No podemos hablar de las Mujeres Defensoras Del Agua sin Las Mujeres De Temaca conoce en qué etapa está la lucha, a través de esa linda Infografía que realizamos-.
La Presa El Zapotillo en Jalisco se encuentra detenida desde el año 2014, gracias a la valiente lucha de Las Mujeres De Temaca Guardianas Del Río Verde.
“¿Quién le puede dar derechos a una Madre Tierra si nosotros somos sus hijos?”: Óscar Olivera, defensor ambiental.
Óscar Olivera Foronda, activista y miembro de la Fundación Abril y Red Vida en Bolivia invita a reflexionar sobre cómo son percibidos los llamados “derechos de la naturaleza”, y cómo es que nosotros y nosotras como habitantes de la tierra los empleamos.
Por Eric Sandoval / @eric20san
“Cuando se habla de derechos a la madre tierra, me pone a reflexionar si nosotros como raza humana estamos permitidos darle derechos a la madre tierra, cuando ella es la que nos da permanente vida, ¿quién le puede dar derechos a una madre tierra si nosotros somos sus hijos?”, relató Óscar Olivera, quien fue parte de la lucha por la desprivatización del agua en Cochabamba, Bolivia en el año 2000 y sigue estando en resistencia bajo la consigna: “el pueblo puede vencer a los más poderosos”.
A pesar de que los gobiernos se esfuerzan por dotar de derechos a la Madre Tierra, a través de leyes y otros instrumentos reguladores, esto representa también un acto de perspectiva occidental del derecho, dijo Olivera Foronda, en el marco de la “Jornada de Celebración y Acción: Por Ríos Libres de Represas, Tóxicos y Extractivismo”, un evento organizado por el Comité Salvemos Temacapulín, Acasico y Palmarejo; Movimiento Mexicano de Afectadxs por las Presas y en Defensa de los Ríos (MAPDER); Instituto Mexicano Para el Desarrollo Comunitario (IMDEC) y Colectivo de Abogadxs.
“Quien tiene derechos, tiene obligaciones, ¿qué obligación tiene la madre tierra con nosotros?, ninguna”, afirmó el defensor. Cuidarla, apreciarla, agradecer y mimarla como una madre, invitó Óscar, ya que en ella construimos nuestros hogares, escuelas, centros recreativos, además de que nos ofrece alimentos que se forman dentro de ella.
“Los derechos de la madre suponen ponerme encima de mi mamá”, mencionó Óscar.
En ese sentido, el activista también mencionó que la privatización significa la destrucción de nuestra memoria e historia, lo que es el factor más importante para que las nuevas generaciones puedan continuar con la lucha. Así mismo, Olivera Foronda mencionó la importancia de cuestionar el derecho humano al agua, ya que con ese precedente, se excluye el derecho que tienen todos los seres vivos al agua e, incluso, a la misma Madre Tierra.
“La llegada de la cotización del agua en la bolsa de valores de Wall Street representa una visión capitalista y mercantilista de algo que debe ser un bien común”, dijo Óscar.
Finalmente, mencionó que hacer justicia mediante vías legales y legítimas siempre será un gran paso, pero la solución siempre debe nacer en la movilización del pueblo ante una institucionalidad nefasta y contraria.
Los “Escaramujos” son documentos de análisis producidos por Otros Mundos A.C. Les presentamos el último número de la colección, esperando les sirva para sus trabajos en defensa de los territorios. (Ver todos los números del Escaramujo)
El Estado de Guerrero es uno de las 32 entidades del país con una superficie de alrededor de 64,000 km² y representa el 3.2% del territorio nacional. Cuenta con 81 municipios y una población de más de 3.5 millones de habitantes representando la 12ª entidad más poblada de México. Guerrero es uno de los Estados con más caudales hidrológicos y ocupa el 12º sitio en cuanto a disponibilidad acuífera. Sin embargo, es una de las entidades más pobres y violentas del país, y al mismo tiempo aporta con sus represas la energía que requiere el sector turístico de élite ubicado en sus costas.
Los contrastes de la pobreza y opulencia marcan la injusticia en el estado de Guerrero, la tierra de quienes abonaron a la Independencia del país como José María Izazaga, Vicente Guerrero, Nicolás Bravo, Juan N. Álvarez, así como la lucha de Canto A. Neri y las revueltas de Mochitlán y Quechultenango contra la dictadura porfirista. Es la tierra de Genaro Vázquez y de Lucio Cabañas quienes lucharon por un país nuevo. Pero es también el territorio donde en la región de la Costa Grande fueron asesinados 17 campesinos en el vado de Aguas Blancas en 1995, y en 2014 los 43 Normalistas de Ayotzinapa fueron desaparecidos. Es el territorio donde las mineras canadienses explotan con consecuencias sociales y ambientales irreversibles y en total impunidad violan acuerdos y contratos con los propietarios de las tierras, un estado que le proporciona gigantes cantidades de oro, agua y energía que extraen de una entidad empobrecida y violentada.
Guerrero es el territorio donde operó la época del milagro mexicano impulsando el desarrollo turístico internacional promovido por el entonces presidente Miguel Alemán Valdés (1946-1952). Es entonces cuando las grandes represas se construyen desalojando pueblos para alimentar el turismo que destacara el llamado Triángulo del Sol considerado como el primer destino turístico con el que México se dio a conocer en el mundo para atraer el turismo extranjero al puerto de Acapulco, Ixtapa y Zihuatanejo así como al “pueblo mágico” de Taxco.
En medio de este turismo de élite se libra una lucha de las comunidades campesinas e indígenas a quienes se les disputan los territorios, el agua y la vida, por parte de las grandes empresas mineras con las actividades más voraces y destructivas que se hayan visto. Es la tierra donde los feminicidios y el crimen organizado han creado territorios libres de justicia y llenos de impunidad. Es el Estado donde por más de quince años, los ejidatarios resisten contra la construcción de la Presa La Parota que ha generado saldos de muertos, desplazados, violencia y presos políticos. Por ello, es el territorio que grita la consigna de “¡basta de represión, represas y presos políticos!”.
Analicemos ahora las intervenciones que se han realizado en las Cuencas de Guerrero con proyectos de represas, diques, bordos y derivadoras. Desde el año 1550 hasta el 2020 la CONAGUA ha logrado documentar1 la construcción en México de un total de 6,489 represas, derivadoras, diques y bordos en todo el país a lo largo de estos 470 años, independientemente de su tamaño, constructor y objetivo (ya sea para el riego, generación de electricidad, agua potable, abrevadero, acuacultura y pesca, recreativo, navegación, infiltración, entre otros). A estas se sumarán otras 112 “pequeñas” represas que el gobierno actual pretende construir entre 2018 y 2024 y repotencializar 64 grandes represas de las ya existentes.2 Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (INEGI), en México existen actualmente 4 mil 463 presas, de las cuales 668 son grandes represas principalmente para la generación de energía eléctrica.3
De estas 6,489 obras en el país, en el estado de Guerrero solo se han construido 105 en estos 470 años. Esto representa el 1.6% del total. Guerrero ocupa el lugar numero 23 de las 31 entidades con estas obras. De las 105 obras, CONAGUA tiene registro de su fecha de construcción de 94 de ellas. Es importante hacer notar que la primera obra registrada data de apenas 1937 y hasta 1964 que inicia la operación de la Presa El Infiernillo para detonar el desarrollo del turismo más que apuntalar a solucionar las causas de la pobreza y la violencia en el estado.
Al menos 10 Constructores distintos han realizado estas intervenciones, entre las que se encuentran la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), Fideicomiso de Riesgo Compartido (FIRCO), el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), Gobiernos municipales, Hacendados, Particulares, la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) que funcionó entre los años 1946 a 1976; la Secretaría de Recursos Hidráulicos (SRH) que existió entre 1946 y 1976; y la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos (SARH) entre 1976 y 1994.
LOS SISMOS
Pese a que el estado de Guerrero se mantiene como la tercera entidad del país con mayor actividad sísmica después de Oaxaca y Chiapas, todas las represas, los diques, los bordos y las derivadoras se han construido en Zonas Sísmicas: 49 en Alta Sismicidad y 56 en Media Sismicidad. Es necesario tomar en cuenta que tan solo durante el mes de julio de 2020 se registraron 269 sismos en Guerrero de variada intensidad.
La Brecha de Guerrero es una región sísmica que no ha registrado ninguna actividad sísmica mayor a 7,0 desde el año de 1911. Por ello se calcula que podría ocurrir un sismo de gran magnitud en cualquier momento cuando la placa de Cocos se continúe introduciendo por debajo de la placa Norteamericana. Esta Brecha se ubica en el océano Pacífico frente a la Costa Grande de Guerrero, y se prolonga a lo largo de 230 km desde el sur de la ciudad turística de Acapulco hasta Papanoa.
LAS CUENCAS
Guerrero es uno de los Estados con más caudales hidrológicos y ocupa el 12º sitio en cuanto a disponibilidad acuífera. Su aprovechamiento es de 602,626 millones de m³. Las lagunas más importantes son la Laguna Negra, Laguna de Coyuca y Laguna de Tres Palos. Las aguas superficiales de Guerrero se distribuyen en 3 Regiones Hidrológicas: RH18 “Balsas”, RH19 “Costa Grande” y RH20 “Costa Chica-Rio Verde”.
La Región Hidrológica RH18 “Balsas” abarca la zona centro y norte del estado que equivale al 53,31% del territorio estatal. Los afluentes escurren al río Balsas que nace en el estado de Puebla y toma tres nombres diferentes antes de llegar al mar: Río de Mezcala, Río Balsas y Río Zacatula. En total son 771 Km de los cuales 522 corren sobre Guerrero, 107 sobre Puebla y 142 sobre Oaxaca. La Región incluye las Cuencas del Río Balsas-Mezcala (22,07% del territorio estatal), Rio BalsasZirándaro (14,72%), Rio Balsas-Infiernillo (5,46), Rio Tlapaneco (5,61%), Rio Grande de Amacuzac (3,24%) y Rio Cutzamala (2,21%).
El Río Balsas es uno de los más importantes de Guerrero y también con un alto índice de contaminación por la agricultura industrial, la industria textil, toneladas de residuos orgánicos, sólidos y metales pesados, como cianuro, zinc, aluminio, cadmnio y manganeso, aguas residuales sin tratamiento provenientes del consumo humano, industrial, agrícola, pecuario o minero.
La Región Hidrológica RH19 “Costa Grande” desembocan sus aguas en el Océano Pacífico, abarcando el suroeste con el 19,5% del estado. Las cuencas de esta región incluyen al Río Atoyac y Otros (8,06% del territorio estatal), Río Coyuquilla y Otros (5,80%) y Río Ixtapa y otros (5,64%).
La Región Hidrológica RH20 “Costa Chica-Rio Verde” desembocan sus aguas en el Océano Pacífico, se ubica en el sureste del estado abarcando el 27,19% de su superficie. Incluyen las cuencas Río La Arena y otros (0,31% del territorio estatal), Río Ometepec o Grande (7,81%), Río Nexpa y otros (7,22%) y Río Papagayo (11,85%).
En cuanto a las Regiones identificadas por CONAGUA, las represas, diques, bordos y derivadoras, 79 se ubican en la Región Balsas y 26 en la Región Pacífico Sur. Desde el punto de vista de las Regiones Hídricas se ubican 73 en Balsas, 20 en la Costa Chica y 12 en la Costa Grande de Guerrero. CONAGUA ubica las represas, diques, bordos y derivadoras en 19 Cuencas diferentes:
Más de 80 Corrientes superficiales se han intervenido con represas, bordos, diques y derivadoras entre los que se encuentran alrededor de 60 Arroyos y 25 Ríos.
Entre los Arroyos encontramos Agua De Correa, Agua Zarca, Ahiles, Ahuelican, Amatitlán, Amatitlan El Gde., Anillo, Apa, Arenal, Atlixtac, Copalillo, Cuachatlajco, Cuauhtenango, Cuavillas, El Columpio, El Cuajilote, El Limon, El Molino, El Platanar, El Tiro, El Tomatal, Escuchapa, Huacapa, Jaltipan, La Basilia, La Muñeca, La Pala, Las Anonas, Las Cuatas, Las Flores, Las Mojarras, Limpio, Los Ahiles, Los Capulines, Los Guajes, Nombre De Dios, Ojo De Agua, Pala, Pantitlan, Piedra Salada, Platanillo, Potrero De Rosas, Poza Blanca, Rancho Viejo, Redondeado, San Antonio, San Marcos, Santa Cruz, Tecorral Alto, Terremote, Tomatal, Totoloapan, Villegas y Xihuatoxtac, además de la Barranca de Xoxoquitla, Boca de Alcantarilla, Boca Potrerillo, Escurrimientos y la Laguna de las Flores.
Entre los Ríos encontramos Ajuchitlán, Amuco, Atopula, Atoyac, Azul, Balsas, Chiquito o El Oro, Cocula, Cortijo, Coyuquilla, Cutzamala, El Zopilote, Huacapa, Las Truchas, Nexpa, Papagayo, Poliutlao Sultepec, San Jeronimito, Tepecuacuilco, Tuxpan y Viramontes.
LOS MUNICIPIOS
Las represas, los diques, los bordos y las derivadoras se han construido en 37 municipios de la entidad que representan el 45.67% de un total de 81 municipios en el estado de Guerrero. Los Municipios con más obras lo encabeza Huitzuco (23) seguido de Buenavista de Cuéllar (8), Iguala (7), Atenango (5), La Unión (5), Chilapa, Taxco, Tixtla y Zihuatanejo (4 cada uno).
Esta guía entrega una propuesta metodológica para el monitoreo comunitaria del agua. Aunque, en principio, la guía estará acompañada de una maleta con materiales para su uso, también puede ser usado de forma independiente para la construcción de estrategias de monitoreo para cuencas hidrográficas en diferentes territorios.
Nuestro ejercicio pedagógico popular, en los últimos años, ha construido conocimiento e incentivado prácticas entorno a los derechos de los pueblos y las comunidades a participar y decidir sobre el uso de los bienes comunes, construyendo colectivamente controles democráticos para su manejo. Bajo este horizonte, el presente documento entrega renovadas reflexiones e instrumentos para el fortalecimiento de la gestión comunitaria del agua en los territorios. La siguiente propuesta no habría tenido espacio para su maduración sin el diálogo abierto y honesto con compañeras y compañeros que durante años han participado en las escuelas del agua en diferentes departamentos de Colombia como el Meta, Cundinamarca, Santander, Nariño, Caquetá, Putumayo, Cauca y Norte de Santander. A todos y todas ellas nuestro mayor agradecimiento.
Esta guía entrega una propuesta metodológica para el monitoreo comunitaria del agua. Aunque, en principio, la guía estará acompañada de una maleta con materiales para su uso, también puede ser usado de forma independiente para la construcción de estrategias de monitoreo para cuencas hidrográficas en diferentes territorios. En este sentido, compartimos las siguientes propuestas de prácticas con la certeza que su contenido sea utilizado creativamente por cada una de las comunidades y regiones donde sea leída.
Esperamos que esta guía para el monitoreo comunitario del agua incentive autonomías populares para la defensa de los bienes comunes y que aporte a las propuestas de un ordenamiento territorial alrededor del agua.
Esta carretera conducía a un antiguo pueblo que desapareció bajo el agua de una represa Foto: Bulent Kilic – Fuente: AFP
Pese a las reiteradas protestas y los intentos de frenar la construcción, la obra llegó a su etapa final y quedó bajo el agua Foto: Bulent Kilic – Fuente: AFP
La pequeña ciudad de Hasankeyf estuvo habitada por más de 12.000 años y de ella no queda casi nada Foto: Bulent Kilic – Fuente: AFP
Estas eran sus casas que quedaron bajo las aguas de la represa hidroeléctrica Ilisu en el río Tigris Foto: Bulent Kilic – Fuente: AFP
La represa fue construida también para fomentar el turismo, ya que permite la natación y los paseos en barco Foto: Bulent Kilic – Fuente: AFP
Sus últimos residentes se negaban a abandonar sus casas construidas en la cueva de una montaña. Enero de 2019 Foto: Bulent Kilic – Fuente: AFP
Se construyó un pueblo nuevo para los habitantes que quedaron varados y que pertenecían al pueblo sumergido Foto: Bulent Kilic – Fuente: AFP
Una vista del nuevo pueblo de Hasankeyf, bautizado con el mismo nombre del que desapareció Foto: Bulent Kilic – Fuente: AFP
Antiguas casas y construcciones quedaron bajo el agua y solo permanecen los recuerdos Foto: Bulent Kilic – Fuente: AFP
Hoy los turistas disfrutan del agua y de navegar por el río Tigris Foto: Bulent Kilic – Fuente: AFP
En 2019, los habitantes aún albergaban un poco de esperanza para que la represa no se construyera, pero hoy todo ese anhelo desapareció Foto: Bulent Kilic – Fuente: AFP
Vista de la enorme presa, donde aún pueden verse unos pocos restos del antiguo pueblo Foto: Bulent Kilic – Fuente: AFP
La mezquita Ayyubí del siglo XIV fue parte de las tareas que realizaron para preservar el patrimonio Foto: Bulent Kilic – Fuente: AFP
Así se vé hoy Foto: Bulent Kilic – Fuente: AFP
Esta zona hoy se encuentra bajo el agua Foto: Bulent Kilic – Fuente: AFP
La fotografía, tomada el 3 de agosto de 2020, muestra a un pastor alejándose con su rebaño de la ciudad recién construida de Hasankeyf Foto: Bulent Kilic – Fuente: AFP
Una paraje se toma fotografías de boda a orillas del río Foto: Bulent Kilic – Fuente: AFP
Los ríos de México son amenazados por diversos factores como la contaminación por megaproyectos como presas, hidroeléctricas o mineras, entre otros.
En esta emisión conversamos con la abogada especializada en derechos de los pueblos indígenas y comunidades agrarias, Claudia Gómez Godoy, quien es integrante del colectivo de abogados que acompaña la lucha contra la construcción de la presa “El Zapotillo”.
También conversamos con el biólogo oaxaqueño Miguel Calixto Rojas quien nos platica acerca de la cuenca del río Atoyac y sus principales afectaciones por contaminación, así como la relación que los pueblos y comunidades de los Valles Centrales tienen con este.
Por otro lado, conoceremos en voz de Leonor Santos Díaz, mujer afro mixteca, originaria de La Luz, Tututepec, Oaxaca e integrante del Consejo de Pueblos Unidos por la Defensa del Río Verde (COPUDEVER), parte de la historia de esta organización que cumple 13 años de lucha por la defensa de la vida.
En la región de los Altos de Jalisco el agua se ha convertido en un recurso geoestratégico que viene siendo acaparado por las grandes empresas del Bajío. Las presas son el medio a través el cual se logra dicho control.
Tan sólo en el Río verde y sus afluentes, en donde ya hay presas construidas, existen varias en proyecto de las cuales dos se encuentran en construcción. Una de ellas es la presa El Zapotillo, que junto con el acueducto que pretende llevar agua a la ciudad de León, son obras financiadas por una asociación público-privada para saciar la sed de unos cuantos empresarios.
“El libro estaba listo y revisado por Berta cuando fue el crimen. En ese momento, el espanto y el impacto llevaron a detener la publicación y a repensarla. Ahora, cuando pasaron más de dos años de aquel momento en que creyeron borrarla de la historia, cuando desde diversos lugares se la nombra, cuando se inició el juicio a una parte de los asesinos, queremos dar a conocer estas pinceladas de su pensamiento potente y de sus sueños fértiles. Seguramente otras voces podrán completar la mirada sobre los aportes de Berta a nuestras rebeldías. Amigas, compas que compartieron distintos tramos de su intensa vida, irán diciendo lo suyo. Éste es el intento de que no se escapen los diálogos que tenía guardados y entregarlos a la memoria colectiva. Espero que sea una contribución para quienes quieran conocerla, recordarla, y especialmente para el COPINH, la organización que creó, promovió, impulsó, organizó, defendió y amó, y en la que quedó plantada su estrella. La experiencia del COPINH y de Berta en un tiempo en que las nubes pretenden ocultar el horizonte de esperanzas en todo el continente, será interesante para asumir nuevos momentos de lucha en los que esperamos que su voz resuene aún más intensa y fuerte, para estimular la Refundación de Honduras y de nuestro Abya Yala desde abajo, desde las raíces. Para que aún frente a los reveses, hablemos en clave de revoluciones, como lo hizo Berta, sabiendo que ellas laten en el corazón rebelde de los pueblos.”
PARA LEER O DESCARGAR EN: https://www.cesp-pd.it/spip/IMG/pdf/lasrevolucionesdeberta.pdf
Esta publicación es el resultado de una investigación que la Oficina para América Latina de la Coalición Internacional para el Hábitat (hic-al) y Oxfam México, en diálogo con el Movimiento Mexicano de Afectados por las Presas y en Defensa de los Ríos (mapder), solicitaron al colectivo Geocomunes en vista del examen al cual México sería sometido por el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la Organización de las Naciones Unidas (cdesc). Este organismo internacional tuvo la tarea de analizar los informes periódicos V y VI (que deberían haberse remitido en 2012) sobre el cumplimiento de las observaciones que dirigió al Estado mexicano en 2006 conforme al Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, vigente en el país desde 1981. Como ha sucedido en ocasiones anteriores, numerosas organizaciones y redes de la sociedad civil decidieron articularse para elaborar un informe paralelo que, con el fin de contribuir a la tarea de supervisión del cdesc, le ofreciera a sus funcionarios datos alternos sobre la situación que guardan los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales en el país y en torno a los obstáculos y retrocesos que su ejercicio enfrenta, e incluso les propusiera recomendaciones para que las dirigieran al gobierno de México.
El presente documento expone los resultados de una investigación sobre el desplazamiento de personas a consecuencia de la construcción de obras de infraestructura hidráulica e hidroeléctrica en México y el periodo 2006-2016. Su objetivo principal fue proporcionar información estadística al informe alternativo que la sociedad civil entregó al Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas (cdesc).
En esta introducción se revisa críticamente el discurso gubernamental sobre la infraestructura hidráulica y los proyectos federales de desarrollo, y se presenta una caracterización general de las presas construidas durante los siglos xx y xxi para diferenciarlas en términos de sus dimensiones, sus aprovechamientos y la magnitud de sus impactos.
El segundo capítulo describe la metodología diseñada para el análisis de las presas y de sus afectaciones sociales. Como allí se menciona, os datos empleados provinieron principalmente de documentos oficiales publicados por dependencias federales durante los sexenios encabezados por Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012) y Enrique Peña Nieto (2012-2018).
Como gran parte del trabajo consistió en la caracterización de las obras de infraestructura hídrica, en el tercer capítulo se presentan los rasgos básicos de las 259 presas levantadas en el periodo 2006-2016: ubicación, altura de la cortina, capacidad de almacenamiento, usos del agua y promoventes.
El capítulo continúa con la descripción general de las 35 presas seleccionadas para el análisis, de capacidad mayor de 0.5 hectómetros (hm3), y en su última parte se enuncian las afectaciones sociales derivadas de los desplazamientos. Finalmente, en el cuarto capítulo, a modo de conclusiones se aporta una reflexión sobre los principales hallazgos de la investigación.
1.1 El discurso gubernamental sobre la infraestructura hidráulica y los proyectos federales de desarrollo
En este apartado se reúnen los argumentos utilizados para justificar el emprendimiento de programas y proyectos de desarrollo en los dos periodos de gobierno mencionados y se señalan las presas que la federación ha reconocido como prioritarias.
Con los Planes Nacionales de Desarrollo (pnd) se rigen las políticas federales durante cada sexenio. En los correspondientes al periodo en estudio se observa que el discurso de la sustentabilidad ambiental fue asumido como un principio del desarrollo, por lo cual plantean el impulso de energías limpias y renovables a fin de atenuar y contrarrestar los efectos adversos del cambio climático. En cuanto a los sectores hidráulico e hidroeléctrico, reiteran la importancia de avanzar en la gestión del recurso agua mediante el incremento de la eficacia en el manejo de las presas, lo que conllevaría (supuestamente) una mayor dotación del líquido a la población.
En el discurso oficial, uno de los argumentos más recurrentes para respaldar los proyectos de infraestructura hidráulica es la necesidad de proveer de recursos hídricos a determinadas poblaciones, apelando en algunos casos al derecho humano al agua. Tal intención se presenta como el eje de la gestión del agua en un contexto de creciente incorporación del sector privado en el manejo de los recursos hídricos e hidroeléctricos, recomendada por organismos internacionales como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Conagua, 2014).
Esta transformación en el diseño y la gestión de la infraestructura hidráulica se manifiesta en políticas públicas que de manera reiterada esgrimen la imperiosa necesidad de fortalecer la productividad y la competitividad de las distintas regiones de México de cara a un escenario global en constante dinamismo y en el que la competencia y el libre mercado son el único camino para el desarrollo. Se asume, por lo tanto, que el Estado mexicano debe seguir los lineamientos de corte neoliberal y tomar por sentado que “el rol que juegan los gobiernos debe ser para eliminar obstáculos, fomentar la orientación hacia mercados o sectores estratégicos, la desregulación y la coordinación entre diversos agentes y órdenes de gobierno” (pr, 2013: 17).
Otros documentos que aportan datos y elementos para comprender el discurso oficial son los Programas Nacionales de Infraestructura (PNI), que incluyen la descripción de los principales proyectos en los rubros de infraestructura hidroagrícola y control de inundaciones. El PNI 2007-2012 (pr, 2007) destaca las presas:
1. El Cajón, Nayarit. 2. La Yesca, Nayarit. 3. Santa María, Sinaloa. 4. Picachos, Sinaloa. 5. El Carrizo, Jalisco. 6. El Naranjo, Jalisco. 7. Francisco J. Múgica, Michoacán. 8. El Yathé, Hidalgo.
En el PNI 2014-2018 (pr, 2014a, b y c) se subraya la supuesta necesidad de acordar inversiones conjuntas entre los sectores público y privado, e incluso se habla de una democratización del agua en la cual quedarían insertos los proyectos de infraestructura hidráulica. Asimismo, se pone énfasis en la región sureste, en la que se pretende aprovechar la abundancia de recursos naturales en un contexto de poco desarrollo de la infraestructura.
Los principales proyectos que señala el PNI 2014-2018 no coinciden del todo con los del PNI 2007-2012, pues indica los siguientes:
1. Nuevo Guerrero (La Parota), Guerrero. 2. Aprovechamiento hidráulico de usos múltiples Paso de la Reina, Oaxaca. 3. Las Cruces, Nayarit. 4. Central hidroeléctrica Chicoasén II, Chiapas. 5. Tenosique, Tabasco y Chiapas. 6. Presa de almacenamiento La Maroma, San Luis Potosí. 7. Chiapan (Angostura II), Chiapas. 8. La Yesca U1 y U2, Nayarit. 9. La Palma, Baja California Sur. 10. La Higuerilla (Alberto Andrés Alvarado Arámburo), Baja California Sur. 11. Piedras Azules, Chihuahua. 12. Rocheachi, Chihuahua. 13. El Yathé, Hidalgo. 14. Proyecto de abastecimiento de agua potable Zapotillo para Jalisco y León. 15. La Laja, Guerrero. 16. Sistema Purgatorio-Arcediano, Jalisco. 17. Santa María, Sinaloa.
En el Programa Nacional Hídrico (PNH) 2014-2018 (conagua, 2014) se señalan las atribuciones de cada una de las dependencias que intervienen en el manejo del recurso agua, sin profundizar en proyectos específicos. Por su parte, el Programa de Obras e Inversiones del Sector Eléctrico (POISE) para el lapso 2007-2016 (CFE, 2007) destaca la dimensión técnica de las obras. Un dato interesante de este documento es el reconocimiento de que en algunos casos surgen problemas sociales que complican e incluso retrasan el curso de los proyectos, como en La Parota, ahora renombrado Nuevo Guerrero.
Es importante señalar que el conjunto de estos documentos, que recogen el discurso oficial en cuanto a los proyectos de desarrollo, deja de lado las problemáticas que conllevan la construcción y la gestión de tales proyectos, lo cual es grave pues varios de éstos son de grandes dimensiones y requieren un gasto excesivo de recursos públicos por periodos prolongados.
Ante la omisión por parte del Estado mexicano de ofrecer información sistematizada y de fácil acceso sobre todas las características de las grandes presas, incluso de sus implicaciones sociales y ambientales negativas, se vuelve necesaria la generación de una metodología que posibilite encontrar y recopilar información útil y suficiente para analizar y diagnosticar tales problemáticas y, con ello, fortalecer los argumentos de denuncia de los procesos de desplazamiento desencadenados por esas obras