Evidencias comunes en la ruptura de represas, apagones en Brasil y en los Estados Unidos

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Evidencias comunes en la ruptura de represas, apagones en Brasil y en los Estados Unidos

Los desastres ambientales de grandes proporciones que han sucedido en los dos países evidencian las consecuencias de un modelo de actuación común de los agentes privados del mercado. por Caitlin Schroering do Comitê de Solidariedade ao Movimento dos Atingidos por Barragens nos EUA, Letícia Oliveira da Coordenação Nacional do Movimento dos Atingidos por Barragens

Publicado 14/07/2021 – Atualizado 14/07/2021

El municipio de Brumadinho cubierto por lodo tóxico después de la ruptura de la represa de la Vale. Foto: Bruno Ferrari

En abril de 2021, un lugar de almacenamiento de mina de fosfato amenazó con lixiviar material radioactivo hacia la Bahía de Tampa, en Florida; algunas semanas antes, una represa de mina de oro en Brasil se rompió, contaminando el lugar de abastecimiento de agua potable de 4.000 personas en el estado Maranhão. En febrero y marzo, habitantes de los estados Mississipi y Texas (EE.UU.) enfrentaron apagones de energía y falta de agua potable. En noviembre de 2020, en Brasil, el estado Amapá sufrió con la falta de energía eléctrica por 3 semanas, que afectó a 765 mil personas, durante la pandemia de la Covid-19. En Brasil, desde el año 2000 ya ocurrieron por lo menos 12 rupturas en represas, lo que en promedio sería una ruptura de represas a cada 2 años. En el estado Minas Gerais, el segundo en producción del mineral de hierro del país, fueron 7 rupturas de represas de residuos mineros en 13 años.

A primera vista, esos sucesos no parecen relacionados. Profundizando un poco más, sin embargo, podemos constatar algunas evidencias comunes en estos acontecimientos de la realidad. El colapso de represas, desastres de minería, la falta de agua y los apagones de energía no son solo desastres «naturales», sino resultados provocados por la acción de los agentes privados del mercado. Esas situaciones son el resultado de centenas de años de imperialismo y colonialismo, seguidos por décadas de reformas neoliberales con privatizaciones, especulación financiera desenfrenada, y falta de responsabilización y reglamentación por parte de las empresas y de los gobiernos.

Finanzas globales y minería

Globalmente, 85% del fosfato extraído es usado para hacer fertilizantes; el estado americano de Florida actualmente es responsable por 25% de la producción mundial de fosfato. Una de las mayores fábricas de fertilizantes del mundo existe en Pool County, Florida, de propiedad de Mosaic, la mayor empresa privada de fosfato del mundo. Inclusive frente a una masiva oposición popular, el gobierno local aprovó la expansión de las operaciones de las plantas. Una de las razones de esa oposición es que las minas de fosfato y las fábricas de fertilizantes producen un residuo denominado fosfoyeso, que es radioactivo. Mientras la industria de fosfato continúa haciendo lobby para usar esos residuos para construcción y material de construcción de carreteras, la Agencia de Protección Ambiental de los EE.UU. (EPA) no recomienda su uso porque lo considera un material peligroso para la salud. Entonces, la industria lo almacena. Uno de esos lugares de almacenamiento de residuos, Piney Point, se tornó noticia internacional al inicio de abril, cuando el reservatorio de almacenamiento estaba en riesgo de colapso, y equipos de trabajo bombearon millones de galones de esa agua contaminada (radioactiva) en la Bahía de Tampa, un área ambientalmente precaria.

Como relató un artículo en The Guardian, el lugar tiene una larga historia de polución, aunque los propietarios del lugar hayan cambiado a lo largo de los años. El gobernador de la Florida, Rick DeSantis, anunció que está haciendo una planificación para cerrar Piney Point y limpiar el área afectada por el emprendimiento y sus consecuencias. El gobierno todavía quiere responsabilizar la empresa HRK Holdings, empresa que ahora posee un local. Pero la población del sitio tiene dudas acerca de si esa planificación será de hecho cumplida por el gobierno. La HRK Holdings posee accionistas en común con la empresa canadiense Xemplar, que explota una mina de uranio en Namibia.

 Agua, energía y minería poseen relaciones estrechas en la producción y en la propiedad controladora. Los fondos financieros internacionales BlackRock y Vanguard, por ejemplo, detentan acciones de Equinox Gold, con sede en Canadá y también de la Vale S.A.. Blackstone detenta acciones (es el segundo mayor titular) de la Energy Transfer (Texas), discutido abajo. El mismo sistema financiero y los mismos actores corporativos están en juego: falta de medidas internacionales para responsabilizar las corporaciones, mecanismos financieros que permiten que las empresas de fachada sean esencialmente apátridas y no presten cuentas a nadie, las tornan difícil de responsabilizar.

Brasil es el segundo productor de mineral de hierro del mundo y el principal comprador de Brasil es China. El mineral de hierro fue el tercer producto más exportado por Brasil en 2019. Los dos estados con mayor producción de mineral de hierro en el país son Pará y Minas Gerais. Ambos estados sufrieron con recientes rupturas de represas de residuos mineros. La empresa responsable por las últimas dos rupturas de represa en Minas Gerais es Vale. La Vale es la segunda mayor empresa minera del mundo, con sede en Brasil, pero con capital siendo negociado en las principales bolsas de valores del mundo. Más del 45% de los accionistas de Vale son internacionales, incluyendo algunas de las mayores empresas de manejo de inversiones del mundo, con sede en los Estados Unidos. Por ejemplo, BlackRock y Capital Group, cada una, detenta cerca del 5% de las acciones en Vale, y el grupo Vanguard también posee acciones en la misma. La Vale ejecuta una maniobra llamada de triangulación, que es realizada por otras empresas también, a modo de reducir el pago de impuestos. Ella vende su producción de mineral de hierro en Brasil a su subsidiaria en Suiza, a precios más bajos que los del mercado y con eso paga bajos valores de impuestos en Brasil. Después, la Vale de Suiza revende el mineral para China a precio de mercado. Con esa maniobra Vale dejó de pagar al Estado brasileño US$ 12,4 billones de 2009 a 2015

La explotación de oro por la empresa minera Aurizona Mineração que integra el grupo canadiense Equinox Gold, en Maranhão existe desde 2010, pero las investigaciones minerales en esa región datan de la década de 1970 y la minería ilegal de oro existe allí desde el siglo XIX. El nombre Aurizona que es también el nombre de la comunidad donde se ejecuta la explotación de oro, significa «zona del oro». La empresa ya registra una recurrencia de problemas en sus operaciones. En 2014 hubo filtración del material del área de la zona minera que provocó una mortandad de peces, en 2018 hubo un deslizamiento de la pila de estéril, bloqueando carreteras e impactando una región de manglares y ahora en marzo de 2021 ocurrió la ruptura de la represa que afectó el lago de Juiz de Fora. Este lago es usado por la población de la comunidad de Aurizona para su abastecimiento de agua. Con la ruptura de la represa las personas de la comunidad están sin acceso al agua. Las cerca de 4 mil personas consiguieron que la empresa les suministrara agua, pero el agua ha venido con olor y coloración fuertes. La Equinox Gold es fruto de la fusión de varias empresas canadienses como Luna Gold y Trek Mining y la misma también posee relaciones con Pan American Silver, a través del presidente de ambas empresas.

Esas rupturas son intrínsecas del modelo de minería vigente. En plena crisis del capitalismo, para recuperar y elevar sus tasas de lucro, las empresas aumentan la producción de mineral cuando el valor del mineral de hierro en el mercado internacional sufre caída y reducen gastos con la manutención de las estructuras de contención de residuos. Las empresas gastan aún menos con seguridad, para garantizar la continuidad de los exorbitantes lucros. Así, con el aumento de la producción de mineral se produce también el aumento de la producción de residuos y el colapso de las represas. Con eso, al final de cada ciclo de aumento y caída del valor internacional del hierro, hay una gran probabilidad de un nevo desastre. Todas la empresas responsables por los desastres son empresas privadas pero es la población y el medio ambiente quien sufre los daños. Las empresas continúan teniendo un aumento de sus lucros, como es el caso de la Vale, que en 2 años luego de su ruptura en Brumadinho, tuvo una valorización de 119,8% en sus acciones.

Los fracasos de la privatización y la desregulación

En febrero de 2021, una tempestad de invierno barrió Texas, dejando 4 millones de personas sin energía en uno de los períodos más fríos de la historia reciente. Este no fue apenas un desastre «natural». El estado de Texas tiene un mercado desregulado, en el que los defensores prometieron suministrar energía más confiable y barata; sin embargo, en vez de eso, desde la década de 2004, las personas en verdad pagaron US$ 28 billones más. Texas es el único estado no conectado a las redes en otros estados. Los apagones en Texas fueron causados por la desregulación y privatización —el sistema internacional del neoliberalismo, que es promovido como una solución para los males del mundo, cuando la verdad es que los perpetró. Mientras que las personas sufrieron, y algunas hasta murieron— durante la tempestad de invierno, los ejecutivos de las empresas de combustibles fósiles se lucraron. Y las tarifas, en pleno apagón, llegaron a ser más caras, llegando a US$ 19 mil/MWh en estos lugares, un paraíso para el capital financiero que controla y especula estos negocios.

Aunque la tempestad de invierno y la caída de energía en Texas recibiesen atención nacional e internacional, menos atención fue atraída hacia los efectos del mismo frente de invierno en Mississippi. Debido a las caídas de energía en la capital de Mississippi,  Jackson, los habitantes quedaron sin agua por un mes entero. Más de 82% de los residentes de Jackson son negros, el racismo y la falta de inversión del gobierno conllevaron a esta situación. Nuevamente: un desastre «natural» no es la raíz del problema. En vez de eso, una crisis de infraestructura alimentada por décadas de desregulación, austeridad y reformas neoliberales, junto con el racismo histórico y estructural, son la causa raíz. Más de US$ 743 billones son necesarios para reparar la infraestructura hídrica obsoleta en los Estados Unidos. El presidente Biden propuso un paquete de infraestructura de US$ 2 trillones para eliminar las tuberías de plomo y mejorar «la salud de los infantes y de las comunidades negras de nuestro país», de acuerdo con la página web de la Casa Blanca. Aunque ésta sea una buena noticia, también debemos ser cautelosos: hay esfuerzos (inclusive por parte de los demócratas) de usar este proyecto de ley para conceder licencia a la industria privada y promover las «alianzas público-privadas», que a su vez se probaron desastrozas para el pueblo, en cualquier país en el que ocurrieron.

Los Estados son cómplices de las empresas en esas violaciones de derechos, una vez que son ellos los responsables por fiscalizar las actividades de éstas. Pero el Estado bajo el dominio de la doctrina neoliberal sufre lo que llamamos de captura corporativa que no es más que la influencia directa que las empresas ejercen en las decisiones que deben ser tomadas por el poder público. La captura completa de las agencias reguladoras es la prueba de eso. Eso ocurre porque en la sociedad actual las grandes empresas tienen más poder que los Estados y negocian con ellas lo que ellos podrían dejar de ganar si actuaran contra los intereses de las empresas. En Brasil, los intereses de las empresas hacen que el Estado no se organice para fiscalizar las represas. No hay estructuras adecuadas y tampoco disponibilización de recursos necesarios para el área de fiscalización. La Agencia Nacional de Minería (ANM) debe fiscalizar 816 represas pero posee sólo un tercio de los técnicos necesarios para ejecutar las inspecciones en las estructuras y su presupuesto viene disminuyendo a cada año. Hoy, en Brasil son más de 45 represas en riesgo extremo, sin estabilidad probada.  De ellas, 42 están en el estado Minas Gerais. En los EE.UU., la regulación de seguridad de represas también es dejada a los estados y no es regulada federalmente.

En Brasil, en 2021, la población sufrió con un gran racionamiento de energía eléctrica en todo el país. Ese apagón, como fue llamado, fue resultado del modelo neoliberal que fue implementado en el país en los años anteriores y que privatizó las empresas de energía, así como, redujo la planificación y la inversión del Estado hacia el sector eléctrico. El resultado fue un colapso nacional. En 2020, el estado Amapá sufrió con la falta de energía eléctrica. La empresa responsable era la española Isolux que cambió de nombre en 2019 para Gemini Energy, y no consiguió encontrar una solución para el problema de la falta de energía. Una estructura que debería tener una vida útil de 30 años, colapsó en menos de 10 años bajo control privado. Quien actuó para resolver la crisis energética en Amapá fue Eletrobrás, empresa estatal que el gobierno de Bolsonaro quiere privatizar. Bajo esa misma política neoliberal, el estado de São Paulo, en 2014, sufrió con la falta de agua debido a la lógica de la tasa de lucros máxima, en el menor tiempo y de gasto mínimo para garantizar la calidad del servicio. No es sólo falta de planificación y de inversión del gobierno en el sector, es la esencia de la lógica privada en los servicios públicos. Mientras la población racionaba agua en São Paulo, cerca de 500 grupos privados eran privilegiados con bajos precios para el agua, por la Compañía de Saneamiento del estado de São Paulo (Sabesp), entre ellos industrias, centros comerciales, condominios y grandes hoteles. En Brasil, el sector del agua y saneamiento es formado en su mayoría por empresas estatales (90%), pero la privatización se avecina con el aumento de las alianzas público-privadas en esa área.

Las fuentes de energia eléctrica en Brasil son en su mayoría (64%) de fuente hídrica. Esa fuente de energía es una de las que presenta menor costo de producción pero el precio pagado por el consumidor brasileño es uno de los más altos del mundo. Las altas tarifas de agua y energía son otra característica y consecuencia de la privatización. Para empeorar, el gobierno pretende privatizar lo que resta, efectivar la privatización de Eletrobrás que es la empresa estatal de energía del país. Hoy las hidroeléctricas de Eletrobrás venden energía a R$ 65,00 por Megawatt/hora, siguiendo las reglas de precios de mercado. Ese aumento en el valor de venta de energía será cobrado en las cuentas de los consumidores finales.

Todas esas situaciones muestran como bienes naturales que deberían estar al servicio de la población están, a decir verdad, siendo apropiados por las empresas privadas y siendo usados como mercancía para generación de lucro. Apagones, desastres en la minería, falta de agua, entre otros, no son eventos naturales. Todas esas situaciones relacionadas al agua, a la energía y a la minería tienen como origen el control privado de las empresas, formado por el capital financiero que dicta cuáles son las prioridades de las mismas: presentar altas tasas lucros para sus accionistas, altos rendimientos para los bancos y grupos financieros que invierten en ellas, siendo que muchos de esos grupos son comunes entre las empresas. Quien sufre con la prioridad de lucro de las empresas es la población más pobre, principalmente porque necesita pagar las altas tarifas, recibe servicios de baja calidad y ejecutados sin seguridad, que afectan áreas adyacentes y provocan contaminación ambiental. Los gobiernos aceptan esas situaciones y no consiguen fiscalizar ni castigar al estar orientados por una política neoliberal que estimula la relación corrupta entre estados y empresas. Es el Estado siendo capturado por el capital para servir a las empresas, como un agente al servicio de la clase dominante.

Mala para la mayoría del pueblo, esta realidad es común en los Estados Unidos, en Brasil y en el mundo. Cabe, entonces, a los afectados por esa realidad organizarse colectivamente para enfrentar todo ese aparato que se propone destruir sus formas de vida en nombre del capital.

Traducción: Ciro Casique Silva

Represas y el medioambiente: megaproyectos que se enfrentan con la vida

13 julio, 2021

Foto: Mario Marlo

Por Rodrigo Piña

Fue en el año 2016 cuando sujetos armados irrumpieron en casa de la hondureña Berta Cáceres y la asesinaron a balazos. En ese entonces, la defensora y activista indígena Lenca tenía una trayectoria de más de 20 años luchando y protegiendo a su pueblo y su territorio. Era reconocida mundialmente por organizar campañas eficaces contra megaproyectos que violaban los derechos ambientales y de comunidades indígenas.

Berta Cáceres enfrentó (muchas veces ganando) a madereros ilegales, corporaciones multinacionales y proyectos de represas que cortaban el suministro de agua a comunidades indígenas. Su última batalla, antes de ser silenciada, fue contra Desa (Desarrollos Energéticos SA), empresa que construía la represa hidroeléctrica de Agua Zarca en el Río Gualcarque. De acuerdo con el Tribunal Penal Nacional de Honduras, Berta Cáceres fue asesinada en su casa por 7 hombres contratados por ejecutivos de Desa.

A la activista la mataron por no estar acorde a la concepción de desarrollo que tenían aquellos empresarios, que según su intención, era “mejorar la calidad de vida de las comunidades”. Berta perdió la vida y el proyecto quedó suspendido, pero, ¿valió la pena el sacrificio?, ¿Qué son y para qué sirven las represas? son algunas de las incógnitas que surgen ante los hechos.https://googleads.g.doubleclick.net/pagead/ads?client=ca-pub-3610391233614572&output=html&h=250&slotname=4410239567&adk=1189912335&adf=4070387727&pi=t.ma~as.4410239567&w=300&lmt=1626755030&psa=1&format=300×250&url=https%3A%2F%2Fwww.somoselmedio.com%2F2021%2F07%2F13%2Frepresas-y-el-medioambiente-megaproyectos-que-se-enfrentan-con-la-vida%2F&flash=0&wgl=1&dt=1626755027921&bpp=18&bdt=4572&idt=2302&shv=r20210712&ptt=9&saldr=aa&abxe=1&cookie=ID%3D223c50e882310b39-220b0edea7c60019%3AT%3D1613958467%3ART%3D1613958467%3AS%3DALNI_MbeNTp-aqH1CFIV32y9AZEFNM0FIQ&prev_fmts=0x0%2C320x50%2C300x250&nras=1&correlator=6207295963181&frm=20&pv=1&ga_vid=636743177.1626755028&ga_sid=1626755030&ga_hid=569647420&ga_fc=0&u_tz=-300&u_his=1&u_java=0&u_h=900&u_w=1600&u_ah=860&u_aw=1600&u_cd=24&u_nplug=0&u_nmime=0&adx=206&ady=1685&biw=712&bih=572&scr_x=0&scr_y=0&eid=20211866&oid=3&pvsid=833901564703112&pem=519&ref=https%3A%2F%2Ft.co%2F&eae=0&fc=1920&brdim=43%2C23%2C43%2C23%2C1600%2C0%2C741%2C704%2C729%2C572&vis=1&rsz=%7Co%7CoeEbr%7C&abl=NS&pfx=0&fu=0&bc=31&ifi=4&uci=a!4&btvi=2&fsb=1&xpc=ca6JVtCjAQ&p=https%3A//www.somoselmedio.com&dtd=2398

Las represasson construcciones de tierra, cemento o roca que se colocan en los ríos para interrumpir su flujo natural y así generar un lago artificial que se llama embalse. Esta agua que queda en el embalse, puede ser utilizada para irrigación, evitar inundaciones o para generar electricidad. Sin embargo, a pesar de sus beneficios, los impactos negativos suelen ser más que los positivos.

La Comisión Mundial de Represas (CMR) integrada por empresarios, gobiernos, investigadores y sociedad civil, demuestran que las represas han impactado severamente en diversos ecosistemas y, a nivel social, su impacto también es grave ya que se estima que alrededor del mundo el desarrollo de grandes represas ha provocado el desplazamiento de entre 40 a 80 millones de personas de sus hogares (véase en https://dar.org.pe/archivos/publicacion/acuerdo_energetico_peru_brasil.pdf).Aunado a los daños ambientales que las represas provocan por sí mismas, se agrega el impacto del humano en el terreno de construcción: caminos de acceso, campamentos de construcción, líneas de electricidad entre otras actividades industriales.

La CMR menciona que los impactos ambientales siempre son negativos y en muchas ocasiones tiene como resultado la pérdida de especies y ecosistemas, es decir, cambios ambientales irreversibles. Asimismo, los embalses construidos producen gases de efecto invernadero que contribuyen al calentamiento global. Empero, el desplazamiento de personas es el efecto más común e inmediato.

En Perú, se han tomado cartas sobre el asunto, debido al Acuerdo Energético entre Perú y Brasil. Este consiste en construir centrales hidroeléctricas en territorio peruano para exportar energía eléctrica a Brasil por 30 años. Sin embargo, existe preocupación por parte de la población peruana, ya que no saben con exactitud si las hidroeléctricas puedan generar la energía suficiente para ambos países y, lo más importante, no están seguros sobre la pertinencia de construir un proyecto de tal magnitud en la amazonía peruana, porque sin lugar a dudas tendría un efecto negativo e irreversible en los ecosistemas de la región.

El río Inambari sería uno de los lugares en donde se construiría la hidroeléctrica que se conectaría a Brasil. De ser así, traería consigo impactos socioeconómicos como el desplazamiento de las poblaciones que habitan el lugar donde se va a construir la represa e impactos ambientales debido a que la vegetación y animales pequeños que habitan el lugar quedarían bajo el agua y también habría desplazamiento y extinción de especies endémicas.

El cañón de Pakitzapango es otra zona en donde se pretende construir otra represa cuyo embalse inundaría territorios ancestrales de comunidades nativas Ashaninkas que se asientan en la cuenca del río Ene. Tal situación, ha provocado descontento a nivel nacional e internacional porque no se toman en cuenta los Derechos de los Pueblos Indígenas. Además, el proyecto no cuenta con un estudio de pre-factibilidad, lo cual podría resultar en una catástrofe.

Así como el caso del río Inambari, la construcción de esta hidroeléctrica en el cañón de Pakitzapango traería consigo un desplazamiento forzado de comunidades Ashaninkas afectando directamente en su cultura y tradiciones, las cuales están estrechamente ligadas a aquel territorio. Asimismo, el impacto ambiental no sería mínimo, pues se habla de la deforestación de 30 mil hectáreas de bosque. “¿Por qué siempre los mismos debemos de pagar los costos del progreso?” se cuestiona Ruth Buendía, Presidenta de la Central de Ashaninka del Río Ene (CARE). “Nos han tratado siempre como peruanos de segunda y nos piden sacrificios de primera” continúa.

Por lo anterior, La Comisión Mundial de Represas, recomienda reducir la demanda de energía e invita a incentivar el uso eficiente de la misma, para que con ello queden cancelados proyectos que tengan un impacto negativo en el medio ambiente y se promuevan opciones alternativas como centrales hidroeléctricas pequeñas que no necesitan represas, o bien, fuentes producción de energía eólica, solar y geotérmica.

Ejemplo de lo anterior es Uruguay, pues en los últimos años transformó su matriz eléctrica. El 97% de la electricidad de este país se genera a partir de fuentes renovables, y si bien la mayor parte es hidroeléctrica, tan sólo en 2018 el 38% de la electricidad generada fue eólica y la demás energía se generó mediante biomasa y energía solar.

Si se sigue el ejemplo de Uruguay, también se pueden evitar catástrofes como sucedió con la represa de Hidroituango en Colombia, que puso en riesgo a miles de personas que corrieron el riesgo de quedar bajo el agua, o bien, como pasó en Brasil con la ruptura de la presa Brumadinho en el año 2019 y que dejó decenas de muertos y centenas de desaparecidos. Casos así hay en todas partes, pues según datos de la Comisión Internacional de Grandes Represas (ICOLD, por su siglas en inglés), advierte que hay 59,071 represas en todo el mundo, sin sumar las próximas a construirse.

En México, el Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, informó que revisará el proyecto de la represa Zapotillo – Acueducto Zapotillo León, el cual tiene como objetivo principal llevar agua a la Ciudad de León, Guanajuato y Guadalajara. Sin embargo, especialistas nacionales, investigadores y pobladores denuncian que el verdadero objetivo es llevar agua a las grandes empresas asentadas en Guanajuato. Además de que se corre el riesgo de inundar a tres pueblos y se corre el riesgo de perder 6 mil hectáreas de tierras cultivables.

Represas y el medioambiente: megaproyectos que se enfrentan con la vida

13 julio, 2021

Foto: Mario Marlo

Por Rodrigo Piña

Fue en el año 2016 cuando sujetos armados irrumpieron en casa de la hondureña Berta Cáceres y la asesinaron a balazos. En ese entonces, la defensora y activista indígena Lenca tenía una trayectoria de más de 20 años luchando y protegiendo a su pueblo y su territorio. Era reconocida mundialmente por organizar campañas eficaces contra megaproyectos que violaban los derechos ambientales y de comunidades indígenas.

Berta Cáceres enfrentó (muchas veces ganando) a madereros ilegales, corporaciones multinacionales y proyectos de represas que cortaban el suministro de agua a comunidades indígenas. Su última batalla, antes de ser silenciada, fue contra Desa (Desarrollos Energéticos SA), empresa que construía la represa hidroeléctrica de Agua Zarca en el Río Gualcarque. De acuerdo con el Tribunal Penal Nacional de Honduras, Berta Cáceres fue asesinada en su casa por 7 hombres contratados por ejecutivos de Desa.

A la activista la mataron por no estar acorde a la concepción de desarrollo que tenían aquellos empresarios, que según su intención, era “mejorar la calidad de vida de las comunidades”. Berta perdió la vida y el proyecto quedó suspendido, pero, ¿valió la pena el sacrificio?, ¿Qué son y para qué sirven las represas? son algunas de las incógnitas que surgen ante los hechos.

Las represas son construcciones de tierra, cemento o roca que se colocan en los ríos para interrumpir su flujo natural y así generar un lago artificial que se llama embalse. Esta agua que queda en el embalse, puede ser utilizada para irrigación, evitar inundaciones o para generar electricidad. Sin embargo, a pesar de sus beneficios, los impactos negativos suelen ser más que los positivos.

La Comisión Mundial de Represas (CMR) integrada por empresarios, gobiernos, investigadores y sociedad civil, demuestran que las represas han impactado severamente en diversos ecosistemas y, a nivel social, su impacto también es grave ya que se estima que alrededor del mundo el desarrollo de grandes represas ha provocado el desplazamiento de entre 40 a 80 millones de personas de sus hogares (véase en https://dar.org.pe/archivos/publicacion/acuerdo_energetico_peru_brasil.pdf). Aunado a los daños ambientales que las represas provocan por sí mismas, se agrega el impacto del humano en el terreno de construcción: caminos de acceso, campamentos de construcción, líneas de electricidad entre otras actividades industriales.

La CMR menciona que los impactos ambientales siempre son negativos y en muchas ocasiones tiene como resultado la pérdida de especies y ecosistemas, es decir, cambios ambientales irreversibles. Asimismo, los embalses construidos producen gases de efecto invernadero que contribuyen al calentamiento global. Empero, el desplazamiento de personas es el efecto más común e inmediato.

En Perú, se han tomado cartas sobre el asunto, debido al Acuerdo Energético entre Perú y Brasil. Este consiste en construir centrales hidroeléctricas en territorio peruano para exportar energía eléctrica a Brasil por 30 años. Sin embargo, existe preocupación por parte de la población peruana, ya que no saben con exactitud si las hidroeléctricas puedan generar la energía suficiente para ambos países y, lo más importante, no están seguros sobre la pertinencia de construir un proyecto de tal magnitud en la amazonía peruana, porque sin lugar a dudas tendría un efecto negativo e irreversible en los ecosistemas de la región.

El río Inambari sería uno de los lugares en donde se construiría la hidroeléctrica que se conectaría a Brasil. De ser así, traería consigo impactos socioeconómicos como el desplazamiento de las poblaciones que habitan el lugar donde se va a construir la represa e impactos ambientales debido a que la vegetación y animales pequeños que habitan el lugar quedarían bajo el agua y también habría desplazamiento y extinción de especies endémicas.

El cañón de Pakitzapango es otra zona en donde se pretende construir otra represa cuyo embalse inundaría territorios ancestrales de comunidades nativas Ashaninkas que se asientan en la cuenca del río Ene. Tal situación, ha provocado descontento a nivel nacional e internacional porque no se toman en cuenta los Derechos de los Pueblos Indígenas. Además, el proyecto no cuenta con un estudio de pre-factibilidad, lo cual podría resultar en una catástrofe.

Así como el caso del río Inambari, la construcción de esta hidroeléctrica en el cañón de Pakitzapango traería consigo un desplazamiento forzado de comunidades Ashaninkas afectando directamente en su cultura y tradiciones, las cuales están estrechamente ligadas a aquel territorio. Asimismo, el impacto ambiental no sería mínimo, pues se habla de la deforestación de 30 mil hectáreas de bosque. “¿Por qué siempre los mismos debemos de pagar los costos del progreso?” se cuestiona Ruth Buendía, Presidenta de la Central de Ashaninka del Río Ene (CARE). “Nos han tratado siempre como peruanos de segunda y nos piden sacrificios de primera” continúa.

Por lo anterior, La Comisión Mundial de Represas, recomienda reducir la demanda de energía e invita a incentivar el uso eficiente de la misma, para que con ello queden cancelados proyectos que tengan un impacto negativo en el medio ambiente y se promuevan opciones alternativas como centrales hidroeléctricas pequeñas que no necesitan represas, o bien, fuentes producción de energía eólica, solar y geotérmica.

Ejemplo de lo anterior es Uruguay, pues en los últimos años transformó su matriz eléctrica. El 97% de la electricidad de este país se genera a partir de fuentes renovables, y si bien la mayor parte es hidroeléctrica, tan sólo en 2018 el 38% de la electricidad generada fue eólica y la demás energía se generó mediante biomasa y energía solar.

Si se sigue el ejemplo de Uruguay, también se pueden evitar catástrofes como sucedió con la represa de Hidroituango en Colombia, que puso en riesgo a miles de personas que corrieron el riesgo de quedar bajo el agua, o bien, como pasó en Brasil con la ruptura de la presa Brumadinho en el año 2019 y que dejó decenas de muertos y centenas de desaparecidos. Casos así hay en todas partes, pues según datos de la Comisión Internacional de Grandes Represas (ICOLD, por su siglas en inglés), advierte que hay 59,071 represas en todo el mundo, sin sumar las próximas a construirse.

En México, el Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, informó que revisará el proyecto de la represa Zapotillo – Acueducto Zapotillo León, el cual tiene como objetivo principal llevar agua a la Ciudad de León, Guanajuato y Guadalajara. Sin embargo, especialistas nacionales, investigadores y pobladores denuncian que el verdadero objetivo es llevar agua a las grandes empresas asentadas en Guanajuato. Además de que se corre el riesgo de inundar a tres pueblos y se corre el riesgo de perder 6 mil hectáreas de tierras cultivables.

Chile: Masiva marcha en defensa del río Truful Truful

Radio Kvrruf

21 junio 2021 imagen.png

Cientos de personas y comunidades mapuche acudieron a la convocatoria de manifestación luego que trascendiera la resolución del comité de ministros que le entregó luz verde al proyecto Central de paso El Rincón.

Desde Melipeuco Ríos Libres señalaron «Con un gran participación de la ciudadanía, se llevó a cabo una gran marcha el pasado viernes 18 de Junio, en rechazo a la Central de Paso El Rincón, en defensa del Río Truful Truful, como organización, agradecemos la asistencia y el apoyo a esta gran causa que hemos luchado muchos años, para el resguardo de nuestros recursos naturales y los espacios sagrados de nuestro pueblo Mapuche.»

Este proyecto data desde el año 2012 y tras varios años de resistencia en el 2018 el proyecto se votó en la comisión de evaluación ambiental, donde fue rechazado por unanimidad.

Compartimos la realización audiovisual de Samuel Linker Saravia:

Publicado originalmente en Radio Kurruf   Este material periodístico es de libre acceso y reproducción. No está financiado por Nestlé ni por Monsanto. Desinformémonos no depende de ellas ni de otras como ellas, pero si de ti. Apoya el periodismo independiente. Es tuyo.  

https://desinformemonos.org/chile-masiva-marcha-en-defensa-del-rio-truful-truful/

Señores que compran ríos

15 junio, 2021 ZonaDocs

Medio ambiente

#AlianzaDeMedios

En Guatemala no solo es posible comprar un río, además defenderlo puede significar un proceso larguísimo de cárcel. Eso está sufriendo el líder comunitario Bernardo Caal Xol. En estas líneas, su caso y sus cartas con las que intenta defenderse, hacer correr la voz como las aguas que -enrejadas o no- jamás se quedan quietas

Apoyo y gestión de correspondencia: Familiares y compañeros de Bernardo Caal Xol / Bocado Lat

Fotos: Prensa Comunitaria y redes sociales de Bernardo Caal Xol

GUATEMALA.- Bernardo Caal Xol está preso por defender al río sagrado de su comunidad.  Indígena maya q’eqchi’, líder comunitario y maestro, encabezó desde 2015 la resistencia de las comunidades de Santa María Cahabón a la construcción de la hidroeléctrica OXEC sobre los ríos Oxec y Cahabón. Un megaproyecto que es negocio de Florentino Pérez, poderoso empresario español y presidente del club de fútbol Real Madrid. 

Al empresario español y a los intereses transnacionales incomodaban la organización comunitaria indígena tanto como su líder: el maestro Bernardo. Por eso el 15 de octubre de 2015 le acusaron de supuestos actos de violencia contra empleados de NETZONE S.A., contratista de OXEC. Tres años más tarde, el 9 de noviembre de 2018 lo condenaron a 7 años y 4 meses de prisión en un caso “que muestra los mismos patrones de criminalización contra defensores de derechos humanos que hemos documentado por años en el país”, ha dicho Erika Guevara Rosas, directora regional de Amnistía Internacional.

Organizaciones no gubernamentales lo dicen sin dudarlo: Bernardo Caal Xol es un preso de conciencia. 

La justicia guatemalteca no escucha, retrasa las audiencias.

Los poderosos de su país garantizan la impunidad. 

Bernardo Caal Xol sigue encarcelado. Le han robado más de 1200 días de vida mientras la empresa extranjera explota los ríos sagrados de Alta Verapaz como si fueran suyos.

Pero Bernardo, maestro, padre y líder maya q’eqchi’, aún tiene palabras. Desde la cárcel escribió una carta para este especial de Bocado. De puño y letra brinca muros de silencio, siembra esperanza. 

Carta de Bernardo Caal Xol

24.04.2021

Soy Bernardo Caal Xol, del pueblo Maya Q’eqchi’, Guatemala, de 49 años de edad. Nací en las montañas del municipio de Cahabón, allí nací porque mis abuelos y abuelas andaban huyendo de la esclavitud que estaban siendo sometidos los indígenas en las fincas del café de los terratenientes extranjeros que habían despojado las tierras en el territorio Q’eqchi’. De la montaña al centro urbano, mis padres me trajeron para estudiar la primaria, allí empecé a hablar el castellano, estudié el nivel básico, luego me trasladé a la cabecera departamental de Cobán para estudiar para maestro. En el año 1995 volví a mi comunidad para trabajar como maestro con contrato con el Estado de Guatemala.

En el año 2015 con las comunidades empezamos a denunciar la presencia de empresas hidroeléctricas que empezaban a entubar el Río Ox-eek’ y Río Cahabón. 

En el año 2016 visitamos todas las instancias del gobierno para hacer nuestras denuncias.

En el año 2017 las hidroeléctricas Oxec S.A. que funcionan dentro de la comprensión municipal de Cahabón Alta Verapaz, fueron suspendidas por los máximos órganos de justicia en Guatemala. Al mismo tiempo iniciaba una persecución, difamación y calumnia en mi contra en distintos medios de comunicación, ocasionaban un descrédito total en mi persona, el mismo año se me giraron dos órdenes de Captura por parte de un juez en Cobán Alta Verapaz.  

El 30 de enero en 2018 me presenté a una de las audiencias judiciales, allí se me capturó, estoy encarcelado actualmente. Las hidroeléctricas Oxec S.A. a través de la empresa sub contratada Netzone, me acusan de Robo Agravado y detenciones ilegales. Todos los testigos en mi contra son empleados de las hidroeléctricas Oxec S.A. Tres años y tres meses llevo de estar encarcelado, no ha finalizado el proceso porque la justicia utiliza las tácticas dilatorias con la finalidad de mantenerme encarcelado.

El pueblo Q’eqchi’ sigue luchando y resistiendo por el Río Cahabón y Río Ox-eek’. 

El Río Cahabón es un rio Sagrado para mi pueblo, el Popol Vuh, libro sagrado de los Mayas, hace constar que este río es el escenario de Hunahpú e Ixbalanqué, los gemelos de la mitología de nuestro libro. 

Sobre el Río Cahabón han construido varias hidroeléctricas, desviándolo, entubándolo por varios kilómetros, 50km aprox. En esos cincuenta kilómetros las familias Q’eqchi’s no tienen acceso al agua. La mayoría de estas hidroeléctricas fueron construidas por la empresa “cobra” de Florentino Pérez, presidente del Real Madrid de España.

Los máximos órganos de justicia en Guatemala, reconocieron que no hubo consultas previas, pero ordenaron que las empresas siguieran operando sobre el río.

¡La lucha sigue…!

Presentación CAMPAMENTO FEMINISTA ¡VIVA BERTA!

COPINH


📣📣 #ATENCIÓN | mañana martes 4 de mayo presentaremos públicamente nuestro CAMPAMENTO FEMINISTA ¡VIVA BERTA!


📌 Invitados todos y todas, a las 9:00 am, frente a la Corte Suprema de Justicia en Tegucigalpa.


RNDDH – COPINH – OFRANEH

Comunicado | No a las represas de Garabi-Panambi: Bolsonaro quiere retomar proyecto en el río Uruguay

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Comunicado | No a las represas de Garabi-Panambi: Bolsonaro quiere retomar proyecto en el río Uruguay

El proyecto estaba suspendido desde 2015, el próximo miércoles, 28 de abril, el asunto vuelve a la agenda con el gobierno queriendo retomar la construcción; afectados se oponen por Movimento dos Atingidos por Barragens – Rio Grande do Sul

Publicado 28/04/2021 – Atualizado 14/05/2021

Es con profunda indignación que nosotros, el Movimiento de los Afectados por Represas (MAB, por sus siglas en portugués), informamos sobre la ofensiva del gobierno de Bolsonaro que pretende retomar el proyecto del Complejo Hidroeléctrico Binacional Garabi-Panambi, ubicado en el río Uruguay, entre Brasil y Argentina.

Rio Uruguai. Foto: Silvio da Silva Vargas

El próximo miércoles, 28 de abril, será juzgado, en el Tribunal Regional Federal de la 4ª Región (TRF4), un recurso de apelación introducido por el IBAMA, Electrobrás y União contra la decisión que impide los estudios del Complejo Hidroeléctrico Garabi-Panambi.

En el caso de que sea construido, será el mayor complejo hidroeléctrico de América Latina, poseyendo un área de inundación de más de 99 mil hectáreas (un área mayor que la de la Central Hidroeléctrica de Belo Monte), afectando directamente a cerca de 12.600 personas de 19 municipios brasileños, en las regiones de Celeiro, Missões y Fronteira Noroeste, en el estado Rio Grande do Norte, además de 16 municipios argentinos en las provincias de Misiones y Corrientes. El número de afectados pueden ser aún mayor, superando las 20 mil personas, si consideramos las distorsiones y omisiones presentes en los estudios disponibles.

En el Parque Estadual do Turvo, una de las principales áreas de preservación ambiental del estado Rio Grande do Sul, se encuentra el Salto do Yacumã del río Uruguay, donde pueden haberse inundado unas 60 hectáreas del área y con ello podría haber desaparecido el salto.

El proyecto data de la época de los años 80, consiste en dos presas; siendo que, Garabi se localiza en los municipios Garruchos (de Brasil y Argentina) y Panambi entre los municipios de Alecrim (Brasil) y Panambi (Argentina).

En los últimos 10 años, el proyecto fue retomado y, a partir de la lucha de los afectados y aliados, en 2015, la 1ª Vara de la Justicia Federal de Santa Rosa emitió una liminar que suspendía la continuación de los estudios.

Infelizmente, el gobierno de Bolsonaro se moviliza para retomar el proyecto. El juicio ocurrirá el próximo miércoles, 28 de abril, de forma virtual, negando el derecho básico de la población afectada a estar informada y a la garantía de plena participación en las decisiones.

El gobierno de Bolsonaro, en vez de insistir en este proyecto, debería hacer efectivas las urgentes medidas de protección a la vida del pueblo, que sufre con los altos índices de desempleo, hambre y miseria junto al aumento de las muertes causadas por la COVID-19.

Además, Brasil no necesita de nuevas hidroeléctricas porque posee, actualmente, más de 30% de energía excedente en territorio nacional. Lo que justifica la construcción de nuevas represas es el interés de los grupos económicos (multinacionales y bancos; capital financiero) que divisan en el sector hidroeléctrico la posiblidad de extraer altas tasas de lucro, con energía producida a un bajo costo por medio del agua, y vendida en función del precio del petróleo o del carbón.

Vale destacar que, en Brasil, producimos la energía más barata, pero paganos la 5ª tarifa más cara del mundo. Esta codicia por el lucro castiga diariamente al pueblo brasileño.

El modelo energético brasileño es injusto, autoritario y viola sistemáticamente 16 derechos fundamentales, como señala la relatoría de 2010 del CDDPH (Consejo de Defensa de los Derechos de la Persona Humana).

Frente a esto, el MAB convoca a toda la sociedad brasileña y argentina a sumarse a la lucha contra esta acción del gobierno de Bolsonaro, que obedece a las empresas multinacionales de la energía y que quieren apropiarse de nuestras riquezas naturales para extraer altas tasas de ganancia a costa de la violación de derechos y de los impactos socioambientales.

No necesitamos de este tipo de desarrollo excluyente e injusto, defendemos la vida y un otro modelo energético y de desarrollo, en el cual el agua y la energía sirvan para la soberanía de los pueblos y no para los banqueros y las multinacionales.

¡Fuera, Bolsonaro! Presidente genocida y entreguista de las riquezas del pueblo brasileño. El lucro no puede estar por encima de la vida.

Traducción: Ciro Casique

“Canción Para Berta” [Song For Berta]

📣COPINH
@COPINHHONDURAS

EnVivo

Presentaremos el lanzamiento mundial de la “Canción Para Berta” [Song For Berta] del cantante irlandés @DamienRise y otras artistas a las 7 pm.

Juntas y juntos sigamos exigiendo #JusticiaParaBerta

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Brasil quiere reactivar construcción del complejo hidroeléctrico más grande de América latina

MAB lo retwitteó
Radio Mundo Real – RMR

Bolsonaro quiere reactivar construcción del Complejo hidroeléctrico más grande de América Latina. El Movimiento de Afectados por Represas @MAB_Brasil
advierte que unas 20 mil personas de Argentina y Brasil serían afectadas a ambos lados del río Uruguay.

Entrevistas 23 de abril | 2021

Brasil quiere reactivar construcción del complejo hidroeléctrico más grande de América latina

Movimiento de Afectados por Represas (MAB) advierte que unas 20 mil personas de Argentina y Brasil serían afectadas a ambos lados del río Uruguay.

El Movimiento de Afectados por Represas de Brasil (MAB) está en alerta ante la posible reactivación del proyecto hidroeléctrico binacional Garabí-Panambí, que desarrollarían la empresa Eletrobras junto a Ebisa de Argentina.

De realizarse, el proyecto se convertiría en el complejo hidroeléctrico más grande de América Latina, con una presa construida a cada lado del río Uruguay, afectando a 35 municipios entre Argentina y Brasil, lo que implicaría a unas 12.600 personas -según cálculos oficiales- o a más de 20 mil personas, según cálculos del MAB.

Nos comunicamos con Tatiane Paulino de la coordinación nacional del MAB en Río Grade do Sul para analizar los impactos y afectaciones que podría provocar este proyecto si se reactivara.

«Enfrentamos dos virus en Brasil: la COVID-19 y el negacionismo de Bolsonaro -dijo la activista-. El país pasa por una crisis económica, más de 19 millones de personas tienen hambre… y en este contexto van a reactivar un proyecto hidroeléctrico que implicaría expulsar a miles de personas de los municipios donde viven, sin haber sido consultadas previamente sobre qué opinan del proyecto ni haberles brindado información de a dónde podrían ir a vivir. Además, la construcción de estas megarepresas implica inundar 60 hectáreas del Parque Turvo y unas 90 mil hectáreas en total serían afectadas, entre ambos países».

EL PROYECTO

El proyecto hidroeléctrico binacional Garabí-Panambí se remonta a los años 70, cuando Argentina y Brasil estaban viviendo dictaduras. Desde entonces pasó por varios avances, contratiempos y resistencias.

La propuesta que se maneja actualmente es de 2010, basada en los Estudios de Inventario Hidroeléctrico de la Cuenca del Río Uruguay realizados por las empresas Eletrobras de Brasil y Ebisa de Argentina. Supone la construcción de la presa de Panambí con una altura de 130 metros, que inundaría unas 60 hectáreas del Parque Estatal de Turvo, que alberga especies animales en peligro de extinción, como el jaguar, el tapir, el puma, el águila arpía, entre otras especies de fauna y flora.

Con ese dato, la Justicia decidió frenar la construcción, respondiendo a una acción civil pública presentada por los Ministerios Públicos de Santa Rosa y del Estado de Rio Grande do Sul contra el Instituto Brasileño de Medio Ambiente (IBAMA) y Eletrobrás. Entre 2015 y 2017 varios tribunales ordenaron frenar los estudios de impacto ambiental y se ordenó al IBAMA que «se abstenga de seguir adelante con el proceso de concesión de licencias ambientales para construir la central eléctrica de Panambi o cualquier otra que implique un daño directo o indirecto al Parque Estatal de Turvo».

Pero el próximo miércoles 28 de abril la situación podría cambiar, ya que el IBAMA y Eletrobrás presentaron un recurso en el tribunal TRF4 de Porto Alegre para reanudar los estudios de impacto ambiental en la presa de Panambí. «Si se aprueba la reanudación de los estudios esto significará un aval para la construcción del complejo hidroeléctrico binacional», advierten desde el MAB.

«La gente no fue consultada por estos proyectos y vive con mucha angustia e incertidumbre lo que podría pasar con ellos si se aprueba la construcción de la hidroeléctrica», dijo Tatiane Paulino, recordando que miles de personas se dedican a la pesca artesanal y a la agricultura.

Las mega represas serían construidas en el río Uruguay, en la frontera entre Brasil y Argentina, entre el estado de Rio Grande do Sul (BR) y las provincias argentinas de Corrientes y Misiones. El proyecto incluye dos presas: la de Garabi ubicada desde los municipios de Garruchos (BR y ARG), afecta a 8 municipios brasileños y 7 argentinos. La presa de Panambi se encuentra en los municipios de Alecrim (BR) y Panambi (ARG), llegando a 11 municipios brasileños y 9 argentinos.

«Todos los días hay nuevos proyectos de privatización en Brasil, como éste que retoma la privatización de Eletrobras a través del proyecto hidroeléctrico binacional», advirtió la coordinadora del MAB.

Mientras siguen sin desarrollarse políticas que garanticen los derechos de afectados por represas, «hay una connivencia entre el gobierno y el estado de Río Grande do Sul para garantizar todos los medios legales para desarrollar la construcción del proyecto con Eletrobrás. Las autoridades están discutiendo una nueva ley ambiental en el Estado de RS para autorizar la reducción del Parque Turvo y justificar así la construcción de la hidroeléctrica».

Después de 7 años de lucha salvaron al Río Renaico

21 de abril de 2021

Empresa que buscaba instalar central de pasada en el sector de Pemehue desistió. Vocero de las organizaciones sociales que se opusieron señaló que se trata de un triunfo de la gente organizada.

RENAICO.- Después de 7 años de dar una pelea judicial, administrativa y con un fuerte movimiento social que buscaba evitar la construcción de una central de pasada en el Río Renaico, en el sector cordillerano de Pemehue, por las negativas consecuencias ambientales que traería, el viernes el Servicio de Evaluación Ambiental, SEA, notificó que la empresa Agua Viva, que buscaba ejecutar el proyecto, desistió de hacerlo.

DESDE EL 2013

Esta empresa había ingresado este proyecto al Servicio de Evaluación Ambiental, SEA, en diciembre de 2013 para obtener su Resolución de Calificación Ambiental; a partir de ahí se comenzó a generar un movimiento social potente que buscó evitar la construcción de esta central de paso, en el cual participó gente de Renaico, Collipulli, Negrete, Angol y Mulchén, realizando también diversas acciones administrativas y judiciales, a través de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos de Collipulli.

Consultado el vocero del Colectivo Social Salvemos el Río Renaico y del Movimiento por la Defensa del Río Renaico, Nicolás Fuentes, planteó que mucha gente se opuso a esta central porque iba generar un desastre ambiental en la cuenca del río. Dijo que se pretendía instalar muy cerca de la Reserva Nacional Malleco y consideraba establecer un botadero cerca del Memorial que recuerda a detenidos desaparecidos en este sector.

Agregó que el proyecto planteaba talar 17 hectáreas de bosque nativo e inundar otras 4 hectáreas, porque aunque se vendía como una central de pasada, incluía la construcción de una represa que encajonaba el río. Dijo que al entubar el agua y devolverla al cauce 9 kilómetros más abajo, la misma tendría menos oxígeno y mayor temperatura, “por tanto iba a afectar a la flora y fauna que habita en el Río Renaico e iba generar un desastre ambiental”.

JUDICIAL Y ADMINISTRATIVO

El 2017 el SEA aprobó la Resolución de Calificación Ambiental para este proyecto, ante lo cual sus detractores presentaron una reclamación ante el Consejo de Ministros encabezado por el director ejecutivo de este organismo, la cual fue rechazada el 2019; ahí la gente del Colectivo y del Movimiento presentaron una reclamación en contra del SEA ante el Segundo Tribunal Ambiental de Santiago, donde lo hicieron porque el proyecto se pretendían ejecutar en un territorio que es parte de La Araucanía y el Bio Bio.

Nicolás Fuentes dice que ocurría algo paradójico porque esta batalla judicial no era en contra de la empresa Agua Viva, sino del SEA por haber otorgado la calificación ambiental.

MÁS UN AÑO

Agrega que Agua Viva había renunciado al proyecto en febrero del 2020 al darse cuenta de que la comunidad sabía que no era una buena iniciativa y llevaba  adelante una lucha social, judicial y administrativa para evitarla, agregando Fuentes que recién este viernes, después de más de un año, el SEA emitió la resolución exenta que pone fin al proyecto.

Para él fue el fuerte movimiento social y las acciones judiciales y administrativas las que llevaron a la empresa a renunciar. “Se genera una defensa extensa de organizaciones sociales y de comunidades mapuches que se movilizan, con movilizaciones populares, manifestaciones, con expresiones culturales, con una defensa jurídica, reclamación en el Segundo Tribunal Ambiental de Santiago y con algunos movimientos administrativos en algunos organismos de Estado, de ahí se gesta esta defensa hasta el día de ayer, donde finalmente, luego de ya siete años de manifestaciones, de reuniones, de expresiones artísticas, se gesta la renuncia de este proyecto”.

https://www.malleco7.cl/despues-de-7-anos-de-lucha-salvaron-al-rio-renaico/