De 1994 a 2018 tejiendo defensa territorial

Cronología del proceso de construcción de Ríos Vivos – Editorial de CENSAT Agua Viva – Amigos de la Tierra Colombia

28 de septiembre | 2018

En octubre de 1994, alrededor de mil indígenas Embera Katío navegaron en 42 balsas desde el Resguardo Karagaví en la cuenca alta del río Sinú hasta Lorica, en la Ciénaga Grande (Córdoba). Este hecho político para despedir a su río se llamaría: Do Wabura Dai Bia Ozhirada (Adiós río, el que hacía todos nuestros beneficios). Do Wabura fue la primera movilización embera para denunciar las implicaciones que tendría la construcción de la hidroeléctrica Urrá I, logrando así atraer la atención de la opinión pública y motivar la primera visita del Ministerio de Ambiente de Colombia a la zona, e instalar el 2 de noviembre de 1994 una Mesa entre instituciones y afectados.

Cansados de los incumplimientos del gobierno, cientos de Embera Katío y campesinos-pescadores del Sinú marcharon hacia Bogotá, el 29 de noviembre de 1999. Dos semanas les tomó recorrer 700 kilómetros para llegar a la capital, justo el mismo día que iniciaba el proceso de llenado de la represa. Por más de un año, los indígenas estuvieron asentados en el jardín frente al Ministerio de Ambiente visibilizando y denunciando las implicaciones que la construcción de la represa estaba teniendo sobre su vida y cultura. La movilización a Bogotá generó una sólida e importante solidaridad hacia este movimiento de defensa territorial.

En 1999, miembros de la Asociación de Pescadores, Campesinos, Indígenas y Afrodescendientes para el Desarrollo Comunitario de la Ciénaga Grande del bajo Sinú (ASPROCIG), también afectados por Urrá 1, participaron en la audiencia regional de la Comisión Mundial de Represas en Brasil, posicionando las afectaciones provocadas aguas abajo por las represas. Hasta ese entonces, estas afectaciones eran poco reconocidas como daños derivados de estos proyectos.

En el año 2000, se realizó la Misión Internacional a los territorios de los pueblos indígenas Embera Katío que luchaban contra Urrá y Uwa que se oponían a un proyecto petrolero en Boyacá. La misión organizada por la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) contó con delegados y delegadas de International Rivers Network de EE.UU., Oilwatch International, World Rainforest Movement, Sobrevivencia de Paraguay, la Coordinación Alemana por los Derechos Humanos, el Congreso General Kuna de Panamá, la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE), el Movimiento de Afectados por las Presas de Brasil (MAB) y Coalición Ríos Vivos de Argentina.

Más de 15 años de lucha lograron juntar a indígenas, pescadores, campesinos, ambientalistas y defensores de derechos humanos, y llevar a decenas de países las denuncias de las afectaciones ocasionadas por las represas. Sin embargo la defensa del Sinú tendría un enorme costo de vidas de Embera Katío e intelectuales que fueron asesinados por los grupos paramilitares, como los indígenas Lucindo y Kimy Pernía Domicó y el profesor Alberto Alzate de la Universidad de Córdoba.

La lucha contra Urrá I será recordada como la más contundente oposición a una hidroeléctrica en Colombia. Aunque si bien no logró frenar el proyecto, sepultó las posibilidades de su segunda fase: Urrá II. En esos mismos años, se realizaron los Paneles por la Energía Sustentable en la que participaban afectados, ambientalistas y académicos, además se hicieron encuentros, talleres y debates que, poco a poco, fueron sumando y recogiendo las denuncias de los pueblos que ya habían sufrido la construcción de hidroeléctricas en otras regiones del país donde también se había resistido a las represas. De esta manera, empezaría a tejerse un fuerte entramado social que propiciaría la articulación de afectadas y afectados por las represas a nivel nacional.

Así se dio lugar en 2006 en el municipio de Buenos Aires (Cauca), a la constitución de la Red Nacional de Afectados por Represas, transvases y proyectos MDL, primera expresión nacional organizativa de los afectados de represas con la participación de procesos de los ríos Ranchería, Guatapurí, Anchichayá, Sinú, Salvajina y la Miel.

En septiembre de 2008, la Red Nacional que hacía parte de la Red Latinoamericana de Afectados por Represas y por los Ríos, sus comunidades y el agua (REDLAR) organizó en cabeza de Asprocig y Censat Agua Viva-Amigos de la Tierra Colombia, el IV Encuentro Latinoamericano de la Redlar en Lorica, Córdoba. Como antesala del Encuentro se realizó una navegación por el río Sinú desde el resguardo Karagaví hasta la desembocadura en el Golfo de Morrosquillo para rendir homenaje a los cientos de indígenas Embera Katío que dieron su vida por la defensa del Río. Con más de 200 delegados nacionales e internacionales, el Encuentro debatió situaciones particulares y comunes de un modelo energético que se imponía en el continente a costa de la vida y las culturas de los pueblos ribereños.

En los años siguientes se fueron sumando otros procesos, primero el Movimiento Social en Defensa del Río Sogamoso y Chucurí de Santander, luego la Asociación de Afectados por El Quimbo (Asoquimbo) del Huila y finalmente la Mesa por la Defensa del Territorio de Ituango de Antioquia, que posteriormente adoptó la denominación Ríos Vivos Antioquia. En este trasegar la Red se transformó y dio un gran paso al cambiar su nombre y estructura por la del Movimiento Nacional en Defensa de los Territorios y Afectadxs por Represas – Movimiento Ríos Vivos.

Aquí hacemos un alto para homenajear el papel de las personas que forzaron en los inicios este proceso: Licifrey Ararat, Teresita Lasso, Tatiana Roa Avendaño, Iván Correa, Ever Grondona, Silvano Caicedo, Hildebrando Vélez, y resaltamos la labor de Juan Pablo Soler, que ha tejido con otras y otros latinoamericanos relaciones de hermanamiento durante muchos años para construir propuestas en torno a la libertad de los ríos y los derechos de los pueblos y comunidades afectadas por represas.

Han pasado 6 años del I Encuentro Nacional del Movimiento Ríos Vivos, en Girardota (Antioquia) y “mucha agua ha pasado debajo del puente”. Ríos Vivos no sólo ha logrado posicionarse como un movimiento nacional que representa los afectados por las represas, también ha contribuido a la construcción del Movimiento Latinoamericano de Afectados por Represas (MAR). Ríos Vivos ha caminado defendiendo los derechos de los pueblos ribereños y visibilizando sus múltiples formas de vida y, denunciando las implicaciones que conllevan las represas.

El Movimiento Ríos Vivos ha logrado desenmascarar el imaginario de energía limpia de las megarepresas y las irregularidades asociadas a estos proyectos, le ha apostado a la construcción de propuestas de vida en los territorios y ha avanzado en iniciativas como las de transición energética y la memoria histórica ambiental.

Con esa historia de lucha y resistencia, el Movimiento Ríos Vivos se prepara para realizar en octubre, en la ciudad de Barrancabermeja, su II Encuentro Nacional con la participación de invitados de más de 15 países de América Latina y más de 300 delegados y delegadas de las regiones donde hace presencia en Colombia. Allí se espera reflexionar sobre los retos actuales de los afectados y las afectadas por las represas, avanzar en propuestas en torno a la transición energética y juntar fuerzas para enfrentar la agresiva política nacional minero-energética.

Esta es una invitación para sumarnos a la construcción histórica de este importante Encuentro.(CC) 2018 Radio Mundo Real

EL MAPDER CUMPLE 15 AÑOS DEFENDIENDO RÍOS REALIZARÁ SU ENCUENTRO NACIONAL EN NOVIEMBRE

17 septiembre, 2018

Por copudever

Comunicado de Prensa.-

Al cumplir quince años de resistencia, el Movimiento Mexicano de Afectados por las Presas y en Defensa de los Ríos (MAPDER) realizará su treceavo encuentro nacional del 16 al 18 de noviembre del 2018 en la comunidad de Salsipuedes, Bienes Comunales Indígenas de Cacahuatepec, en el Acapulco rural, estado de Guerrero.

Compartiremos experiencias y conocimientos desde las distintas comunidades, organizaciones y personas que integramos el MAPDER para fortalecer la resistencia nacional y brindar solidaridad al Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a la Presa La Parota (CECOP).

Nos reuniremos en el lugar que nos vio nacer en el año 2003 en torno al CECOP, que defiende la cuenca del río Papagayo y resiste a una nueva ofensiva de persecución, encarcelamientos y asesinatos.

Los campesinos de los Bienes Comunales Indígenas de Cacahuatepec, han expresado contundentemente durante quince años su rechazo al Proyecto Hidroeléctrico Presa La Parota, de la Comisión Federal de Electricidad, pero sus derechos siguen siendo pisoteados por las instancias de poder federal y del estado de Guerrero.

Enfrenta el MAPDER numerosas y sistemáticas violaciones a los derechos humanos y de los pueblos al agravarse las amenazas de despojo de tierras y del desplazamiento forzado de poblaciones para la construcción de presas.

Delegaciones procedentes de las cuencas hídricas de Jalisco, Oaxaca, Chiapas, Nayarit, Veracruz, Puebla, Valle de México, La Laguna, entre otras, reflexionaremos sobre la organización y el papel del MAPDER en los nuevos escenarios que enfrentaremos en los siguientes años, particularmente en materia de agua, proyectos de presas, energía y resistencia de los pueblos.

Comunidades afectadas exigimos la cancelación inmediata de los proyectos de presas La Parota Guerrero, El Zapotillo Jalisco-Guanajuato, Paso de la Reina Oaxaca, Las Cruces Nayarit, cuenca de La Antigua Veracruz, al menos diez en la Sierra Norte de Puebla y otros más en las cuencas de Chiapas, y nos solidarizamos con los pueblos que resisten la imposición de embalses en la Sierra Negra de Puebla y en Milpillas, Zacatecas.

Reclamamos la libertad de presos del CECOP, justicia a los asesinados y presentación con vida de Sergio Rivera Hernández, opositor del proyecto hidroeléctrico Coyolapa-Atzala de Minera Autlán en Puebla.

Recuperaremos aprendizajes y logros que hemos tenido como movimiento de afectados por las presas y en defensa de los ríos en nuestros primeros quince años de vida.

Con invitados internacionales festejaremos colectivamente la vida y el aniversario del MAPDER al grito de ¡Ríos para la vida, no para la muerte!.

Mayor información en el correo electrónico encuentromapder15@gmail.com

México, 17 de septiembre de 2018.

Movimiento Mexicano de Afectados por las Presas y en Defensa de los Ríos (MAPDER).

EL MAPDER CUMPLE 15 AÑOS DEFENDIENDO RÍOS REALIZARÁ SU ENCUENTRO NACIONAL EN NOVIEMBRE

El Escaramujo 78: LA “MINI REPRESA” SANTO DOMINGO, UN PROYECTO INVIABLE

Una nueva tendencia de la supuesta energía limpia y renovable es la sustitución de los grandes embalses por las “mini” hidroeléctricas. Bajo este esquema, la empresa en México no pierde, su inversión es subsidiada por el gobierno y los bancos y mecanismos multilaterales, su ganancia es segura por décadas, y las aguas superficiales y las cuencas se ponen a su disposición para el negocio.

De cualquier manera la afectación social y ambiental es considerable y se convierte en irreversible cuando se instalan varias “mini” represas en la misma cuenca. El argumento central ahora es que no inundan, no afectan a poblaciones ni al medio ambiente y combaten el cambio climático.

Las represas se pueden clasificar de varias formas, según el tamaño de la cortina, la cantidad de agua embalsada o la cantidad de energía que generan. Así, existen presas mayores, grandes, pequeñas, micro y minis. Según la “Comisión Internacional de Grandes Represas”, define a las grandes represas aquellas cuya cortina mide 15 o más metros de altura.

La represa: La represa Santo Domingo, de construirse, mediría 12 metros. Una supuesta “mini” hidroeléctrica sobre el Río Lacantún produciría 110 Mw. Para ello la Empresa GENERACIÓN ENERSI S.A. DE C.V. presentó en junio de 2018 un “Manifiesto de Impacto Ambiental del Proyecto Hidroeléctrico para la Generación de Energía Renovable Santo Domingo” con muchas deficiencias técnicas y de información. La empresa dice que no generar. Gases Efecto Invernadero, lo que obviamente es imposible.

Continúa…

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EXISTE UN PATRÓN DE VIOLACIONES A LOS DERECHOS HUMANOS EN LA CONSTRUCCIÓN DE PROYECTOS HIDROELÉCTRICOS EN AMÉRICA LATINA”

Soniamara Maranho, de la Coordinación Nacional del Movimento dos Atingidos Por Barragens (MAB) volvió recientemente de Cuba, donde se realizó un encuentro del Movimiento de Afectados por Represas en América […]

Foto: Matheus Alves/ FAMA

Publicado 14/05/2018

Soniamara Maranho, de la Coordinación Nacional del Movimento dos Atingidos Por Barragens (MAB) volvió recientemente de Cuba, donde se realizó un encuentro del Movimiento de Afectados por Represas en América Latina (MAR). En esta entrevista, analiza la coyuntura latinoamericana y los desafíos de la construcción de la organización continental de los afectados por represas.

Recientemente el MAB estuvo en Cuba contribuyendo en una nueva instancia de construcción del Movimiento de Afectados por Represas en América Latina (MAR). ¿Cuál es la lectura del MAR sobre la coyuntura actual?

Estamos viviendo una coyuntura internacional de reorganización del sistema capitalista e imperialista. Y para que ese sistema se reorganice, éste precisa invertir principalmente en la cuestión financiera, con especulación de los bancos, de los accionistas y rentistas, de las bolsas de valores y paraísos fiscales. Estos actores precisan apropiarse de los recursos naturales de una base de alto lucro, desvalorizar el Estado y explotar todavía más la fuerza de trabajo de los trabajadores en todo el mundo. Hoy se están retirando derechos históricamente conquistados por esos trabajadores. Además, con el avance de la tecnología y la comunicación, la reproducción del valor para el capital se da de forma mucho más rápida, eficiente, y explotadora, y el agua y la energía son dos de los recursos más importantes para este desarrollo del capital.

Si miramos principalmente hacia Brasil y América Latina, es evidente que continuamos teniendo un escenario extraordinario de riquezas y bienes naturales, pero sin embargo con Estados vulnerables al servicio del gran capital. Varios de esos gobiernos surgieron después de los golpes que fueron orquestados por ese mismo capital, y esto los colocó en una posición mucho más beneficiosa para atacar lo más valioso: nuestra soberanía, democracia y derechos. Vivimos varios golpes en América Latina, que se dieron de diferentes formas, como en Honduras (dos veces), antes de las elecciones y en las propias elecciones con la burla del sentir popular, en Paraguay, Argentina y Brasil, entre otros. Hoy la guerra contra América Latina está declarada y acontece a través de diferentes mecanismos. Ya no es solamente armas e intervención militar. Es una guerra mediática, judicial y legislativa.

¿Y cómo se expresa esto en la disputa por los recursos en América Latina?

Vayamos al caso del agua. Sólo 2% del agua del mundo es potable. Y de esa agua potable disponible, solamente medio por ciento es accesible porque el resto es hielo, por lo tanto, 30% de esa agua a la que tenemos acceso está en América Latina y 12% en Brasil. Entonces, no por acaso ellos hicieron el Foro Mundial del Agua aquí en Brasilia. Fue para hacer presión para que empresarios y especuladores decidan el destino de nuestras aguas. El caso del petróleo también es bien claro. Si juntamos Venezuela y Brasil tenemos más de 700 billones de barriles de petróleo, eso da una Arabia Saudita. Y encima en el caso de Brasil tenemos el pré-sal –la mayor reserva de petróleo de nuestra historia- que está siendo entregada al gran capital por el golpista Temer. Respecto al potencial hídrico de América Latina, estamos con Brasil en primer lugar después Perú, Colombia, Argentina y Venezuela. Entonces, la guerra contra nuestros países tiene el simple objetivo de apropiarse de nuestras riquezas. Toda esa disputa está colocada hoy en los territorios, y es allí donde están la mayoría de los afectados. Por eso es que tomamos la decisión de organizar en todos los países movimientos nacionales con articulación internacional. En este sentido, en cuanto MAR vemos que existe en América Latina un cambio en las leyes que hasta el momento garantizaban algunos derechos a los afectados por represas, principalmente comunidades negras, indígenas, sitios arqueológicos, locales de turismo entre otros. No estamos en un momento de construcción de muchas represas, los capitalistas ahora están intentando cambiar esas leyes que hasta ahora colocaban algunos obstáculos para la construcción. En el próximo período es muy importante que el MAR esté bien organizado, porque vamos a sufrir una ofensiva mucho más agresiva del capital para apropiarse del agua, la energía y nuestros bienes naturales. Por eso, organizar a las poblaciones afectadas significa hoy garantizar la soberanía, la democracia y los derechos históricamente conquistados en nuestros países. Esas tres pautas, del Frente Brasil Popular aquí en Brasil, son también de carácter latinoamericano.

En la última semana fueron asesinados 4 militantes en Colombia a causa de la construcción de la hidroeléctrica de Hidroituango, la mayor del país…

Sí. Colombia es uno de los países que hoy está en un proceso de construcción de algunas hidroeléctricas. En el inicio del mes tuvimos el asesinato de nuestro compañero del Movimiento Ríos Vivos Hugo, que estaba pescando acompañado de su sobrino. Son mineros artesanales y pescadores afectados, con una fuerte relación con la comunidad y estaban organizando movilizaciones para exigir sus derechos. El pasado día 8, Alberto Torres también de Ríos Vivos, estaba tomando un café con el hermano y los dos fueron asesinados. Entonces, en menos de ocho días, cuatro personas fueron asesinadas en un país que no tiene una política nacional que garantice los derechos de los afectados por represas, que inclusive pierden su propia vida. Por eso, frente a este momento, pedimos protección para los militantes de Ríos Vivos, y estamos denunciando lo que está ocurriendo, exigiendo también que el Estado continúe buscando los cuerpos de los desaparecidos del conflicto armado en la región. Cuando no se tiene un Estado comprometido y leyes que discutan la importancia de los derechos de los afectados, y cuando no se respeta a los movimientos que colocan esa pauta, acaban ocurriendo cosas como ésta. Existe un patrón de violación de los derechos humanos en las construcciones de proyectos hidroeléctricos tanto en Brasil como en el toda América Latina.

¿Cuáles son los principales desafíos?

Nuestros principales desafíos están relacionados al fortalecimiento del MAR, de nuestros movimientos nacionales de afectados por represas y nuestra articulación política, debatiendo un proyecto energético popular para nuestros países. Esa construcción requiere pensar una alternativa al sistema capitalista, un proceso de redistribución de la riqueza producida por los trabajadores y trabajadoras, de re estatización de todo lo que era público y ya fue privatizado en los últimos años, y para eso al mismo tiempo es necesaria la construcción de una unidad muy fuerte e internacional, basada en la soberanía y autonomía popular.

Actualmente, como MAR estamos construyendo encuentros en todos nuestros países (14) encuentros estaduales, y hasta mayo del año que viene encuentros nacionales. En el final de 2019, en el marco de los tres años de formación del movimiento (que fue lanzado en Chapecó el 26 de setiembre de 2016) vamos a realizar un encuentro continental de los afectados por represas, debatiendo el nuevo proyecto energético popular y la construcción de una nueva sociedad. El desafío es llegar a 2020 con un gran encuentro internacional de afectados por represas y sus aliados estratégicos como trabajadores de los sectores de la energía y el agua que ayudan a construir la riqueza de nuestra América Latina y del mundo.

El Escaramujo 75: NO SEAS PRESA DE LAS REPRESAS

Desde hace años, cada 14 de Marzo el movimiento mundial contra las grandes represas realiza movilizaciones en todos los rincones del mundo para exigir un cambio en el modelo energético. Denuncia que las grandes represas no son una energía limpia y que otras formas de energía sustentable son posibles, necesarias y urgentes.

Por décadas hemos identificado a las grandes represas como energía limpia y renovable. Sin embargo, en la década de 1980 y 1990 las movilizaciones en el Sur Global fueron de tal magnitud que lograron cuestionar este modelo de energía. En Europa, en Africa, Asia y en América Latina las protestas fueron de todo tipo. Las reacciones del gobierno se dieron no solo con represión, sino también con silencio y olvido. Las grandes represas no se cuestionaron por muchas décadas y se aceptaron los costos sociales y ambientales. Parecía que no había otra opción para generar el supuesto “desarrollo”.

Al final de la década de 1990 se aceptó entonces elaborar un balance de las grandes represas. El Banco Mundial e incluso otros bancos y empresas constructoras financiaron esta Comisión compuesta por grandes expertos en el tema. En el año 2000 sale a la luz el Informe de la Comisión Mundial de Represas (CMR) que a sus promotores no encantó sus resultados. En aquél entonces se concluyó que las más de 45 mil grandes represas habían desplazado entre 40 y 60 millones de personas en el mundo de su viviendas, tierras, pueblos e incluso de ciudades enteras ahora inundadas. Actualmente, las más de 50 mil grandes represas se calculan que han expulsado a más de 80 millones de personas de sus territorios. Pero también se concluyó que el Banco Mundial, principal promotor y financiador de las grandes represas, había endeudado más a los países pobres o en desarrollo para construir la infraestructura del supuesto desarrollo que luego se privatizaría años más tarde a las grandes corporaciones de la energía. Unas de esas grande corporaciones en América Latina fueron Endesa, Unión Fenosa, Iberdrola, entre otras que se quedaron con el negocio de la energía, su distribución y consumo. Pero en los resultados de la CMR hubo más.

Continúa…

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¡Declaración de los Pueblos de Jalisco por Ríos Libres, Limpios y Vivos!

En el primer Encuentro Internacional de Afectados por las Represas, en marzo de 1997 en Curitiba (Brasil), representantes de 20 países declararon el 14 de marzo como el Día de Acción contra la Presas y a Favor de los Ríos, el Agua y la Vida. Con el objetivo de elevar las voces para exigir ríos libres, limpios y vivos en el planeta, y la cancelación de todos los megaproyectos de construcción de presas para generación de energía, riego o abastecimiento de agua que destruyen la naturaleza, que vulneran los derechos de los pueblos, que inundan tierras fértiles, que desalojan y despojan a las comunidades de sus territorios.

En Jalisco, México, celebramos este día desde el año 2004, en oposición a la construcción de la Presa San Nicolás y la Presa de Arcediano – proyectos cancelados – y, actualmente, en rechazo a la Presa El Zapotillo – Acueducto Zapotillo León.

Nuestros ríos representan la sangre y las venas del planeta, reciclan nutrientes, purifican el agua, reabastecen los suelos, controlan inundaciones y son el hábitat del 40% de las especies de peces del mundo. En su trayectoria permiten – entre otros beneficios ambientales – la irrigación natural de valles e infiltración para alimentar acuíferos, fenómenos geohidrológicos del ciclo del agua que llegan a formar flujos de agua subterránea. En algunos casos afloran en manantiales y como fuentes naturales de agua son aprovechados para abastecimiento a poblaciones humanas. En este sentido logran construirse sistemas hidráulicos de captación, conducción y bombeo, como es el caso también de pozos y norias. Así también la formación de lagos y lagunas constituyen un prodigio de la naturaleza que como ecosistemas acuáticos nos ofrecen una riqueza incalculable de biodiversidad.

Sin embargo, las presas han fragmentado y transformado al 60% de los ríos del planeta y ocasionado que el agua, la vida, YA NO FLUYA. La construcción de presas en el mundo ha significado una catástrofe socio-ambiental. En el año 2000 según la Comisión Mundial de Represas existían en el mundo 47,000 grandes presas construidas, es decir, más de la mitad de los ríos del planeta se encontraban represados, provocando el desplazamiento de 80 millones de personas. En México, según el Informe Presas, Derechos de los Pueblos e Impunidad, se han construido más de 4,200 proyectos de presas, provocando el desplazamiento y desalojo forzoso de más de 185 mil personas de todo el país. Estas obras responden a un modelo añejo y obsoleto de manejo y gestión del agua, las presas en el mundo son tecnología obsoleta, en Estados Unidos y Europa, por ejemplo, se están desmantelando y reconstruyendo los cauces de los ríos.

En el estado de Jalisco existen 30 ríos[1], lamentablemente estos se encuentran:

  1. Contaminados o envenados como el río Lerma, el río Santiago, el río Azul por las sustancias tóxicas que descargan miles de empresas sin regulación ambiental, ocasionando una catástrofe ambiental, enfermedad y muerte en las personas.
  2. Entubados como el río San Juan de Diós debido a las deficientes políticas de gestión del agua impulsadas por las autoridades quienes han borrado la huella y memoria de nuestros ríos.
  3. Impactados por la urbanización desordenada y salvaje como el río Atemajac que desde su cuenca alta peligrosamente urbanizada y en su cuenca media le han entubado para construcción de la plaza comercial Patria (década 70s) y canalizado a cielo abierto hasta verter sus aguas a la barranca del río Santiago.
  4. O corren el riesgo de ser silenciados y represados como el río Verde que se encuentra amenazado por el proyecto Presa El Zapotillo – Acueducto Zapotillo León, presa que pretende llevarse su agua para los empresarios, a costa del despojo e inundación de pueblos y tierras fértiles y sí acaso le llega a la ciudadanía sería a costos muy elevados, es decir se privatizaría.

La lucha por el agua y por la vida de los ríos en Jalisco ha  significado amenazas y criminalización a las y los defensores comunitarios,  como es el caso  de nuestros compañerxs que luchan por el derecho a la salud y el saneamiento integral del río Santiago y las mujeres de Temacapulín en su defensa del río Verde para impedir la extracción de arena, quienes fueron llamadas a declarar de manera ilegal parte de la Fiscalía del Estado de Jalisco, el pasado 6 de marzo sin que estuvieran en el expediente de investigación.

La lucha  por los ríos y contra las presas en Jalisco ha destruido comunidades, identidades, y culturas como el caso de la Presa de Arcediano, en donde a más de 10 años del desplazamiento forzoso no existe justicia y  reparación integral de los daños a la defensora Lupita Lara.

Con la amenaza de la Presa El Zapotillo se incrementó la extracción de materiales del río Verde. Hoy el pueblo de Temacapulín no sólo resiste a la continuidad de ese proyecto de corrupción, sino que se organiza para la defensa socio-ambiental del río Verde y dice no a la explotación salvaje, al saqueo de materiales (arena y piedra) y  a la devastación de la ribera del río.

Exigimos a las autoridades municipales, estatales y federales que clausuren las máquinas que se encuentran actualmente en el río Verde, pues no cuentan con licencias municipales para la extracción de materiales, y obliguen a los areneros a restaurar el daño ocasionado.

Aún con todo este escenario caótico y depredador nuestra apuesta es por la vida, es por el cuidado y preservación de nuestra agua y ríos, muestra de ello es el trabajo que realiza el Colectivo Ciudadano Pro Bosque Pedagógico del Agua quienes trabajan en el cuidado y conservación del agua y el bosque de la ciudad llamado Colomos III, uno de los más grandes manantiales del sistema Los Colomos.

Rechazamos la construcción de más presas en Jalisco como proyectos de solución para la gestión del agua como la Presa El Purgatorio, Los Naranjos, El Naranjo II (Cihuatlán), Presa los Panales, (Cabo Corrientes).

Exigimos el desmantelamiento de la Presa El Zapotillo – Acueducto Zapotillo León por ser una obra plagada de irrregulariades, violación a los derechos humanos y corrupción. ¡Queremos que el río Verde corra libre!

 

¡Queremos que nuestros ríos Lerma, Santiago, Azul y todos los ríos contaminados corran limpios, vivos y sanos!

Guadalajara, Jalisco. 14 de Marzo de 2018

Declaración de los Pueblos por Ríos Libres, Limpios y Vivos

¡Río para la Vida, No Para la Muerte!

¡Ríos Libres, Pueblos Vivos y Felices!

¡No al Presa El Zapotillo – Acueducto Zapotillo León!

Día Internacional de Acción Contra las Represas: Celebramos los ríos de Chiapas y del mundo

15/03/2018

Foto: Celebración del 14 de marzo 2017 en Acteal, Chenalhó, Chiapas

14 DE MARZO 2018
DÍA INTERNACIONAL DE ACCIÓN CONTRA LAS REPRESAS Y EN DEFENSA DE LOS RÍOS Y LOS PUEBLOS

CHIAPAS, MÉXICO

Hoy, 14 de marzo 2018, las organizaciones que resistimos a las represas y a los proyectos del modelo extractivo en el estado de Chiapas, México, nos unimos a las diferentes manifestaciones, foros y actividades que se realizan en América Latina y en todo el mundo por la defensa de los ríos y los pueblos en el marco del Día Internacional de acción contra las represas.

Lo que inició en el siglo pasado como una técnica para la generación de energía y el abastecimiento de agua, en este siglo fue avanzando hacia la multiplicación sin límite de represas de todos tamaños, desde las grandes obras hasta las llamadas «minihidroeléctricas», impulsadas por políticas del Banco Mundial y otras instituciones financieras internacionales de supuesta «cooperación» y «desarrollo», por las reformas estructurales neoliberales de los Estados corporativizados, los discursos de «energía sustentable» y la creación de «mecanismos de desarrollo limpio». Actualmente, las represas son responsables del embalsamiento de más del 60% de los ríos del mundo y del desplazamiento de 185 mil habitantes de pueblos indígenas y campesinos de México.

La generación de energía en el mundo ha incrementado en los últimos años. Varias organizaciones y movimientos de Chiapas y México hemos demostrado que se debe a un modelo energético pensado para responder a las necesidades de las empresas, más no de los pueblos, para quienes la energía sigue siendo un privilegio, no un derecho. Este modelo energético sustenta el extractivismo que mercantiliza y privatiza los bienes comunes naturales, poniendo dueño y precio a cada elemento de nuestros territorios para que las empresas se enriquecen: a los ríos para producir energía hidroeléctrica; al viento para generar energía eólica; a la tierra para extraer hidrocarburos y expandir monocultivos para el agronegocio; a los volcanes para producir energía geotérmica; al mar para proyectos de extracción de hidrocarburos o fosfatos offshore; a los genes de las plantas para la industria farmacéutica; y por último a nuestros cuerpos, convertidos en mano de obra barata para las empresas extractivas. Todos estos proyectos se imponen bajo un discurso de desarrollo y modernidad para legalizar el despojo, judicializar y criminalizar a los habitantes de los pueblos que defienden su vida, su territorio, su historia, su memoria, y su cultura milenaria.

Este Día de Acción Mundial, los pueblos de Chiapas celebramos al agua y a los ríos, agradecemos toda la vida que nos otorgan, porque por los ríos tenemos nuestro maíz y nuestro alimento. Celebramos los ciclos completos del agua porque cuando llueve hacemos fiesta y sabemos que la vida se reproducirá, agradecemos a los bosques porque por ellos nuestros ríos se recargan. Los pueblos sabemos de la importancia de que un río corra, que esté limpio, sano y alegre.

Hoy para nosotros y nosotras es un día para pronunciarnos contra los casi 100 proyectos de represas que existen en nuestro estado. Exigimos la cancelación de la ampliación del proyecto Chicoasén II y la Angostura que impactará al pueblo Zoque; de los 19 proyectos de minihidroeléctricas entre los cuales 4 están en Pijijiapan, en la Costa; rechazamos la reactivación del proyecto Itzantún que afectaría al pueblo Tsotsil de Huitiupán en el norte del estado; los proyectos que afectarán la cuenca del Usumacinta y a los pueblos de Chiapas y de Guatemala; los proyectos que se pretenden instalar en el río Cuilco que atraviesa varios municipios de la Sierra. Nos hermanamos con los pueblos de Guatemala que se oponen a los proyectos Pojom I y II porque ellos defienden los ríos que alimentan nuestro río Santo Domingo.

Repudiamos los proyectos que acompañan las Zonas Económicas Especiales (ZEE) en la región Sur-Sureste de México, como el gasoducto Itsmo-Guatemala, los corredores turísticos de la región Costa y la ampliación del proyecto Puerto Chiapas. No queremos más falsos discursos de empleo y desarrollo económico.

Este día también nos pronunciamos contra el borrador del nuevo proyecto de Ley General de Aguas, conocido como «Ley Pichardo», que profundiza la desigualdad entre población y sector privado en materia de acceso al agua en el país, al poner el Estado al servicio de las empresas. El uso industrial de las aguas nacionales incluiría «la extracción de cualquier tipo de sustancia», abriendo la puerta a la extracción de hidrocarburos no convencionales mediante la fracturación hidráulica o fracking; se autorizaría la incorporación de sustancias contaminantes en los cuerpos de agua.

Rechazamos también la Ley de Seguridad Interior que viene complementar estas reformas neoliberales, otorgando al Ejército mexicano nuevos derechos para que pueda reprimir a los pueblos que resisten a la legalización del despojo en México y defienden la Madre Tierra.

Nos unimos a todas las organizaciones y movimientos que defienden su territorio de los proyectos extractivos, nos solidarizamos a las organizaciones de Veracruz y Oaxaca que se defienden de los proyectos de fracking, gasoductos, eólicos y pozos petroleros, porque al igual que nosotros son víctimas de un modelo energético dominante.

Saludamos a nuestros hermanos y hermanas que se oponen al Proyecto Hidroeléctrico de La Parota en Guerrero, a Paso de la Reyna en Oaxaca, al proyecto de Enersi S.A. de C.V. en La Chinantla, a las represas de la Sierra Norte de Puebla, a la Presa de Abastecimiento El Zapotillo en Jalisco, a la represa El Cajón en Nayarit, a las hidroeléctricas de la Cuenca Bobos-Nautla y La Antigua en Veracruz. También a los movimientos que en Colombia, Panamá, Costa Rica y Brasil, entre otros países afectados, están realizando foros y movilizaciones para celebrar a los ríos y defenderlos de las represas.

Hacemos un llamado junto con el Movimiento de Afectados por Represas de América Latina (MAR) para prepararnos al Encuentro Mundial de Afectados por Represas a celebrarse en el 2020.

¡Agua y Energía No son Mercancía!
¡La energía es un derecho!
¡Agua para la vida, No para las empresas!
¡Ríos Libres, Pueblos Libres!
#AlertaLeyDeAguas

ORGANIZACIONES DE CHIAPAS:

La Voz del Pueblo
Frente Popular en Defensa del Soconusco 20 de junio (FPDS)
Sociedad Civil Las Abejas de Acteal
Consejo Autónomo Regional de la Zona Costa de Chiapas
Frente Cívico Tonalteco
Unión de Campesinos y Pescadores de la Costa de Chiapas
Centro de Derechos Humanos Digna Ochoa A.C.
Otros Mundos A.C./Amigos de la Tierra México

MOVIMIENTOS DE MÉXICO Y LATINOAMÉRICA:

Movimiento Mexicano de Afectados por las Presas y en Defensa de los Ríos (MAPDER)
Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA)
Red Latinoamericana Contra las Represas, en Defesa de los Ríos y sus Comunidades (REDLAR)
Movimiento de Afectados por Represas de América Latina (MAR)

Foto: Celebración del 14 de marzo 2017 en Acteal, Chenalhó, Chiapas

Día Internacional de Acción Contra las Represas: Celebramos los ríos de Chiapas y del mundo

Muere Líder Indígena Chinanteco Juan Zamora González integrante del MAPDER

11 septiembre, 2017

Por COPUDEVER

Hace unos días el investigador Scott Robinson nos escribió para informar que se había enterado que el compañero Juan Zamora se encontraba muy enfermo de cáncer en fase terminal en un hospital de Xalapa, Veracruz. La respuesta de los y las compañeras del Movimiento Mexicano de Afectados por las Presas y en Defensa de los Ríos (MAPER) no se dejó esperar, llovieron los correos proponiendo investigar el lugar donde se encontraba para hacerle una visita, hacer una carta de solidaridad, de agradecimiento por su incansable lucha en defensa del territorio y ofrecer ayuda a sus familiares.

Hoy recibimos, con profunda tristeza, un correo de su hija Alexa Zamora quien nos informa que el compañero Juan murió el 27 de agosto en la clínica número 11 de IMSS en Xalapa, Ver. y fue sepultado en el municipio de Uxpanapa, Ver.

Juan Zamora González, líder indígena chinanteca, por más de 40 años luchó por la defensa de los derechos de la comunidad indígena chinanteca de San Lucas Ojitlán en el Estado de Oaxaca, quienes fueron despojados (26,000 indígenas de 55 ejidos) de su territorio y lugares sagrados por la construcción de la presa “Cerro de Oro” en el cauce del río Papaloapan, ordenada su instalación por el gobierno federal en 1972. Cuando los indígenas chiantecos se opusieron al proyecto el gobierno federal envió agentes federales a reprimirlos e intimidarlos.

A pesar de no contar con el consentimiento de la comunidad indígena, el presidente Luis Echeverría decretó la imposición de la presa en 1974 afectando 270,700 hectáreas de territorio chinanteco. En estos decretos también prometía 260,000 hectáreas de tierra en el Valle de Uxpanapan en el Estado de Veracruz para los indígenas desplazados, quienes sólo recibieron 90,000 ha, así mismo les prometieron carreteras y servicios públicos que nunca llegaron.

Juan Zamora encabezó un movimiento que dejó ver su fuerza el 2 de abril de 1983, cuando se hiciera una gran marcha en la que participaron 10,000 indígenas chinantecos y zoques para exigir se cumplieran sus demandas. Para 1990 el gobierno federal seguía sin hacer caso a los demandantes y salieron nuevamente a las calles 3,000 indígenas, lo que obligó al presidente Salinas de Gortari a entrevistarse con ellos, las promesas siguieron fluyendo y su incumplimiento también.

Los indígenas chinantecos y zoques del Valle de Uxpanapa, bajo el liderazgo de Juan Zamora crearon el Consejo Indígena de Uxpanapa (CIUX) el 28 de octubre de 1994. Movilizaciones, marchas, reuniones con funcionarios y denuncias fueron y vinieron. Para 1996 comienza una lucha por no ser nuevamente desplazados de su nuevo territorio y por el cumplimiento de sus demandas y es por ello que Juan Zamora es detenido y acusado de privación ilegal de la libertad de un abogado que él ni conocía, el Juez estatal de Veracruz declaró a Juan culpable de este delito; paradójicamente el mismo gobierno de Veracruz paga su fianza.

En mayo de 1997 Juan Zamora como dirigente del CUIX organiza una marcha  de más de mil indígenas desde Uxpanapa hasta la Ciudad de México pero son bloqueados por 1,000 agentes de la policía veracruzana, Juan Zamora y su hermano, después de una golpiza, son detenidos y recluidos en el Centro de Readaptación Social Ignacio Allende, en Veracruz, bajo los cargos de crímenes de sabotaje contra el consumo de la riqueza nacional y privación de la libertad, porte de arma prohibida y porte de arma sin licencia, tentativa de homicidio, privación de la libertad física y ultrajes a la autoridad; ahí permaneció encerrado por más de 2 años.

El 30 de marzo de 2010 Juan Zamora escribía una carta al Representante del Alto Comisionado para los Derechos Humanos en México en la que le pedía “…nuevamente solicito de la manera más respetuosa su valiosa intervención ante el Gobierno de México para que ordene a quién corresponda el cese de todo hostigamiento que he sufrido durante más de treinta años en los que he solicitado y luchado para que se haga justicia al pueblo Chinanteco que fue afectado por la presa Cerro de Oro…También quiero comentarle que muchas veces durante el año pasado y también la noche pasada me hablaron en la noche para amenazarme diciéndome de cuidarme ya que saben dónde estoy…”

Desde el MAPDER hacemos un reconocimiento a nuestro compañero Juan Zamora González quien dedicó con inmenso amor su vida entera a la defensa del territorio, del agua, los ríos y los derechos del Pueblo Chianteco. Agradecemos el gran ejemplo y fuerza que dio a nuestro movimiento desde su conformación, y hasta los últimos días de su vida. Juan Zamora es de esos hombres que nunca mueren, que quedan prendados en los corazones de los que sabemos que su lucha fue por la vida y no nos queda más que estarle eternamente agradecid@s y hacer el mejor de nuestros esfuerzos por seguir su ejemplo.

Abrazamos a su familia y continuaremos exigiendo justicia y reparación integral de los daños al pueblo Chiantenco.

Movimiento Mexicano de Afectados por las Presas y en Defensa de los Ríos (MAPDER).

¡Ríos Libres, Pueblos Vivos!

¡Juan Vive en nuestros Corazones y Ríos!

México, 8 de septiembre de 2017.

¿Por qué la obsesión de Latinoamérica por las represas?

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La era de la construcción de grandes represas no ha llegado a su fin, pero el progreso tecnológico y las economías de escala ahora ofrecen a los gobiernos alternativas que hace 20 años no existían.

Durante abril de 2014, las lluvias fueron monumentales. Para principios de mayo, los operadores de la represa de 219 MW Cachoeira Caldeirão, que estaba construyéndose en el remoto estado de Amapá en Brasil, sabían que los niveles del río Araguari se encontraban peligrosamente altos. Si no se retiraba algo de agua de inmediato, la represa entera podría colapsarse. No habría ningún peligro para la población porque toda la escorrentía sería absorbida por otras dos represas río abajo, pensaba la compañía de energía hidráulica.

Las comunicaciones fallaron y nadie advirtió al pequeño pueblo de Ferreira Gomes, situado en las orillas del Araguari a casi 50km de distancia.

El 7 de mayo, siente horas después de que un torrente de millones de galones de agua saliera del casetón temporal, el Aguario subió cinco metros. Ferreira Gomes se inundó; algunos edificios públicos fueron arrasados, más de mil hogares y otros edificios quedaron bajo el agua y miles de personas fueron evacuadas.

Hoy en día quedan pocos rastros de esa inundación en Ferreira Gomes y, vista desde el aire, la reserva de la represa de 30km cuadrados, rodeada de exuberante selva tropical ecuatorial, parece bastante natural. Pero el accidente fue para Moroni Remuyna y muchos otros habitantes la prueba de que las grandes represas son peligrosas para la población y el medio ambiente, y que no traen desarrollo.

“La historia de la construcción de represas ha sido de incompetencia, avaricia, ilegalidad y brutalidad,” dice Remuyna.

Él trabaja con el Movimiento de los Afectados por las Represas (Movimento dos Atingidos por Barragens), una ONG brasileña comunitaria que se opone a las represas inadecuadas. Dice que la primera represa que se construyó en el Araguari fue también la primera en la cuenca del Amazonas. “Fue en 1979. A las personas se le prometió compensación cuando se vieron forzados a desplazarse, pero nadie recibió nada.

“En 2010 construyeron una segunda represa más grande sobre el río. Hubo más deforestación y muerte masiva de los peces. Más gente se vio obligada a desplazarse y el río nunca se ha recuperado ecológicamente. Ahora estamos peor que antes,” Remuyna dijo a The Guardian a principios de este año.

“Las autoridades dijeron que sólo 350 personas fueron afectadas en Ferreira Gomes pero fueron miles. Mucha gente nunca recibió ninguna compensación después de la inundación. El gobierno nos prometió desarrollo económico, pero destruyeron los medios de subsistencia.”

Fiebre por la energía

El daño ocasionado por la construcción de represas al medio ambiente y a las comunidades que habitan a las orillas del Araguari se ha repetido en toda Latinoamérica a lo largo de los pasados 40 años, a medida que los países se apresuraron a industrializarse y generar energía para las ciudades.

Con 256 grandes represas construídas o en fase de planeación, Brasil genera casi 65% de su electricidad con energía hidráulica. El país es la sede de tres de las represas más grandes del mundo, incluyendo el proyecto Itaipu de 14,000MW sobre el río Paraná, en la frontera con Paraguay.

Los demás países se están incorporando a la tendencia. De las 412 represas en construcción, construídas o propuestas en 2015 en la cuenca del Amazonas, 77 fueron en Perú, 55 en Ecuador, 14 en Bolivia, seis en Venezuela y dos en Guyana. Mientras tanto, Chile, Argentina, Bolivia, Costa Rica, Nicaragua, Panamá, El Salvador y Honduras están construyendo grandes represas.

Los beneficios de las represas están comprobados, de acuerdo con la International Hydropower Association (IHA) con sede en Londres, la cual afirma que las represas ahora crean aproximadamente el 65% de la electricidad generada en el continente. En conjunto, los países sudamericanos instalaron alrededor de 10GW de energía hidráulica en 2016, casi tanta como China.

“Más de 1,200GW de energía hidráulica renovable se encuentra ahora en operación en Sudamérica – lo suficiente para proveer energía limpia a más de un billón de personas. Pero existe el potencial para desarrollar tres veces más,” dice el más reciente reporte sobre el estado de la energía hidráulica del mundo [pdf] de la asociación.
Crece la inestabilidad en Latinoamérica por la falta del agua

“Necesitamos más energía hidráulica en la red, ya que desempeña un papel como una fuente de generación flexible y sostenible. También la necesitamos para desempeñar el papel muchas veces poco reconocido de almacenamiento de energía,” dijo Ken Adams el presidente de la IHA en una junta de gobiernos y constructores de represas en Adis Abeba a principios de mayo.

“Una mejor energía hidráulica es una forma importante de cumplir las metas sostenibles de energía acordadas por todos los países, y la ambición del acuerdo de París sobre el medio ambiente. Ofrece energía asequible, más limpia y más confiable, así como almacenamiento,” dijo Rachel Kyte, directora anterior de medio ambiente del Banco Mundial y actual directora de Sustainable Energy for All (SE4All).

Durante mucho tiempo, las grandes represas en Sudamérica han sido vistas como símbolos de orgullo nacional, y evidencia de progreso económico. Los políticos, tales como Rafael Correa de Ecuador, señalaron que los pasados 50 años de construcción han reducido la pobreza, ayudado a cumplir una insaciable demanda de electricidad y agua limpia, y permitido que los países se industrialicen y urbanicen de manera rápida y económica. Las zonas remotas del continente han sido abiertas a la minería y la agricultura, y la energía hidráulica limpia es la manera más eficiente de proporcionar seguridad energética, almacenar agua requerida de manera crítica y controlar el flujo de los ríos.

Monumentos a la desigualdad social

Pero en un debate intenso y polarizado que ha arreciado durante más de 25 años, y los críticos de las grandes represas en Latinoamérica argumentan que muchas de éstas son monumentos a la injusticia, la corrupción política y la desigualdad social.

Los críticos, incluyendo Bianca Jagger, dicen que se trata de una industria que no es obligada a rendir cuentas; que es apoyada por los gobiernos para arrasar con las leyes medioambientales y de derechos humanos, e ignorar evidencias de daño ecológico; que ha trabajado con dictadores y gobiernos corruptos para destruír grandes estrechos de bosques y destruír modos de subsistencia, penalizando a la gente que vive en las regiones vírgenes donde los ríos son los más apropiados para ser represados.

En lugar de proporcionar energía limpia, las represas incrementaron las emisiones climáticas debido a los bosques inundados, y llevan a la corrupción, afirma International Rivers, el grupo para la protección de los ríos más acérrimo del mundo.

“Los ríos son vistos por los gobiernos sólo como un recurso, no como una fuente de modos de subsistencia,” afirma Kate Horner, la directora del grupo. “En estos mega-proyectos entran enormes cantidades de dinero y muchas veces hay implicaciones de corrupción. Casi nunca hay rendición de cuentas por la violencia e intimidación que muchas veces acompaña a la construcción de las represas.

“El desplazamiento de las personas ha sido vasto, comparable al desplazamiento inducido por los conflictos armados. Pero no hay la misma respuesta humanitaria. La compensación muchas veces no se paga. Los estados y gobiernos son responsables, pero a las compañías no se les debería permitir beneficiarse.”

La construcción de las represas ha estado fuertemente implicada en el actual escándalo de corrupción de Brasil. El año pasado, los ejecutivos de una de las compañías de construcción más grandes atestiguaron la existencia de un cartel de importantes compañías, políticos influyentes y altos mandatarios de gobierno que habían manipulado licitaciones, participado en extorsiones y ofrecido sobornos para llevar a cabo grandes proyectos de represas.

En otros lugares, algunas compañías chinas han construído docenas de grandes represas para gobiernos latinoamericanos a cambio de petróleo y acceso a minerales y alimentos. Pero, afirman los críticos, los acuerdos son turbios, las compañías no rinden cuentas y a los operadores muchas veces se les dan lagunas legislativas para evitar los requisitos de protección a los peces, la vida silvestre y la calidad del agua.

Constructores de represas en dificultades

La oposición mundial a las grandes represas llegó a su cúspide en la década de 1990 cuando proyectos gigantes chinos y latinoamericanos, tales como las represas Tres Gargantas, Narmada y Yacyretá, se convirtieron en el blanco de los ecologistas internacionales. Esto llevó a un exhaustivo estudio lidereado por el Banco Mundial, que concluyó en 2000 que mientras que las grandes represas eran importantes para el desarrollo, “en demasiados casos se había pagado un precio inaceptable y muchas veces innecesario para asegurar esos beneficios.” Desde entonces, los constructores han replanteado a las represas como la panacea del cambio climático y como una manera de resolver el reto del almacenamiento de energía.

Una nueva oleada de construcción y oposición ha comenzado ahora en Latinoamérica, pero los abusos contra los derechos humanos y el asesinato de activistas, como la ganadora del premio Goldman Berta Cáceres, ha enfocado nuevamente la atención en los modos en que las represas pueden afectar a los grupos indígenas.

La decisión de Brasil de desarrollar una serie de enormes represas vinculadas sobre los ríos Xingu, Teles Pires y Juruena se ha vuelto un problema internacional. Otras en los ríos Araguaia y Tocantins impactarían a 11 grupos étnicos.

“Pocos pueblos indígenas llegan a recuperarse de la perturbación económica y psicológica causada por el desplazamiento,” afirma William Fisher, profesor de desarrollo internacional en la Universidad de Clark. “El desplazamiento muchas veces corta los fuertes lazos espirituales y culturales con la tierra y amenaza los vínculos comunitarios y las prácticas culturales que mantienen unidas a estas sociedades.”

Los constructores de las represas se ven cada vez en más dificultades. El cambio climático incrementa la necesidad de energía renovable, pero debido a que la energía hidráulica es utilizada ampliamente para enfriar las centrales eléctricas, cualquier reducción en el caudal del río causado por las sequías termina por contribuír a la crisis energética. Una vez construídas, la operación de las plantas solares es más barata que las plantas de energía térmica.

En 2014, Chile canceló cinco represas en la región de la Patagonia bajo gran presión del público, y aprobó 700MW de nuevos parques solares y eólicos. Los trabajos de la represa del Belo Monte en Brasil se han detenido y grandes proyectos en Perú y Honduras han sido abandonados después de las protestas.

La era de la construcción de grandes represas no ha llegado a su fin, pero el progreso tecnológico y las economías de escala ahora ofrecen a los gobiernos alternativas que hace 20 años no existían. En lugares como la Patagonia y el desierto de Atacama, Sudamérica posee algunos de los mejores parques eólicos y solares del mundo. Represas más pequeñas y mejor diseñadas, y energía geotérmica y marina, están siendo discutidas actualmente.

Quedan muy pocos ríos silvestres en Latinoamérica y muchos que ya han sido represados probablemente se verán incautados una y otra vez. En el estado de Amapá, la gente de Ferreiro Gomes teme que el Araguari se vería reducido aún más. “Hay propuestas para construír otra, posiblemente dos represas más en el Araguari,” dice Remuyna. “Esto significaría el fin del río y de la pesca como la conocemos. ¿Hasta cuándo acabará esto?

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Fuente: Guardian.com

https://www.theguardian.com/global-development-professionals-network/2017/may/23/por-que-la-obsesion-de-latinoamerica-por-las-represas

Informe: Estado del agua en América Latina y el Caribe

Para Amigos de la Tierra América Latina y el Caribe (ATALC) el agua es un bien común, fundamental para la vida en todas sus expresiones, la reconoce como un elemento ordenador de los diversos territorios, y la considera un eje articulador de las diversas luchas por la justicia social y ambiental.

Desde hace varios años, las organizaciones de ATALC han trabajado por la defensa del agua como bien común, reconociendo que los pueblos deben controlar sus territorios, y reafirmando los derechos a la tierra y al agua. De esta forma, han expresado una vehemente oposición a todas las formas de privatización, mercantilización y financiarización del agua, que implica la destrucción de las fuentes hídricas y el despojo de los territorios. De aquí que ATALC haya resistido a modelos impuestos por el capital corporativo y las Instituciones Financieras Internacionales (IFIs), que cuentan con la complicidad de los gobiernos de turno y tratados de libre comercio, que a través de asociaciones e inversiones promueven el acaparamiento de las aguas.

América Latina y el Caribe aloja una serie de países diversos, tanto en sus características geográficas, históricas, económicas, sociales y ecológicas que implica una estructura diferente de disponibilidad y manejo del líquido vital. La conflictividad por el agua en la región ha tenido un crecimiento sin precedentes durante los últimos años, hasta llegar a niveles de complejidad que generan diversos impactos en el ámbito político, en las economías de los países, y en la forma como se concibe lo social. Los conflictos por el agua en la región expresan la crisis de un sistema económico y político que paralelo a una crisis ambiental, climática y alimentaria, observan en la naturaleza, específicamente en el agua, una frontera para la creación de nuevos mercados en su insaciable búsqueda de acumulación. Con el avance de el modelo neoliberal, que en la actualidad se manifiesta con el desarrollo y emplazamiento de emprendimientos, en especial con la promoción de actividades extractivas y de gran envergadura, se implica el uso intensivo de los dones naturales -el agua en particular-, y se impacta sobre las condiciones de vida de las poblaciones y el ambiente.

El presente documento es un esfuerzo conjunto por parte de las organizaciones de Amigos de la Tierra de América Latina y el Caribe para reflexionar y sistematizar los diferentes conflictos de agua que durante los últimos años padece la región. Presenta reflexiones sobre el papel del capital corporativo en la privatización de las aguas con la construcción de grandes infraestructuras y los impactos de actividades extractivas e industriales, además de modelos de desarrollo que acaparan las aguas de las comunidades locales, cuyo sustento depende de estos territorios y bienes comunes. En contraste, también se resalta horizontes y/o aspiraciones políticas y sociales de sectores defensores de la naturaleza que han promovido y generado alternativas, alianzas y renovadas posibilidades sustentables en su relación con las aguas en la región.

En este informe entregamos una serie de documentos para contribuir a una mirada amplia sobre la situación del agua en su relación con los conflictos ambientales en la región, y busca presentar propuestas desde los territorios para la construcción de sociedades sustentables. Esperamos que su lectura y comprensión fortalezca la construcción conjunta de conocimiento para la resistencia y la implementación de alternativas de los pueblos en su relación social, cultural, ancestral e histórica con las aguas.

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