago de 300 x 150 km porque el agua no encuentra salida. La zona, que históricamente había sido una llanura de inundación natural, debido a su intenso cultivo y el aporte de sedimentos al río, había reducido enormemente su capacidad de drenaje.
Para proteger otras presas del colapso, algunas áreas fueron evacuadas e inundadas a propósito, llegando a realizar ataques aéreos para destruir algunas presas y evacuar el agua en ciertas direcciones.
9 de agosto. La presa del Lago Suya en peligro
Con los diques del río colapsados, la presa de Baoshnan a punto de desbordarse y el Lago Suya almacenando 1.200 millones de m3 de agua (los que había almacenado él más los provenientes de Banqiao y Shimantan) a punto de desbordarse, se decidió continuar con los ataques aéreos para evitar una catástrofe aún mayor si cabe.
En total fueron 62 las presas que se rompieron por la acción del agua o que fueron bombardeadas deliberadamente.
Muertes y daños
El secretismo con el que se llevó todo lo relacionado con la tragedia por parte del gobierno chino hace que hasta hoy en día se dude del impacto real que tuvo.
Según el gobierno chino en el desastre murieron 26.000 personas directamente y 145.000 por las epidemias y hambrunas posteriores. Se inundaron 29 condados y 1.140.000 hectáreas afectando a 5.900.000 edificios.
Causas de la tragedia
La principal causa de la tragedia sin duda fueron las excepcionales lluvias. Pero otras muchas cosas que se hicieron mal durante años desembocaron en todos estos acontecimientos.
Durante el periodo denominado como el gran salto adelante, China, desde 1958 a 1962, realizó una importante campaña para transformar su economía agraria tradicional a través de una rápida industrialización y colectivización. En la zona esto supuso, entre otras medidas, dar mayor importancia a la irrigación y acumulación de agua en las presas, que al control de avenidas.
De las nueve puertas de los aliviaderos de emergencia del diseño original de la presa de Banqiao se redujeron hasta siete y en 1961 se inutilizaron dos más para dar preferencia a la acumulación. Esto pasó también con otras presas.
El poco mantenimiento tenía aterradas parcialmente los aliviaderos de emergencia y sus sistemas de apertura no eran lo suficientemente robustos, por lo que no podía controlar eficazmente las avenidas.
La capacidad de desagüe de los ríos aguas abajo de las presas se había reducido mucho por la agricultura intensiva que había ocupado cauces y los había llenado de sedimentos. Se había cambiado tanto la morfología de los cauces que el agua no encontraba sitio para pasar.
Las inundaciones afectaron a las comunicaciones telefónicas y de carreteras, por lo que no se podían comunicar con las estaciones meteorológicas ni entre sí para coordinar las actuaciones. Las comunicaciones también fallaron para alertar a la población y poder evacuar a las zonas más afectadas.
En el momento de la tragedia, llevaban tres años sin celebrarse las reuniones anuales de control de inundaciones para los encargados de la gestión de las presas, en parte por la gran sequía que llevaba varios años azotando a la zona, y no había directrices claras de cómo actuar en esos casos, según cuentan sus trabajadores.
Y aun así, la presencia de las presas posiblemente salvaron muchas vidas, pues dieron tiempo a evacuar a parte de la población y a qué otra parte estuviera alertada. Desde las primeras lluvias torrenciales hasta que las presas se rompieron, pasaron 3 días.
Afortunadamente casos como estos se han dado pocos en el mundo y cada vez son más improbables, pues los estándares de construcción, mantenimiento y gestión de las infraestructuras son mucho mayores. Las comunicaciones son mucho más sofisticadas y los sistemas de decisión en caso de avenidas están muy evolucionados.
No vamos a descubrir ahora lo esenciales que son estas infraestructuras para el desarrollo del ser humano, para dar de comer y beber a las personas, para darles electricidad y para salvarles la vida en caso de lluvias intensas.
Sirva esta historia para recordar la necesidad de unas infraestructuras seguras, bien diseñadas y bien mantenidas. Y para reconocer la labor de todos aquellos que lo hacen posible día a día.
Bibliografía:
Yi Si, «The World’s Most Catastrophic Dam Failures: The August 1975 Collapse of the Banqiao and Shimantan Dams,» in Dai Qing, The River Dragon Has Come!, M.E. Sharpe, New York, 1998.
📌 #JusticiaParaBerta | Proyección en el Congreso Nacional en Brasilia en homenaje a los 30 años del MAB y a #BertaCáceres asesinada en 2016 y Dilma Ferreira, afectada por Tucuruí en Pará, ambas asesinadas en la lucha en defensa del agua y los ríos MAB_Brasil
📌 O Congresso Nacional em Brasília recebe uma projeção em homenagem aos 30 anos do MAB e as militantes Berta Cáceres, assassinada em 2016 e Dilma Ferreira, atingida por Tucuruí no Pará, também assassinada em 2019, ambas mortas na luta em defesa da água e dos rios
De acuerdo con el Movimiento de Personas Afectadas por Represas (MAB), este jueves 25 de marzo se resgitraron varias denuncias por medio de videos sobre la ruptura de la principal presa de relaves mineros de oro en Maranhão, Brasil. Esta presa pertenece a la minera Aurizona del grupo privado canadiense Equinox Gold, que explota la mayor reserva de de oro de Brasil y una de las principales del mundo.
Los residentes registraron el momento en que una de las presas de Aurizona se rompió, se desbordó e invadió el depósito de agua de donde se recolectaba el sistema de suministro de agua de la ciudad.
De acuerdo con datos oficiales de 2019, esta zona tiene reservas de 750.000 toneladas de oro almacenadas en minas.
La minera se posicionó en una nota minimizando el problema y afirmando que no hubo una ruptura de la presa, sino que el sistema de drenaje de MASA S / A (Mineração Aurizona), estaba averiada.
Las familias dicen que, debido a la contaminación de minerales en el río, ya se encuentran sin acceso a agua potable.
“La contaminación de minerales de este tipo en los cuerpos de agua puede ocasionar una serie de impactos sociales y ambientales en la vida de la población afectada, como la ocurrencia de varias enfermedades, además del aumento de la pobreza y la desigualdad social, como ocurrió en Brumadinho , Minas Gerais”, denuncia en un boletín el MAB.
El MAB también denunció que, “en 2018 hubo un deslave de desechos estériles, provocado por la explosión de dinamita y unas cuatro mil personas resultaron afectadas, quedando aisladas”.
El MAB ha catalogado este evento como “un delito socioambiental más” que han provocado las transnacionales mineras en Brasil.
Además han alertado que esta situación no puede continuar así para la población. “Las represas mineras, hidroeléctricas y de agua en Brasil no pueden seguir representando inseguridad, miedo y violencia para la población que vive cerca”
📌 «Data sharing won’t work without political will to co-manage the Mekong with respect to the ecological needs downstream» explained Pai Deetes, from our Southeast Asia program
When a regional grouping or cooperation framework marks its anniversary, it’s typical that respective members, through the government or the Foreign Affairs Ministry, send a congratulatory note.
The Mekong-Lancang Cooperation (MLC) framework that links Mekong riparian countries, namely China, Cambodia, Laos, Myanmar Vietnam and Thailand is no exception. The MLC was conceived and pushed by China, with Thailand’s support, and celebrates its fifth year this month. The upper part of the river is called Lancang.
Sending Thailand’s congratulatory note on behalf of the Thai government this week was Deputy Prime Minister and Foreign Affairs Minister Don Pramudwinai. He profusely praised the framework’s successes in the areas of connectivity, production capacity, water resources, cross-border economic development, agriculture and poverty reduction.
The foreign affairs minister gave high regard to cooperation on water resources that was elevated to ministerial level in 2019 and in particular commended China for remaining «committed to sharing year-round hydrological data with MLC member states». The data sharing is accorded with two MoUs the Thai cabinet gave the nod to in October last year.
It’s understandable to a certain extent that this kind of note will always be somewhat saccharine, but at the very least, the minister could, and should, have referenced some of the challenges faced with regard to water development along an international river that stretches about 4,900 kilometres from the Tibetan Plateau in China to Vietnam. It is well known that China, as an upstream state, is racing to build more and more dams that adversely affect the water ecology, causing trouble for downstream states, including local communities in Thailand. Excessive development has tremendously hurt the river, which is known for its diversity second only to the Amazon.
For years, the Mekong has lost many of its natural currents and flows, having been «tamed» by dam builders and developers who widened the waterway to accommodate large vessels. Needless to say, the negative changes to the river have intensified poverty in riparian states.
These negative consequences serve as a reminder of opportunities missed by Prime Minister Prayut Chan-o-cha when he received a senior Chinese diplomat during a courtesy call earlier this year as the water level dropped to an unprecedented low.
The problem had been traced to a 50% cut in discharge further upstream at the Jinghong dam in China’s Yunnan province in order to bolster electricity production. It was reported that China had notified the MRC which was forced to later step up calls for Beijing to share all of its water data.
Yet, the Thai premier did not mention a single word about any of this during that meeting.
Indeed, China has a big role in the framework given that it has financially contributed to most projects, if not all, under the MLC. But this does not necessarily mean the superpower should enjoy a free hand.
As Pianporn Deetes, campaigns and communications director for the International Rivers’ Southeast Asia programme, rightly put it: Data sharing won’t work without political will to co-manage the Mekong with respect to the ecological needs downstream.
Even though Mr Don did not mention the need for water co-management in his March 23 note, he and the Thai government should feel obliged to develop the political will to preserve the river’s ecological balance.